Nota de Opinión
Por: Patricio Dürst (para Crónica Ferroviaria)
En el año 2008 se reinauguró el servicio del Tren de las Sierras. En esa oportunidad se concretó el tramo entre La Calera y Cosquín.
En esos años se advirtieron algunos avances, según los horarios y las formaciones, que estaban a disposición para comunicar las sierras cordobesas, desde la estación Córdoba (Mitre) o la Estación Alta Córdoba.
Se llegó a incrementar horarios y alcance, hasta vincular la ciudad capital con la ciudad de Capilla del Monte, algo mas de 100km. de distancia.
Tanto visitantes, turistas y habitantes de la veintena de poblaciones y estaciones intermedias usaron esos servicios en forma creciente. A través del tiempo surgieron dificultades en los más de diez equipos disponibles, como también, en la infraestructura de vías.
Hubo dificultades que retrasaron los servicios, tanto por problemas mecánicos, por descarrilamientos de las duplas de coche motor Alerce, y también se presentaron choques con automotores conducidos por manos inexpertas, mas o menos desaprensivos en los distintos pasos a nivel del recorrido, que ignoraron las señales de Alto, Mire y Escuche (Cruz de San Andrés), como ignorar las barreras bajas.
En la actualidad, vemos una disminución de equipos de coche motores disponibles. Las razones esgrimidas son la falta de mantenimiento adecuado y la de repuestos. Ello hace que de la decena de equipos existentes, queden unas pocas unidades en servicio. Ello hace que se reduzcan frecuencias para vincular las poblaciones entre sí, y con la ciudad de Córdoba.
Muchos usuarios, habitantes e interesados en esta actividad ferroviaria, están alzando su voz expresando la preocupación que ocasiona esta disminución de servicios: el poco mantenimiento de vías y de las formaciones.
Las personas preocupadas están en una actitud positiva, en cuanto a llevar a cabo reuniones públicas para hacer sentir pedidos y reclamos en favor del Tren de las Sierras.
En esas reuniones se incluye la necesidad de desarrollar propuestas y programas que permitan mantener, reactivar y aumentar lo que aún existe del Tren de las Sierras.
Para ello, se deberá tener en cuenta que el sistema ferroviario, en su complejidad, debe contemplar las diferentes etapas de mantenimiento de infraestructura, como terraplenes, balasto, durmientes, vías, puentes y otros.
También se deberá incluir en esta propuesta, o programación de mantenimiento, las acciones y programas previstas, el predictivo, el emergente y las reparaciones mayores.
En uno de los extremos del ramal, en la estación Alta Córdoba, encontramos los Talleres Ferroviarios que pertenecen a la empresa estatal Trenes Argentinos Carga que con el equipamiento y la experiencia del personal pueden ocuparse de esas tareas.
No hay que olvidar, que además la misma provincia de Córdoba alberga otras dos plantas industriales ferroviarias, tanto privadas como estatales en actividad, que también deben y pueden aportar a las tareas ya mencionadas.
Por otro lado, y teniendo en cuenta que el Tren de las Sierras recorre una zona con alta densidad poblacional, de importancia económica y turística, se debería buscar el desarrollo de un programa y un proyecto acordado entre la administraciones del Tren de las Sierras (Trenes Argentinos Operaciones, el gobierno de la provincia de Córdoba y los municipios, incluyendo las plantas industriales de Trenes Argentinos Carga, Fabricaciones Militares Río Tercero y Benito Roggio Ferroindustrial (BRF) en Juarez Celman.
Como se puede advertir, este es un problema complejo, que teniendo en cuenta sus características y desarrollando programas y propuestas, es de una resolución adecuada para la inmediatez y los tiempos que siguen.