Exterior
El operador del Eurotúnel prepara una ambiciosa expansión para sumar conexiones directas desde St Pancras con dos ciudades estratégicas de Europa continental. El plan busca posicionarse como alternativa sustentable a los vuelos, aunque las primeras unidades recién circularían dentro de varios años.
Eurostar anunció que ofrecerá trenes directos entre Londres y dos destinos estratégicos en Europa: Frankfurt y Ginebra. El servicio comenzaría recién en los primeros años de la década de 2030. Para ello, la empresa planea adquirir hasta 50 nuevos trenes, en una de sus mayores inversiones en infraestructura desde su fundación.
Actualmente, Eurostar conecta Londres con París, Bruselas, Rotterdam, Ámsterdam y Lille. Antes de la pandemia y el Brexit, también operaba rutas hacia Lyon, Avignon, Marsella, Calais y el parque Disneyland París. La combinación del COVID-19 y los controles fronterizos tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea redujo las operaciones.
La idea es recuperar el terreno perdido y ampliar su red. El plan incluye cuatro servicios diarios hacia Frankfurt y tres hacia Ginebra. Aunque todavía no se detallaron todas las paradas intermedias, se estima que los trenes a Frankfurt podrían detenerse en Colonia, y los de Ginebra tal vez en el aeropuerto Charles de Gaulle o en Disneyland París.
Gwendoline Cazenave, directora ejecutiva de Eurostar, explicó que la empresa busca ofrecer una experiencia de viaje más sostenible y directa: “Viajás, trabajás, descansás. Es lo que llamamos un viaje sin interrupciones”.
Una apuesta para competir con las aerolíneas
El mercado de vuelos entre Londres y estas ciudades es intenso. Cada día se registran unos 24 vuelos entre Londres y Frankfurt, y 15 hacia Ginebra. Esta última cifra aumenta en temporada de esquí, cuando se suma una demanda estacional alta. Eurostar considera que, al ofrecer trenes directos que conecten centro con centro de ciudad, podrá atraer a una parte de ese público.
Ya lo demostró en la ruta Londres-Ámsterdam, que alcanza un volumen interesante de pasajeros. Actualmente opera tres trenes diarios en esa línea, y a partir del 9 de septiembre se sumará un cuarto. Desde mediados de diciembre, habrá cinco servicios diarios.
La ventaja competitiva del tren frente al avión no se reduce solo al impacto ambiental. Cada vez más empresas imponen a sus empleados viajar en tren cuando exista una alternativa razonable al avión. El tren también evita los traslados a aeropuertos lejanos, los controles exhaustivos y las demoras en embarque y desembarque.
Aunque el tiempo estimado de viaje desde Londres a Frankfurt es de cinco horas, y a Ginebra de cinco horas veinte, la empresa apuesta a que la experiencia completa supere a la del avión. Aun así, hay limitaciones. La conectividad de internet en los trenes sigue siendo irregular y los precios pueden disuadir a algunos viajeros. Hoy, un pasaje Londres-París cuesta EUR 258 si se compra de un día para el otro. Los vuelos low-cost ofrecen tarifas hasta tres veces más baratas.
Más competencia, pero también más obstáculos
Eurostar mantiene un monopolio de facto en la conexión ferroviaria directa entre el Reino Unido y Europa continental desde 1994. Sin embargo, varias empresas buscan competir. Entre ellas están Virgin (del grupo de Richard Branson), la italiana FS Italiane y una nueva firma llamada Gemini Trains. Esta última planea operar desde Stratford, en el este de Londres.
El problema no es solo político o económico. El espacio en la terminal internacional de St Pancras y el depósito ferroviario en el este de Londres es limitado. La Oficina de Caminos y Ferrocarriles del Reino Unido (Office of Rail and Road) estimó que solo hay capacidad para permitir el ingreso de una nueva empresa. Esto complica el ingreso de nuevos competidores.
Eurostar también enfrentó desafíos internos. Cuando se concibió el proyecto original, existía la intención de conectar directamente ciudades británicas como Manchester y Birmingham con París y Bruselas. Incluso se construyó el material rodante adecuado. Sin embargo, la irrupción de las aerolíneas de bajo costo desplazó esa idea. La futura línea de alta velocidad HS2, entre Birmingham y Londres, no tendrá conexión directa con la línea que va hacia el Eurotúnel (HS1), lo que dificulta la implementación de estos servicios.
La rentabilidad actual de Eurostar sigue siendo alta. La empresa gana en promedio EUR 9 por pasajero. Ofrece pasajes desde EUR 92 ida y vuelta, pero solo para quienes reserven con suficiente antelación y acepten condiciones flexibles.
El desafío estará en lograr una combinación entre velocidad, comodidad, sostenibilidad y precio. Las aerolíneas seguirán siendo más rápidas, al menos hasta que los trenes consigan acortar sus tiempos o garanticen una experiencia notablemente superior.ArgentinischesTageblatt.com