Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
Es sabido y comprobado la manifiesta y decidida vocación anti ferroviaria del actual Gobierno Nacional, cuyos antecedentes y principales personajes, se remontan a cuando eran gobierno en la Capital Federal, tal como el propio Presidente Macri, el Ministro de Transportes de la Nación, Guillermo Dietrich, el presidente de Trenes Argentinos Operaciones, Marcelo Orfla y el presidente de Trenes Argentinos Infraestructuras, Guillermo Fiad, entre otros, ante la inocultable avanzada que está siendo ejecutada contra terrenos ferroviarios para proyectos inmobiliarios, como en Caballito, Haedo, Colegiales, etc.
También el descabellado y archi cuestionado soterramiento de parte de la Línea Sarmiento que implicará su segura desaparición como línea de larga distancia, el abandono de otros proyectos emblemáticos como el acceso subterráneo de este ferrocarril a estación Plaza de Miserere, el desmantelamiento de talleres ferroviarios como Liniers, Maldonado, y otros, la sangría ejecutada sobre el personal de la ex Ferrobaires, con motivo de la transferencia de ésta a la órbita de la Sofse, y la cancelación de servicios de media y larga distancia, con la excepción del servicio a Rosario, las dos frecuencias semanales a Córdoba y Tucumán, y una mísera diaria a Mar del Plata, lo cual constituyen muestra palpable de esa política.
Fotos: Gentileza Francisco Fernández
Hoy la víctima propiciatoria es el Urquiza, única línea de trocha media universal ó trocha Standard Europea que tenemos, (1.434 mts.), y cuyo proyectado retrochaje a trocha ancha, (1.676 mts), en el tramo Zárate-Pilar, constituye su sentencia de muerte.
Este nuevo desatino, se inscribe en la política de desalentar el ingreso del ferrocarril a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la priorizarización de las cargas por sobre el servicio de pasajeros, lo cual implicará que el Urquiza, tal como lo conocemos actualmente, será cortado en Zárate, y a partir de esta última, retrochado a trocha ancha (1.676 mts) hasta Pilar, para empalmarlo con el San Martín, y así transportar por éste las cargas al puerto metropolitano.
No es casual por ello, que ya estén preparados los tramos rectos para las dos vías troncales de la Línea San Martín, en su cruce a nivel con las del Urquiza en Pilar, lo cual está a la vista de todos con sólo acercase al paso a nivel de la ruta Provincial N° 28 a la entrada de esta última ciudad, donde ambas líneas nacionales se cruzan, que reemplazarán el mismo a nivel actualmente existente entre ambas líneas.
Este cruce había sido renovado a nuevo a comienzos del año 2015, durante la gestión de Randazzo, merced a una importante inversión que pagamos todos, y que ahora será levantado para colocar sendos tramos rectos en trocha ancha para ambas vías (ascendente y descendente) del San Martín, anular el cruce, y así, sepultar definitivamente el ingreso del Urquiza a su terminal Federico Lacroze en la C.A.B.A.
Ya se escuchan rumores que el otro cruce a nivel, de estado impecable, existente entre ambas líneas en cercanías de estación Hurlingham, sería también levantado, con lo cual todo ese trayecto del Urquiza quedará abandonado, convertido en tierra de nadie, y propenso para que una larga hilera de villas miserias se instalen en su traza, al constatarse que ha quedado definitivamente fuera de servicio, con las consecuencias que son fáciles de imaginar para el futuro de esta línea, y para la de todos los vecinos a la vera de la vía.
Cuesta creer que los dos grandes gremios ferroviarios nacionales (La Fraternidad y la Unión Ferroviaria) así como los trabajadores del Urquiza, al igual que los municipios y vecinos involucrados por esta severa amputación de esta linea, no hayan aún reaccionado haciendo oir su voz, y mas inconcebible resulta aún, que la Adifse con sus ingenieros y el Ministerio de Transporte de la Nación, sigan adelante con esta obra a sabiendas del daño inconmensurable e irreparable que le están propinando al patrimonio nacional, y a todo el pueblo argentino, dilapidando dineros públicos en esta disparatada como innecesaria obra, cuando hay otras que han sido abandonadas o suspendidas, y que son prioritarias para el tantas veces declamado, pero inexistente programa de recuperación ferroviaria nacional.
Es dable esperar que tanto la Adifse como el Ministerio de Transporte, recapaciten, y no prosigan con esta insensata obra, y se conserven ambos cruces del San Martín con el Urquiza, y así preservar el ingreso de éste a su cabecera en la Capital Federal, al igual que la conectividad actualmente existente entre ambas líneas troncales nacionales.
Dr. Marcelo Merlino
marmer422@yahoo.com.ar