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4 de marzo de 2024

480 millones de toneladas transportaron los trenes de Argentina (Y mí Tía no tiene rueditas)

Nota de Opinión

Por: Jorge de Mendonça (Presidente Asociación Intermodal de América del Sur AIMAS) (para Crónica Ferroviaria)


Desde que desde en el 2000 se adjudicó la crisis ferroviaria a lo viejo de la infraestructura, pasaron unos 300.000 trenes. Es decir, la crisis es comercial y no técnica o económica.

La Tía con rueditas

Mí Padre me explicó que, si mi Tía tuviera rueditas, sería bicicleta.

Pues bien, si nuestros ferrocarriles tuvieran cordura, en los 31/33 años de concesión, podrían haber reconstruido 27.000 Km de vías en lugar de haber abandonado 10.000 y deprimido 17.000, donde en lugar de haber hundido patrimonio público en un orden de casi 30.000 millones de dólares, quizá podrían haber ganado la misma cifra, sumada a la reconstrucción e impuestos.

Si nos basamos en que el costo de reinversión siempre tiene que estar en las cuentas, así como las ganancias y los impuestos, ningún tren debió haberse movido si es que "las cuentas no daban" o la tarea debería haberse realizado con excelencia, atendiendo a toda clientela, aliándose con puertos y camiones, asegurando flujo de contratos y dando respaldo a inversiones con deuda para reconstrucción recuperable.


Claro, solo faltaron tres cosas: Entender que se estaba para servir a la Economía ganando buen dinero; que no vale gastar la tarjeta si no se la prevé pagar; y que solo sería rentable recuperando la infraestructura escalándola a 25 toneladas por eje y gálibo alto.

¿De dónde saldría el dinero? Pues de la seriedad del proyecto comercial ferroviario.

Comercial (ferroviario): El déficit no es ni ni excusa. La ineficiencia no debe contar. Sea por negocio directo o por parte de un servicio que no recuperará adecuadamente, en las cuentas debe estar sincerado desde el subsidio hasta los números de las externalidades mensuradas que fundamentan esa prestación y, siempre, alguien debe pagar esa diferencia. Competencia desleal, abandono de mercado o sector económico, deprimir bienes de uso no es opción para una visión comercial (Ésta concepción - interpretación la desarrollamos, entendimos, junto a Federico Ignacio Weinhold desde circa 2018).

Nota: Por mí propia trayectoria en el ambiente del transporte y del riel, y entrevistando día tras día a estudiantes y técnicos ferroviarios, la cuestión ferroviaria argentina solo hace las cosas como algo que simplemente es bueno y suficiente. No rinde cuentas ni está para un objetivo rentable, mucho menos para atender al Territorio Económico.

Camioneros a las vías

Con su mismo muy buen sentido común basado en conocimiento de Historia, Política, Cultura y simple Vida, mí Padre también me dijo a principio de los años '70s que la solución ferroviaria estaría cuando le pasen el ferrocarril a las empresas de camiones. 

¿Qué fue lo que me costó 50 años más para comprender?

El intermodalismo aprendido con el gran Frank J Richter, más los "años de vías y rutas" en alianza con Daniel Campana y particularmente al ahondar los antecedentes probatorios junto a Federico Ignacio Weinhold por fin pude comprender que lo comercial es la única guía, y es por eso que mí Padre me había dicho aquello: Los empresarios del transporte automotor saben del negocio y es por eso que podrán pronto encontrar la solución también en el ferrocarril como lo hicieron en un País que no les daba caminos asfaltados ni ninguna ventaja.

A esta altura, será seguro que el lector pensará "¿pero qué le ha pasado a este muchacho que no entiende que lo comercial es la guía?", pues bien, si escuchara su pensamiento, yo le diría que trate de encontrar un solo documento de planificación de transporte de Argentina, especialmente que estuviera fundamentando endeudamiento público para alguna cosa ferroviaria, en donde lo comercial esté realmente guiando el plan. Y, si lo encuentra, que por favor confirme el grado de "dibujo de la cosa".

Nota personal: Creyendo en mí Padre y en lo que veíamos en Estados Unidos, mas lo que habíamos visto entre 1964 y 1971 en nuestro propio País, con Pablo Martorelli en 1990 nos presentamos ante la junta directiva de FADEEAC Es Transporte de Cargas (En el edificio Barolo, si mal no recuerdo), para sugerirles que se presentaran en la licitación de los ferrocarriles. Si en aquel momento yo hubiera tenido el mismo conocimiento intermodal y comercial de hoy, no hubiera dejado de insistirles como junto con AIMAS Asociación Intermodal de América del Sur lo hago hoy día a día.

