EMPRESAS
La compañía
puntualiza que las unidades que sustituirán a las de los años 50 desechadas en
Cataluña «aún no están plenamente operativas»
La compañía
estatal Feve asegura que ya adquirió nuevos trenes para modernizar la línea
Baíña-Collanzo y retirar los fabricados en la década de los años 50 del pasado
siglo y que fueron desechados en Cataluña. No obstante, desde la compañía se
apunta que los nuevos trenes aún «no están plenamente operativos».
Feve había
anunciado hace dos años, tras las protestas de los usuarios y las reclamaciones
de los ayuntamientos de la comarca del Caudal, la «renovación total» del parque
móvil de la línea que atraviesa los municipios de Mieres y Aller y que se
cubría principalmente con trenes de la serie 2600 (unidades reformadas en la
década de los años 90 del pasado siglo a partir de automotores MAN adquiridos
en las décadas de los años 60 y 70).
En julio de
2010, responsables de Feve y autoridades locales celebraron en la estación de
Moreda la llegada del primer tren de la nueva serie 2700, que consta de dos
aerodinámicos automotores diesel (la línea aún no está electrificada)
fabricados por las empresas CAF y Sunsundegui. Además anunciaron que a la línea
se incorporarían dos unidades más, otra 2700 y una 2900 del mismo fabricante
que estaría formada por un único automotor y que cubriría el servicio en los
horarios de menor afluencia. Sin embargo, de lo que no informaron desde la
compañía es que también habían llegado otros trenes no precisamente nuevos.
Feve
necesitaba suplir la falta de material con motores diesel que provocaron sus
últimas ventas de trenes a Costa Rica y Argentina (a donde se fueron buena
parte de los automotores conocidos como Apolos) y los retrasos en la llegada de
los las nuevas unidades 2700 y 2900. Había que buscar una solución temporal y
Feve llegó a un acuerdo con los Ferrocarrils de la Generalitat de
Catalunya (FGC) para aprovechar dos viejos trenes de su serie 3000 que habían
prestado servicio en la línea Martorell-Igulada, hasta que en 1999 fue
electrificada, y que estaban retirados de la circulación ordinaria.
De esa serie
3000, FGC tenía cinco trenes. Dos los vendió a los Ferrocarrills de la Generalitat Valenciana
(FGV), otro lo desguazó y los dos restantes los conservaba para servicios
especiales y como reservas. Esos fueron los que se llevó Feve. En 2009 los puso
a punto en sus talleres, los pintó con los colores amarillos y azules de Feve,
los nombró como serie 2350 y los destinó a línea Baiña-Collanzo. Y ahí siguen
dando servicio.
En las fichas
de los Ferrocarrils de la Generalitat Catalana se señala que esos trenes
fueron fabricados entre 1984 y 1988, pero en realidad se trata de una reforma
puesto que esas unidades procedían de automotores construidos por MAN y
Euskalduna entre 1966 y 1968 y de remolques que procedían a su vez de la
desmotorización de automotores diesel Ferrostahl de 1959 nada menos.
Tras publicar
este diario la procedencia e historial de estos trenes, los ayuntamientos de
Mieres y Aller exigieron a la compañía estatal Feve que renovara de inmediato
esos convoyes como había prometido. Por su parte, el senador de Foro Asturias,
Isidro Manuel Martínez Oblanca, presentó en la Cámara Alta una
pregunta al Gobierno sobre si Feve había comprado material rodante fuera de
servicio de hace más de 60 años, cuánto había costado y cuándo tenía previsto
sustituirlo.
El Gobierno
de España, en su respuesta a Isidro Manuel Martínez Oblanca, ratificó que Feve
adquirió trenes a Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya y que su adecuación
supuso una inversión de 650.000 euros. Además señaló que «Feve ha invertido en
los últimos años 72 millones de euros en la adquisición de nuevos trenes de
tracción diesel aunque a fecha de hoy no todos están plenamente operativos». Y
añadió el Gobierno que «en el momento en que la disponibilidad de estos nuevos
trenes lo permita, se procederá a sustituir a los que están prestando servicio
en el tramo Baiña-Collanzo».
De momento,
siguen circulando las unidades de la serie 2600 y los rescatados de Cataluña
alternan periodos en reserva en las cocheras de Figaredo con servicios
ordinarios en la línea Baiña-Collanzo, que es lo que queda del antiguo trazado
Collanzo-Oviedo. Estos trenes tienen aire acondicionado, acoplado de forma
aparatosa en los techos de los vagones, pero carecen de otros servicios a los
que se habían acostumbrado los viajeros de la zona, como la información de
próxima parada, la megafonía, los indicadores de destino o la música ambiental,
lo que hace que se oiga con más estruendo los viejos motores diesel.LNE.es
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