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Un grupo de voluntarios de Villa Elisa y la región, interesados en el rescate de los ramales ferroviarios con fines patrimoniales y turísticos, emprendió la iniciativa de reactivar el ramal identificado como U7 de la línea General Urquiza, en un trayecto de aproximadamente 40 kilómetros, paralelo a la ruta nacional 14, a la altura del Departamento Colón.
Se trata de un tramo de singulares características, puesto que atraviesa diversidad de paisajes de gran atractivo, entre lomadas, arroyos, puentes con historia, humedales, variada flora y fauna en su recorrido, mostrando además la diversidad de la producción de esta región entrerriana. El mismo comienza en el kilómetro 3 de la ruta nacional 130 y se extiende hasta el acceso a Ubajay, cuyo trayecto planean reinaugurar con una caravana de zorras, provenientes de distintas partes de la provincia, de quienes se encuentran emprendiendo iniciativas similares.
Este equipo, con ideas y venidas a lo largo de tanto tiempo de trabajo, estuvo integrado por Hernán Bel, “Rulo” Brem, Matías Lacoste, Miguel Vuagniaux, Ariel Carroz, Oscar Casse, Daniel Schroeder, Fabián Salinas, Alberto Brem, Facundo Bel, Daniel Combet, Alejandro Rausch, Juan Ledezma y Matías Romero.
El interés que motiva a los promotores de este proyecto es, fundamentalmente, la reactivación del ramal con fines turísticos, considerando el gran caudal de visitantes que arriban cotidianamente a la Microrregión Tierra de Palmares. En ese sentido, el trayecto se emplaza en torno al Parque Nacional El Palmar, el Refugio de Vida Silvestre “La Aurora del Palmar” y el Sitio Ramsar “Palmar Yatay”.
Los propósitos que guían a este grupo de personas están vinculados a la conservación del ramal y los bienes patrimoniales ferroviarios, diversificar la oferta turística y recreativa de la región y aumentar los volúmenes de arribo a la misma, como así también generar nuevas fuentes de trabajo y productos turísticos conexos, en un marco sustentable y respetuoso del entorno natural.
De la idea a la acción
“Todo surge tras el llamado de Rafael (Pirolla, presidente del Ferroclub Central Entrerriano) para reactivar el ramal Villa Elisa-Caseros, con la idea de que el Tren Histórico volviera al Palacio San José, que estuvimos involucradas varias personas durante largo tiempo”, comienza recordando Hernán Bel, el principal promotor de esta misión, ante El Entre Ríos.
“Iba mucho a los arroyos que están para el lado que estuvimos limpiando, generalmente los sábados o domingos de tarde, donde me paraba sobre la vía y me preguntaba qué se podía hacer para recuperarla y llegar algún día desde Villa Elisa, aunque sea en una zorra”, agrega luego.
“La primera vez que fui recorrí todo el tramo caminando, desde la ruta 130 hasta el puente del arroyo Mármol, que era mi idea en principio llegar hasta ahí, un proyecto bastante grande para hacerlo sólo porque era un tramo de 9 kilómetros”, cuenta sobre los inicios de esta epopeya.
“Comencé yendo sólo un par de sábados a la tarde, durante cuatro o cinco fines de semana, hasta que algunos muchachos de los que trabajaban en el ferroclub se enteraron de la idea y se acercaron a ver, hasta que a medida que avanzábamos se iban sumando cada vez más”, destaca.
Manos a la obra
“Empezamos a limpiar con una motoguadaña, una desmalezadora y palas hasta arribar al Mármol, que lo definimos como primer destino para motivarnos a llegar a un lugar concreto y no sentir que íbamos solo al monte”, indica Bel para El Entre Ríos, ahora junto a Miguel Vuagniaux, uno de sus fieles compañeros de aventura.
“Fueron prácticamente todos los sábados de un año, en los que íbamos de a ratos o el día completo a trabajar. Había árboles de todo tipo y tamaño encima de la vía, porque hace más de 20 años que no se utiliza. Incluso, formamos un túnel verde sobre de unos 200 metros seguidos de árboles, que es como pasear en plena selva, hasta con curvas, que quedó espectacular”, dan a conocer.
“Todo a pulmón y con recursos propios”, aseguran ambos. “Motosierras, guadañas y una motovía que fabricamos nosotros: un chasis, con cuatro rueditas y una moto 110 con la rueda de atrás apoyada sobre el riel”, explican, dando pruebas concretas tanto de su ingenio como de su tesón.
“En algunos tramos faltaban rieles y durmientes o estaban rotos y tapados hasta con un metro de tierra, o sea que había que ponerse a buscar la vía. También nos encontramos con un puente prácticamente tumbado, que se pudo levantar y alinear para que quede transitable”, detallan.
“Más adelante, a una zorra que estaba en desuso en el ferroclub, la pusimos en condiciones para engancharle una desmalezadora, que corta pasto a medida que va avanzando”, continúan diciendo.
Recorrido virtual
“Iniciando el paseo, primero nos encontramos con lo que era Estación Liebig, la casa del jefe con el andén y el tanque de agua intactos. A unos 5 kilómetros el arroyo Caraballo, con agua de vertientes, mucha arena y un puente muy lindo. El siguiente es el Mármol, con paisaje y arenal espectaculares. Siguiendo está Estación Juan Jorge, que está ocupada, muy linda, de piedra original al igual que las de San José y Ubajay. Después, el puente Sarandí y otro que funciona tipo balneario. Una cantera y luego el arroyo Pos Pos, con un puente y un arenal hermoso. De ahí, Estación Leguizamón en Berduc, que también está ocupada. Y, a partir de ahí, una parte muy linda que va desde El Palmar hasta Ubajay”, describen sus mentores ante El Entre Ríos.
Respecto a flora y fauna, en los diferentes tramos del recorrido “hay zorros, mulitas, liebres, lagartos y, en aves, lo que quieras, porque lo que tiene de particular es mucha naturaleza y poca intervención del hombre. A veces no vemos ni valoramos algunas cosas que tenemos tan cerca”.
Fuente: El Entre Ríos