Basado en datos: El ADN de la cultura no comercial

A principios de los años '70s, el Dr Sylvester Damus demostró en su Tesis Doctoral (University of Chicago) que el Plan de Largo Alcance para los Transportes no contenía ni estudios ni proyectos de verdadero conocimiento operativo ferroviario, como tampoco un desarrollo de la cuestión comercial ferroviaria. Por mí parte, agrego algo mucho más simple a todo eso: Siendo un plan de modificación de la conectividad del Territorio Económico, no contenía ni expresión de la economía geográfica al momento, ni mucho menos los escenarios territoriales previstos ante tal brutal intervención en los conductores de los flujos de movilidad y logística.

Atento a que reiteradamente se escucha en conferencias y en cátedras, más se lee en escritos, tesis y libros sobre las bondades de aquel Plan de largo alcance, queda muy en claro que, o no se está aplicando una adecuada concepción comercial de la cosa o, definitivamente, no se la toma en cuenta.

Reiterando eso de basarse en datos, el "Plan de largo alcance...", en el segundo parágrafo del informe central, dice que "Argentina no es un país subdesarrollado, sino que tiene sus redes en crisis". 

Casualmente, en aquel año 1961 de presentación del informe, y por los siguientes 4 a 7 años (según la fuente), Argentina se encontraba dentro del Top Ten de las economías mundiales.

Recordando que sin logística y movilidad no hay economía posible, puede que no queden dudas de la correlación fáctica y conceptual entre una economía que se fue deteniendo y una logística que se decidió achicar.

40% a la infraestructura versus 0% y depreciación fáctica

A partir de conversaciones con comerciales de las concesionarias y consultas a colegas que "están detrás de los números", partí del supuesto que la operación ferroviaria pura con lo que hoy hacen, les sostiene los costos para mover los trenes y asegurar alguna rentabilidad a sus accionistas.

Es decir, el vagón de 80 toneladas cargado con 55 toneladas es el punto de equilibrio de un servicio que va muy lento, que no pone un peso en mejorar su infraestructura y que ha invertido en menos del 1% de la flota. Es un "punto cero" aceptable y claro para cualquier cálculo paramétrico basado en él.

Simple: No pueden poner un peso en reinversión en nada, y casi que tampoco el 14% para el mantenimiento del día a día. 

Algunos estiman en U$S 1.500 millones perdidos cada año por los 300 descarrilamientos anuales (sin contar el impacto en la propia economía de la prestación del servicio). ¿¡30.000 millones solo desde 2000!?

Las casi 750 millones de toneladas movilizadas desde 1991, si hubieran sido parte de una infraestructura de 25 toneladas por eje, hubieran aportado 2.700 millones de Dólares por mayor productividad de cada vagón. 

Como eso también les hubiera permitido más carga con menos trenes en menos tiempo de giro, hubiera inducido a un menor costo en material rodante y operación con el consecuente mejor mantenimiento.

Esa calidad ante el público, y una visión comercial y alianzas con todos los modos y mercados, más un gálibo alto, más servicios regulares, frecuentes de trenes de mixtos para pasajeros y vagones estación por estación y expresos, habrían agregado un mayor índice de aporte a la infraestructura por carro movilizado (Sí, los trenes mixtos, parando en todas, constituyen una parte importante del negocio).

No es motivo de la nota el detallar cada parámetro y fórmula, pero atento a que 17.000 de los 27.000 Km de aquel 1990 estaban lo suficientemente en condiciones como para llegar hasta el día de hoy movilizando miles de trenes; a que la alianza con el camión más los trenes mixtos, la doble estiba de contenedor y la maximización de flujo de cargas generales de toda estación y sector permitían un tres a uno frente a la reinversión de los graneles, ya estarían pagos unos 15.000 millones para las vías (casi 20.000 Km si no hay pícaros entre medio).

¿Cuánto hubiera impactado en la economía del País la existencia de un ferrocarril verdaderamente comercial y en fuerte alianza intermodal con los demás modos?

Con los volúmenes medios de la logística de los últimos 5 años, esa alianza podría estar en el orden de los 100 millones de toneladas anuales, suficientes para sostener la reinversión permanente pero, como ya lo cité al principio, mí Tía no tiene rueditas.

