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Redacción Crónica Ferroviaria
Transcribimos a continuación una carta dirigida a las y los trabajadores ferroviarios de la Línea Belgrano Sur, que dice lo siguiente.
Sergio Dovgan dedicó más de 20 años de su vida a Trenes Argentinos Operaciones cumpliendo funciones con compromiso, respeto y una conducta intachable, como tantos trabajadores y trabajadoras del riel, fue parte del engranaje silencioso que hace funcionar el transporte público. Pero cuando más necesitó del sistema, éste lo abandonó.
Sergio atravesó una etapa de profundo sufrimiento psíquico. Pidió ayuda. Siguió el camino que marca la ley. Fue diagnosticado por profesionales y tratado con responsabilidad. Luego de meses de tratamiento, recibió el alta médica de su psiquiatra, quien lo habilitó a retormar sus tareas. Pero cuando intentó reincorporarse, la psicóloga de la empresa, Claudia Vidarrueta, y el Jefe Médico laboral, Oliver Machado, desestimaron el alta médica, sin causa justificada, pasando por encima del criterio de su profesional tratante y en violación directa al Convenio Colectivo de Trabajo.
Le negaron el regreso a su lugar de trabajo CON EL ALTA MÉDICA, le negaron el retiro voluntario. Lo empujaron a la reserva de puesto sin goce de sueldo y sin obra social, una forma elegante de decir: "No trabajás, no cobrás". Lo dejaron sin salario, sin contención, sin representación gremial y sin dignidad, lo aislaron.
Sergio Dovgan (Trabajador Ferroviario)
Y acá es donde el atropello patronal encontró terreno fértil: la ausencia total de respaldo gremial fue un factor clave para que este caso llegara al límite. La Comisión de Reclamos y los delegados brillaron por su ausencia. No solo no ofrecieron resistencia, sino que, con su silencio, dejaron al trabajador expuesto, desprotegido y a merced de una patronal que no duda en disciplinar y descartar el que sufre. La flaquezas (cuando no complicidad) de la estructura sindical entregó a Sergio a su suerte, revelando una profunda crisis de representatividad que deber ser señalada con claridad.
Aislado, sin respaldo ni contención, Sergio tuvo un terrible accidente en las vías de la Línea Sarmiento, fue arrollado por una formación y hoy pelea por su vida, con múltiple fracturas y lesiones en un pulmón.
Y cuando su vida pendía de un hilo, la obra social ferroviaria OSFE le negó la cirugía de urgencia que necesitaba, por razones de "costo". Intentaron trasladarlo a un centro más barato. Midieron su vida con una calculadora.
Peor aún, el Servicio Médico de la empresa no quiso recibir el certificado de internación por politraumatismo, negándole, incluso, el derecho básico a ser considerado enfermo. En ese acto burocrático y cruel, Sergio Dovgan, dejó de ser sujeto de derecho para pasar a ser un costo que convenía dejar caer.
Sabrina (la mujer de Sergio) (derecha) con la periodista Nancy Pazos
¿Qué hizo la Unión Ferroviaria?
Lamentablemente, la respuesta no vino de la estructura gremial, sino del compromiso inquebrantable de su familia y compañera de vida, Sabrina, que, ante la indiferencia de todos, tómo la iniciativa de ir personalmente a la obra social, exigir respuestas, visibilizar la situación y presionar hasta lograr una reacción. Su intervención fue decisiva para que Sergio fuera operado con la urgencia que requería. Fue ella, con determinación, quien hizo lo que debió hacer hecho la organización gremial, defender al compañero caído.
Por otro lado, Sabrina envió decenas de mensajes pidiendo ayuda a Marcelo Jorge "Coqui" el responsable de la Comisión de Reclamos, ese personaje ni siquiera le leyó los mensajes.
Y mientras Sergio pelea por su vida, luego de ser un empleado ejemplar y aportar al sindicato durante años, Trenes Argentinos Operaciones y la Unión Ferroviaria de la Línea Belgrano Sur le dieron la espalda de manera cruel y aberrante.
¿Tiene sentido aportar 20 años al sistema y al sindicato para no tener representación cuando más la necesitas?. ¿Es justo que un compañero con dos décadas de aportes y legajo ejemplar sea descartado y violentado como un número más?. ¿Ese es el modelo sindical que queremos?.
No hubo sindicato. No hubo empatía. No hubo humanidad. Hubo silencio. y ese silencio, cuando se trata de organizaciones que deberían defender a sus trabajadores, es TRAICIÓN.
Este caso no es aislado. Es el resultado de una lógica deshumanizante que atraviesa muchas estructuras laborales, incluso en empresas públicas: la lógica del descarte, del disciplinamiento y de abandonar al que no produce o atraviesa un difícil momento. Cuando un trabajador enferma, cuando sufre, cuando necesita, se convierte en una carga que el sistema quiere sacar del medio. Y sin organización gremial combativa y humana, esa lógica del descarte se fortalece.
Compañero ferroviario, el DESCARTE que hacen hoy con Sergio, a la Vista de Todos, solo busca disciplinarnos aún más, mantenernos boca abajo, sin mirar al de al lado, sin ser solidarios.
EN ESTOS MOMENTOS, DONDE TODOS PADECEMOS Y SUFRIMOS LAS POLÍTICAS ACTUALES, NO HAY MUCHAS POSTURAS ANTE ESTA SITUACIÓN QUE LE TOCA VIVIR A SERGIO, O SE ESTÁ CON LA EMPRESA QUE BUSCA PISARNOS LA CABEZA, O SE ES SOLIDARIO Y CAMBIAMOS EL CHIP INDIVIDUALISTA DE QUERER SALVARNOS SOLOS. Está en nosotros RECONSTRUIR LOS LAZOS HISTÓRICOS DE LA CLASE TRABAJADORA, LAZOS DE SOLIDARIDAD ENTRE PARES, LAZOS DE LUCHA COLECTIVA ANTE PROBLEMAS COMUNES.
Solidaridad ACTIVA con el compañero Sergio Dovgan
Que se restablezcan sus derechos laborales y su salario completo.
Que se garantice su atención médica integral y urgente, sin excusas ni demoras.
La salud mental es salud. La vida de un compañero vele más que cualquier presupuesto.
Sergio no está solo. Sergio somos todos. Y lo que le pasó a él, puede volver a pasar si no recuperamos la fuerza colectiva de lucha y solidaridad.
QUE DANIEL FALZOI DÉ LA CARA, ANTE LA VIOLENCIA EMPRESARIAL QUE SUFRIÓ SERGIO Y SU FAMILIA.
SABRINA (Mujer de Sergio) JUNTO A FAMILIARES, AMIGOS Y COMPAÑEROS DE LA LÍNEA BELGRANO SUR.
Desde Crónica Ferroviaria deseamos fervientemente que Sergio Dovgan pueda volver nuevamente a prestar servicio como trabajador ferroviario en la Línea Belgrano Sur. Tener un poco de humanidad no cuesta nada.