Actualidad
Redacción Crónica Ferroviaria
Nuevamente tenemos que informar del descarrilamiento de todos los días de una formación ferroviaria que se produce a lo largo y ancho del país donde haya una vía férrea habilitada para la circulación de trenes. Esto ya se está volviendo una pésima rutina que deberán solucionar cuanto antes, y tomar seriamente cartas en el asunto por los organismos estatales ferroviarios, porque esto ya se está convirtiendo en endémico.
El accidente ocurrió en el día de ayer a las 12,40 horas cuando un tren de pasajeros proveniente de General Alvear (Provincia de Buenos Aires) con destino a Temperley de la Línea Roca circulaba por el Km. 82 entre las estaciones Empalme Lobos y Uribelarrea, saltando de las vías los dos últimos coches no ocasionando heridos. La formación estaba integrada por la locomotora diésel GM modelo G22CW Nro. A703 y tres coches Materfer de pasajeros.
Es evidente que el descarrilamiento se produjo por el mal estado de la infraestructura de vía, tal como lo muestran las fotografías publicadas, ayudado esto a esa hora por el intenso calor reinante lo que produce la dilatación de los rieles. Después de varias horas de espera bajo el intenso calor reinante del día de ayer, la formación retomó viaje con un sólo coche hacia estación Temperley.
Parte de muchos descarrilamientos que se producen en las vías de nuestro país (algunos de ellos no se saben porque los medios prácticamente no los publican) podrían evitarse si volvemos a la vieja usanza de tener elementos de Vía y Obra realizando viajes en tramos donde la infraestructura se encuentra en regular y mal estado observando la misma antes de despachar una formación, tanto de carga como de pasajeros, por lo que evitaríamos muchos accidentes y los gastos y contratiempo que esto ocasiona.
Desde la década de los 90 que se cometió ese grave error de achicar la especialidad de Vía y Obra (como los queridos "Catangos") y muchas otras hoy necesarias, por el sólo hecho de rebajar el gasto público, amén que las empresas concesionarias de carga les importó un bledo mantenerlos para no pagar más sueldos, pero a través de los años vemos el daño que se está haciendo no sólo en la infraestructura de vía, sino en el material ferroviario, y, en lo que es más grave, al desprestigio de este sistema de transporte.
Ninguno de los gobiernos que estuvieron al frente del país desde hace décadas les importó el sistema ferroviario. Solamente se interesaron e interesan en mejorar la parte del AMBA, o como ahora, en algunos ramales donde las grandes empresas cerealeras y aceiteras sacan sus productos a puerto, los demás están abandonados a su suerte. Es hora de sentarse a una mesa y decir francamente qué es lo que se quiere del ferrocarril.
Redacción Crónica Ferroviaria
Nuevamente tenemos que informar del descarrilamiento de todos los días de una formación ferroviaria que se produce a lo largo y ancho del país donde haya una vía férrea habilitada para la circulación de trenes. Esto ya se está volviendo una pésima rutina que deberán solucionar cuanto antes, y tomar seriamente cartas en el asunto por los organismos estatales ferroviarios, porque esto ya se está convirtiendo en endémico.
El accidente ocurrió en el día de ayer a las 12,40 horas cuando un tren de pasajeros proveniente de General Alvear (Provincia de Buenos Aires) con destino a Temperley de la Línea Roca circulaba por el Km. 82 entre las estaciones Empalme Lobos y Uribelarrea, saltando de las vías los dos últimos coches no ocasionando heridos. La formación estaba integrada por la locomotora diésel GM modelo G22CW Nro. A703 y tres coches Materfer de pasajeros.
Es evidente que el descarrilamiento se produjo por el mal estado de la infraestructura de vía, tal como lo muestran las fotografías publicadas, ayudado esto a esa hora por el intenso calor reinante lo que produce la dilatación de los rieles. Después de varias horas de espera bajo el intenso calor reinante del día de ayer, la formación retomó viaje con un sólo coche hacia estación Temperley.
Parte de muchos descarrilamientos que se producen en las vías de nuestro país (algunos de ellos no se saben porque los medios prácticamente no los publican) podrían evitarse si volvemos a la vieja usanza de tener elementos de Vía y Obra realizando viajes en tramos donde la infraestructura se encuentra en regular y mal estado observando la misma antes de despachar una formación, tanto de carga como de pasajeros, por lo que evitaríamos muchos accidentes y los gastos y contratiempo que esto ocasiona.
Desde la década de los 90 que se cometió ese grave error de achicar la especialidad de Vía y Obra (como los queridos "Catangos") y muchas otras hoy necesarias, por el sólo hecho de rebajar el gasto público, amén que las empresas concesionarias de carga les importó un bledo mantenerlos para no pagar más sueldos, pero a través de los años vemos el daño que se está haciendo no sólo en la infraestructura de vía, sino en el material ferroviario, y, en lo que es más grave, al desprestigio de este sistema de transporte.
Ninguno de los gobiernos que estuvieron al frente del país desde hace décadas les importó el sistema ferroviario. Solamente se interesaron e interesan en mejorar la parte del AMBA, o como ahora, en algunos ramales donde las grandes empresas cerealeras y aceiteras sacan sus productos a puerto, los demás están abandonados a su suerte. Es hora de sentarse a una mesa y decir francamente qué es lo que se quiere del ferrocarril.