27 de febrero de 2018

Crisis de material rodante en la línea B: 60 coches están fuera de servicio

Actualidad

De los 14 CAF 6000 comprados, cuatro permanecen fuera de servicio y sin fecha cierta de incorporación. Fuentes sindicales aseguran que los están "canibalizando" para obtener repuestos. Los Mitsubishi, próximos a cumplir 60 años, sufren el paso del tiempo y acentúan su deterioro. La imprevista salida de servicio de los CAF 5000 por presencia de asbesto, que descolocó tanto a Metrovías como a SBASE, terminó de complicar el panorama. ¿Tiene salida la crisis de la línea B?

La línea B se encuentra a las puertas de una seria crisis de material rodante en la cual la diversidad de la flota tiene un profundo impacto.

La situación se debe, principalmente, a la demora en la incorporación de las polémicas formaciones CAF 6000 adquiridas en 2013 al Metro de Madrid, pero se vio agravada inesperadamente en la última semana con la salida de servicio de los CAF 5000 al descubrirse que contenían material cancerígeno entre sus componentes eléctricos.


Este imprevisto descolocó tanto a Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) como a Metrovías. En diálogo con enelSubte, voceros de la empresa estatal aseguraron que por estos días, y coincidiendo con el final del programa operativo de verano, se está analizando una “reestructuración del programa de la B”.

Incluso antes del estallido de la crisis del asbesto la situación no era buena. Tal como confirmó SBASE días atrás, sólo la mitad de los CAF 5000 (tres formaciones) estaban en condiciones de prestar servicio. Las otras tres, en tanto, estaban apartadas por razones de seguridad operativa. El número permanecía sin cambios desde mediados del año pasado, cuando este medio anticipó que sólo el 50% de los trenes de ese modelo estaba en funcionamiento.

Por el lado de los CAF 6000, de cuya compra se cumplirán en pocos meses más cinco años, las cosas no vienen mucho mejor: el año pasado finalizó con diez formaciones (de un total de catorce) en servicio.

Consultados por este medio, voceros de SBASE declinaron confirmar un cronograma de incorporación de los cuatro trenes restantes, reiterando, como lo hicieran en anteriores oportunidades, que su puesta en marcha dependerá de los avances de la obra eléctrica que fuera adjudicada a Alstom Brasil en abril del año pasado.

Fuentes sindicales, sin embargo, dieron otra versión: aseguran que esos cuatro trenes, que nunca llegaron a entrar en servicio, están siendo “canibalizados” -tal el término que se utiliza en la jerga ferroviaria a tomar piezas de un vehículo para utilizarlas como repuestos en otro- debido a inconvenientes para conseguir componentes de reemplazo para las diez formaciones en servicio. Si bien no hay obstáculos para que en el futuro los vehículos canibalizados puedan ser rehabilitados nuevamente, nada hace prever que eso se haga en el corto plazo.

Ante este complejo panorama, se ordenó que los Mitsubishi sean trasladados a talleres externos para practicarles una Reparación General (RG) para prolongar su ya sobrepasada vida útil y tratar de ponerlos en servicio lo antes posible.

De hecho, ya desde el año pasado, y contemplando los crecientes inconvenientes con las flotas adquiridas de segunda mano al Metro de Madrid, SBASE había tomado la decisión de frenar el plan original, que contemplaba el paulatino retiro de los Mitsubishi conforme se fueran integrando a la línea los CAF 6000.

La flota japonesa, reducida ahora a 96 coches (de 128 que eran originalmente, una parte fue rematada y otra donada al Metro de Tokio, donde se los restauró a su aspecto original), continúa siendo la principal dotación de la línea y asegurando el servicio diario. Sin embargo, a pesar de la nobleza de su mecánica, los años comienzan a pasarle factura a la flota más antigua del Subte, que en poco tiempo más cumplirá 60 años. Según pudo saber este medio meses atrás, las bandas de rodadura de los pares montados se encuentran gastadas y prácticamente al límite de la tolerancia admitida. Pese a esto, no existían, al menos entonces, planes para comprar nuevos ejes.

