Exterior
El ministro defendió el proyecto de remodelación del Ferrocarril Central y respondió a cuestionamientos de los opositores al “tren de UPM”.
La remodelación del Ferrocarril Central, la vía que a lo largo de 273 kilómetros une Paso de los Toros con Montevideo, será la “columna vertebral” que posibilitará que el sistema ferroviario pueda resurgir en el resto del país.
Así se expresó el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, sobre la que tal vez sea la obra más polémica y resistida desde que el Frente Amplio llegó al gobierno, en 2005.
El gobierno espera comenzar con los trabajos en un proyecto al que sus detractores denominan el “tren de UPM”, al ser una de las exigencias planteadas por la pastera para confirmar la inversión en su segunda planta en Uruguay, pero a la que el Poder Ejecutivo pretende desligar afirmando que la vía servirá para otros fines.
En ese marco, Rossi habló este sábado en la audición partidaria del sector frenteamplista Banderas de Líber y aprovechó para rebatir los argumentos de los opositores a la obra.
Se está, dijo, ante la oportunidad de reconstruir ese tramo y dejarlo como no existe otro en todo el país. La remodelación permitirá, además, la recuperación y utilización de algunos ramales que se conectan al Ferrocarril Central.
El ministro habló de la importancia de que el ferrocarril recupere cargas, “que se han ido perdiendo porque no se le podía garantizar a sus dueños de que llegarían en tiempo y forma”.
Rossi señaló que está todo pronto para empezar con las obras. Lo único que falta, recordó, es que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) otorgue la autorización correspondiente, que “seguramente irá acompañada de una serie de condiciones y recomendaciones sobre cómo llevar a cabo el proyecto”, señaló.
La Dinama verá precisamente este martes frente a las puertas de su sede central una concentración de distintos colectivos que se oponen al “tren de UPM”.
Afirman que el proceso “no respetó el derecho a la información y la información ciudadana”. También que no hubo “estudios ambientales y sociales serios e independientes de los intereses de la empresa”.
Sin mencionar en ningún momento a UPM, Rossi aseguró que la “amplia mayoría” de los uruguayos son “entusiastas partidarios” de la obra.
Puso como ejemplo los testimonios que recibió por parte de los dueños de algunos de los 665 padrones que serán expropiados total o parcialmente para llevar a cabo la remodelación.
Más allá de los momentos previos de angustia e incertidumbre, cuando llega el momento de firmar el acuerdo le dicen: “Yo quiero que haya ferrocarril”.
Rossi reconoció que también hay personas que, “con mucha insistencia”, marcan sus cuestionamientos al proyecto.
Algunos, dijo, por temor a efectos sociales o ambientales. Otros debido a que “ideológicamente, no comparten que el país realice estos cambios para transportar celulosa”.
El ministro se refirió a los temores expresados por los vecinos en cuanto a que UPM usará la vía para el transporte de peligrosos químicos, que pueden resultar peligrosos para las zonas atravesadas por el ferrocarril.
“Hay que saber que los químicos están circulando hoy todos los días en camiones a través de las rutas”, señaló. Lo hacen, dijo, según las condiciones técnicas establecidas.
“Y así se hará también en el caso del ferrocarril”, expresó.
Rossi llamó a comprender que no existan unanimidades en un proyecto tan ambicioso para el país, pero ratificó que Uruguay “hace bien en hacer este esfuerzo”.
El ministro admitió “enormes dificultades” en la planificación y ejecución del proyecto del Ferrocarril Central.
“Un tren con tecnología de este siglo no existe en el país”, afirmó. De todas formas, destacó el “esfuerzo muy grande” de los técnicos de su cartera, que asumieron el desafío.
“Se fueron superando las etapas de forma muy exitosa, pero ahora viene la prueba del nueve” expresó, en referencia al comienzo efectivo de las obras. “Habrá que ponerlo en la cancha”.
Rossi resaltó la calidad del consorcio uruguayo-español-francés Vía Central, que estará a cargo de los trabajos, conformado por las firmas Saceem, Berkes, Sacyr y NGE.
“Habrá un financiamiento muy importante y no podemos fallar”, sostuvo el ministro. “Tenemos que hacer un tren del siglo XXI”, concluyó.EcosUruguay.uy
El ministro defendió el proyecto de remodelación del Ferrocarril Central y respondió a cuestionamientos de los opositores al “tren de UPM”.
