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Primero, la extensión de la línea "E" del subte porteño iba a
estrenarse en 2012. Luego, las obras se retrasaron y su inauguración se
postergó un año más. Sin embargo, nada de eso sucedió. Desde hace casi dos
años, las tres estaciones del nuevo tramo que unirá Plaza de Mayo con Retiro
están listas, pero carecen de algo fundamental: las vías.
Ocurre que la licitación para estas obras aún no se lanzó; si hoy se
adjudicara la obra y comenzaran a trabajar, la línea "E" no estaría
en funcionamiento antes de 2017, según indicaron desde Subterráneos Buenos
Aires Sociedad del Estado (Sbase), a cargo del servicio.
La traba radica en que mientras el gobierno de la ciudad asegura que es
la Nación la que debe asumir el costo de vías, rieles y el sistema de
señalizaciones (estimado en más de 500 millones de pesos), las negociaciones
por resolver quién afronta estos gastos no avanzan.
Ante la consulta de LA NACION, en Sbase informaron que estaban dialogando
con el Gobierno "para poder iniciar así las obras faltantes: las vías, el
sistema de señales, las escaleras y ascensores". Pero no ahondaron en
detalles sobre las negociaciones.
En tanto, en el Ministerio del Interior y Transporte de la Nación aseguraron
que quien debía hacerse cargo de adquirir las vías era la Ciudad. "El
subte ya no es nuestro", respondió un vocero del área.
Frente a este escenario, las chances de que la extensión de la línea E
avance son muy pocas. Y el gobierno nacional no ha mostrado indicios de
colaborar con la Ciudad, como sí lo hizo el 3 de junio del año pasado, cuando
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de gobierno porteño,
Mauricio Macri, dejaron inaugurado un tramo de la autopista Illia tras siete años
de demora por una puja política.
Pujas y desencuentros
El traspaso del control del subte a manos de la Ciudad se efectivizó en
enero de 2012. El acuerdo implicó la transferencia de la gestión de la
totalidad de la red, incluido el Premetro.
Sin embargo, la extensión de la línea "E" suscitó indefiniciones: debía
terminarla la Nación, ya que la línea "E" no estaba especificada en el contrato
de traspaso. Pero el gobierno nacional se desligó del problema. "Cuando se
firmó el traspaso, esta obra no estaba incluida, por lo que la Ciudad no tiene
la posesión de la obra. Pero igual negociamos, porque asumiremos esta
situación", indicaron desde Sbase.
Aunque sin las vías, las tres estaciones (Correo Central, Catalinas y
Retiro) están hoy terminadas: tienen los pisos, los techos y los azulejos ya
colocados.
Se estima que la prolongación de esta línea -que hoy une las cabeceras
Plaza de los Virreyes, en Flores, y Bolívar, junto al Cabildo- sumará unos
30.000 pasajeros, por lo que serán unos 90.000 en total.
El trazado corre en diagonal por debajo de la Plaza de Mayo y, luego,
toma el eje de la avenida Alem hasta Retiro. Con esta obra, la extensión total entre
las cabeceras será de 11,6 kilómetros.
Como la mayoría de las grandes obras de infraestructura pública, los
trabajos de extensión de la línea E acumulan años de postergaciones. El
proyecto se licitó por primera vez en 1999, pero en 2001 los trabajos quedaron
en suspenso, hasta que fueron reactivados en 2006. La actual construcción sólo
comenzó a fines de 2008 y estuvo a cargo del gobierno nacional hasta 2013.
Por la inflación y el atraso registrado en la construcción, la obra ya
costó a la Casa Rosada el cuádruple del presupuesto original: pasó de $ 347 a $
1200 millones.
Una obra interminable
2008
Puesta en marcha
En diciembre comenzaron los trabajos para extender la línea E. Habían
prometieron su estreno para 2012
$ 1200 millones
El costo total de la obra civil. El presupuesto original era de $ 347
millones, pero fue variando por la inflación
90.000 pasajeros
Esa cantidad de usuarios se beneficiaría con la extensión de la traza,
desde Plaza de Mayo hasta Retiro.Fuente La Nación