Exterior
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Adif se blinda frente a las pérdidas que pueda generarle la liberalización en
2016
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PSOE y CCOO se oponen a que Fomento compense posibles pérdidas
La
rebaja de cánones al AVE Madrid Levante para facilitar la entrada de operadores
privados y asegurar el éxito de la liberalización del transporte de viajeros ha
reabierto el interés de los candidatos a competir con Renfe, que consideran que
Fomento da pruebas así de su decisión de poner en marcha el proyecto. En el
lado contrario CCOO, sindicato mayoritario en Adif y Renfe, y el PSOE se oponen
al proyecto
La
lista de empresas interesadas en medir sus posibilidades con el operador
público es extensa e incluye a grupos como Acciona, Globalia, Planeta o
Ferrovial, entre otros. Todas ellas y el regulador de los mercados, la CNMC,
habían indicado al Gobierno que sin una rebaja de cánones de entre el 30% y el
40% su concurso para lanzar un AVE privado podría quedar desierto.
"Por
fin se ha abierto el melón. Somos conscientes de que en el Ministerio de
Fomento hay interés por el proyecto. La duda era si el interés era compartido
en el resto del Gobierno y especialmente en Hacienda", explica el
responsable de valorar las posibilidades de negocio que el nuevo mercado de
transporte de viajeros ofrecerá a las empresas privadas. "En los últimos
meses la lista de interesados había crecido y ahora sí que toca hacer números
para apostar o quedarse fuera", reconoce.
La
decisión de Fomento supone que la línea Madrid Levante disfrutará de una
categoría especial denominada A3 y distinta al resto de la red de alta
velocidad. De esta manera el corredor liberalizado disfrutará de una rebaja de
cánones de tráfico del 35% que no tendrán los demás, sobre los que Renfe
seguirá operando en monopolio.
El
impacto que esta rebaja tendrá sobre los ingresos previstos por Adif es
incierto. Fomento ha elaborado previsiones en las que un mayor uso de la
infraestructura acabaría aumentando la facturación de la empresa pública. Pero
Gonzalo Ferre, presidente de Adif, se ha negado a correr con los costes de que
las previsiones no se cumplan, como sucede con tantas de las que han servido
para proyectar infraestructuras ferroviarias, de autopistas y aeropuertos en la
última década.
La
solución alcanzada consiste en que, en caso de que las desviaciones de tráfico
sean negativas, Fomento cubrirá los costes mediante aportaciones
presupuestarias. Así, respecto al Programa de Actuaciones Plurianuales que
acompaña a los Presupuestos Generales del Estado, Adif estima que los ingresos
con la nueva tarifa A3 y la entrada del nuevo operador podrían sufrir una
desviación negativa de 13,7 millones de euros en 2016, 18,5 millones en 2017 y
23,3 millones de euros en 2018. Ferre considera que la sostenibilidad de Adif
-que ha presupuestado más de 18.600 millones de euros de deuda en 2015 y ya ha
vendido bonos por valor de 2.000 millones de euros en los mercados de renta
fija- debería estar blindada frente a la liberalización.
El
esquema, no obstante, también cuenta con una decidida oposición. El sindicato
CCOO, mayoritario tanto en Adif como en Renfe, considera que es un error
trasladar al presupuesto público el coste de la liberalizacion ferroviaria. Por
su parte, el portavoz de Fomento del PSOE en el Congreso de los diputados, Juan
Luis Gordo, pidió hoy a la ministra Ana Pastor que no permita que
"paguemos todos los contribuyentes el coste de la puesta en marcha de la
liberalización ferroviaria" .
En
declaraciones a Servimedia, Gordo aseguró que el proyecto de liberalización
"es un tema que no está maduro" por lo que "está abocado al
fracaso". Por ello, reiteró su rechazo "a que tengamos que asumir
todos unos costes y unas ineficiencias para que unas empresas privadas sean
rentables".ElMundo.es