La remodelación del Ferrocarril Central, la vía que a lo largo de 273 kilómetros une Paso de los Toros con Montevideo, será la “columna vertebral” que posibilitará que el sistema ferroviario pueda resurgir en el resto del país.
Así se expresó el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, sobre la que tal vez sea la obra más polémica y resistida desde que el Frente Amplio llegó al gobierno, en 2005.
El gobierno espera comenzar con los trabajos en un proyecto al que sus detractores denominan el “tren de UPM”, al ser una de las exigencias planteadas por la pastera para confirmar la inversión en su segunda planta en Uruguay, pero a la que el Poder Ejecutivo pretende desligar afirmando que la vía servirá para otros fines.
En ese marco, Rossi habló este sábado en la audición partidaria del sector frenteamplista Banderas de Líber y aprovechó para rebatir los argumentos de los opositores a la obra.
Se está, dijo, ante la oportunidad de reconstruir ese tramo y dejarlo como no existe otro en todo el país. La remodelación permitirá, además, la recuperación y utilización de algunos ramales que se conectan al Ferrocarril Central.
El ministro habló de la importancia de que el ferrocarril recupere cargas, “que se han ido perdiendo porque no se le podía garantizar a sus dueños de que llegarían en tiempo y forma”.
Rossi señaló que está todo pronto para empezar con las obras. Lo único que falta, recordó, es que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) otorgue la autorización correspondiente, que “seguramente irá acompañada de una serie de condiciones y recomendaciones sobre cómo llevar a cabo el proyecto”, señaló.
La Dinama verá precisamente este martes frente a las puertas de su sede central una concentración de distintos colectivos que se oponen al “tren de UPM”.
Afirman que el proceso “no respetó el derecho a la información y la información ciudadana”. También que no hubo “estudios ambientales y sociales serios e independientes de los intereses de la empresa”.
Sin mencionar en ningún momento a UPM, Rossi aseguró que la “amplia mayoría” de los uruguayos son “entusiastas partidarios” de la obra.
Puso como ejemplo los testimonios que recibió por parte de los dueños de algunos de los 665 padrones que serán expropiados total o parcialmente para llevar a cabo la remodelación.
Más allá de los momentos previos de angustia e incertidumbre, cuando llega el momento de firmar el acuerdo le dicen: “Yo quiero que haya ferrocarril”.
Rossi reconoció que también hay personas que, “con mucha insistencia”, marcan sus cuestionamientos al proyecto.
Algunos, dijo, por temor a efectos sociales o ambientales. Otros debido a que “ideológicamente, no comparten que el país realice estos cambios para transportar celulosa”.
El ministro se refirió a los temores expresados por los vecinos en cuanto a que UPM usará la vía para el transporte de peligrosos químicos, que pueden resultar peligrosos para las zonas atravesadas por el ferrocarril.
“Hay que saber que los químicos están circulando hoy todos los días en camiones a través de las rutas”, señaló. Lo hacen, dijo, según las condiciones técnicas establecidas.
“Y así se hará también en el caso del ferrocarril”, expresó.
Rossi llamó a comprender que no existan unanimidades en un proyecto tan ambicioso para el país, pero ratificó que Uruguay “hace bien en hacer este esfuerzo”.
El ministro admitió “enormes dificultades” en la planificación y ejecución del proyecto del Ferrocarril Central.
“Un tren con tecnología de este siglo no existe en el país”, afirmó. De todas formas, destacó el “esfuerzo muy grande” de los técnicos de su cartera, que asumieron el desafío.
“Se fueron superando las etapas de forma muy exitosa, pero ahora viene la prueba del nueve” expresó, en referencia al comienzo efectivo de las obras. “Habrá que ponerlo en la cancha”.
Rossi resaltó la calidad del consorcio uruguayo-español-francés Vía Central, que estará a cargo de los trabajos, conformado por las firmas Saceem, Berkes, Sacyr y NGE.
“Habrá un financiamiento muy importante y no podemos fallar”, sostuvo el ministro. “Tenemos que hacer un tren del siglo XXI”, concluyó.EcosUruguay.uy