Exterior
El coronavirus castigó con fuerza al sistema de transporte de Nueva York, epicentro de la pandemia en EE.UU., con 41 empleados fallecidos y más de 6.000 en aislamiento, lo que impactó en el servicio esencial del que dependen estos días sanitarios o personal de emergencias, informaron este miércoles medios locales.
El máximo ejecutivo de la Autoridad Metropolitana de Transportes (MTA), que abarca el subte, el tren de cercanías y los colectivos, Patrick Foye, afirmó esta mañana en la radio neoyorquina WCBS 880 que 41 empleados han fallecido y unos 1.500 han dado positivo en la prueba, incluido él mismo, y aseguró que se están tomando medidas para proteger a los que trabajan.
No obstante, la escasez de trabajadores está provocando retrasos y cancelaciones en un sistema cuyo servicio fue reducido un 25% a finales de marzo debido a la crisis sanitaria, lo que genera problemas de abarrotamiento en algunos vagones y estaciones, dificultando a su vez el distanciamiento social requerido por las autoridades, recoge The New York Times, y replica la Agencia EFE.
De acuerdo al diario, que cita fuentes sindicales de la MTA, la dirección no hizo lo suficiente para proteger a sus trabajadores y tomó tarde decisiones recogidas en un plan corporativo para enfrentarse a una pandemia, hasta el punto en que algunos de ellos traían de casa sus mascarillas, desinfectantes, o esparadrapo para marcar separaciones entre empleados y viajeros.
Quedarse en casa
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó a todos los trabajadores no esenciales que se queden en casa y pedido que no tomen el transporte público con el objetivo de contener la propagación del patógeno, por lo que el número de viajeros ha caído en picado, hasta un 92 % en el metro de la ciudad.
Ahora lo utilizan sobre todo empleados sanitarios y de emergencias, que pese a la frecuente limpieza y desinfección de los vagones temen convertirse en "vectores del virus" debido al abarrotamiento que enfrentan yendo a sus lugares de trabajo, como expresó una trabajadora social médica, Allie Ebben, que tiene pacientes inmunodeprimidos.
Foye indicó que la MTA ha tenido problemas de abarrotamiento de manera "episódica" y aseguró que hay "suficientes provisiones" para proteger diaria y semanalmente a sus empleados con mascarillas, guantes y otras prendas de protección que ha estado repartiendo desde el 1 de marzo, y prevé mantener "mientras continúe la pandemia".
Asimismo, advirtió de que el sistema de transportes va a tener problemas financieros y, pese a los 4.000 millones de dólares que ha recibido recientemente de fondos federales, "necesitará financiación adicional" porque la "recuperación" económica de la ciudad y el estado "depende de una MTA sana".
El coronavirus castigó con fuerza al sistema de transporte de Nueva York, epicentro de la pandemia en EE.UU., con 41 empleados fallecidos y más de 6.000 en aislamiento, lo que impactó en el servicio esencial del que dependen estos días sanitarios o personal de emergencias, informaron este miércoles medios locales.
El máximo ejecutivo de la Autoridad Metropolitana de Transportes (MTA), que abarca el subte, el tren de cercanías y los colectivos, Patrick Foye, afirmó esta mañana en la radio neoyorquina WCBS 880 que 41 empleados han fallecido y unos 1.500 han dado positivo en la prueba, incluido él mismo, y aseguró que se están tomando medidas para proteger a los que trabajan.
No obstante, la escasez de trabajadores está provocando retrasos y cancelaciones en un sistema cuyo servicio fue reducido un 25% a finales de marzo debido a la crisis sanitaria, lo que genera problemas de abarrotamiento en algunos vagones y estaciones, dificultando a su vez el distanciamiento social requerido por las autoridades, recoge The New York Times, y replica la Agencia EFE.
De acuerdo al diario, que cita fuentes sindicales de la MTA, la dirección no hizo lo suficiente para proteger a sus trabajadores y tomó tarde decisiones recogidas en un plan corporativo para enfrentarse a una pandemia, hasta el punto en que algunos de ellos traían de casa sus mascarillas, desinfectantes, o esparadrapo para marcar separaciones entre empleados y viajeros.
Quedarse en casa
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó a todos los trabajadores no esenciales que se queden en casa y pedido que no tomen el transporte público con el objetivo de contener la propagación del patógeno, por lo que el número de viajeros ha caído en picado, hasta un 92 % en el metro de la ciudad.
Ahora lo utilizan sobre todo empleados sanitarios y de emergencias, que pese a la frecuente limpieza y desinfección de los vagones temen convertirse en "vectores del virus" debido al abarrotamiento que enfrentan yendo a sus lugares de trabajo, como expresó una trabajadora social médica, Allie Ebben, que tiene pacientes inmunodeprimidos.
Foye indicó que la MTA ha tenido problemas de abarrotamiento de manera "episódica" y aseguró que hay "suficientes provisiones" para proteger diaria y semanalmente a sus empleados con mascarillas, guantes y otras prendas de protección que ha estado repartiendo desde el 1 de marzo, y prevé mantener "mientras continúe la pandemia".
Asimismo, advirtió de que el sistema de transportes va a tener problemas financieros y, pese a los 4.000 millones de dólares que ha recibido recientemente de fondos federales, "necesitará financiación adicional" porque la "recuperación" económica de la ciudad y el estado "depende de una MTA sana".