La combinación de estos numerosos problemas con tres flotas dispares plantea serios interrogantes acerca del futuro del servicio de la línea B. El descalabro operativo de la línea se vuelve especialmente relevante en el contexto de selección de un nuevo operador privado que tendrá que lidiar durante buena parte de su eventual concesión con las consecuencias de serios errores de planificación y malas decisiones tomadas algunos años atrás. En cualquier caso, la gravedad de los hechos obliga a Subterráneos de Buenos Aires a pensar cuál debe ser la salida a una crisis -en buena medida autoinfligida– que lleva prolongándose ya demasiado tiempo.EnelSubte.com

21 de enero de 2015

Los ferrocarriles que supieron conseguir (sobre las ferrovías argentinas)

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria

Permítame presentarle a mi nuevo libro que es parte de los resultados de investigación obtenidos durante mi postdoctorado completado en la Universidad de São Paulo y Universidad de Buenos Aires (2013-14).

El libro "Los ferrocarriles que supieron conseguir" está siendo lanzado simultáneamente en Brasil y Argentina. En Brasil pueden ser adquiridas por Mercado Libre: http://produto.mercadolivre.com.br/MLB-621331168-los-ferrocarriles-que-supieron-conseguir-_JM

En Argentina en el sitio de la Editamos libros - http://www.editamoslibros.com.ar


Resumen

Este libro es parte de una investigación un poco más amplia nombrada “La re-invención de los negocios ferroviarios: Argentina y Brasil entre 1950 y 1990” que corresponde a mi post doctorado desarrollado en la Universidad de San Pablo en convenio con la Universidad de Buenos Aires, y que cuenta para ese fin, con una beca de la “Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo – FAPESP”.

Mí objetivo es analizar las principales intervenciones estatales argentinas y brasileñas, respectivamente, frente a la conocida crisis ferroviaria. En manos estatales, por décadas, los ferrocarriles pasaron por una amplia reformulación de sus modelos de negocios; y después, en ambos países, volvieron al control de la iniciativa privada. Desde la década de 1990 se dio en ambos países una condición “muy rara”: las concesiones de los ferrocarriles, a pesar de públicas, han atendido a intereses cada vez más privados.

Planteo que las acciones estatales no se limitaron a “desmantelamientos” o a la falta de una mirada "nacionalista" de esos gobernantes. Tales acciones fueron determinadas por las necesidades de ajustes a la nueva forma de reproducción ampliada del capital, tras la Segunda Guerra Mundial. La estatización del sistema ocurrió en uno de aquellos momentos en que el sector ferroviario dejó de ser atractivo a los inversores privados; y la “re-privatización” solo ocurrió en la década de 1990, porque algo había cambiado en el sector ferroviario… que volvió, de nuevo, a ser atractivo a ‘algunos’ de los intereses privados.
Saludos cordiales
Ivanil Nunes

24 de octubre de 2013

TRENES: OTRA MENTIRA MÁS Y VAN.....

ACTUALIDAD

Randazzo anunció la estatización de la Línea Sarmiento, la línea de trenes que registra tres choques con 54 muertos en los últimos 20 meses. La cortina de humo oficial

Ante la magnitud de la crisis ferroviaria, que llevó a que los trenes se hayan convertido en trampas mortales para las miles de personas que no tienen otra alternativa que recurrir a este medio de transporte para trasladarse a sus lugares de trabajo o estudio, el gobierno K ayer anunció una seudoestatización del Sarmiento. Se trata de la línea férrea donde, en los últimos 20 meses, se produjeron tres siniestros que se cobraron la vida de 54 personas y causaron decenas de heridos.


Fiel al estilo de la administración kirchnerista, el anuncio fue una cortina de humo que, obviamente, no implicará ninguna mejora para los pasajeros ya que la mejora del sistema ferroviario requiere de una inversión –de aproximadamente 8000 mil millones de dólares, sólo para poner en condiciones la estructura existente- que nunca llegó ni siquiera a ser contemplada por la administración K. Es algo lógico para un gobierno que decidió tener otras prioridades, como cumplir religiosamente con el pago de la fraudulenta deuda externa (lleva pagados más de 173 mil millones de dólares en la última década) y subsidiar el infame sistema de clientelismo político.

El anuncio de ayer estuvo a cargo del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a quien en los últimos días se le borró la sonrisa que solía mostrar permanentemente en su rostro. No es para menos ya que el siniestro del último sábado, que no causó muertos de milagro, puso de manifiesto que todo lo que anunció el gobierno desde el choque de estación Once, en febrero de 2012, fue un simple maquillaje.

“La decisión es que no haya más un operador privado en esa línea”, dijo Randazzo, quien enumeró una serie de irregularidades que cometió la Unidad de Gestión Operativa del Mitre y Sarmiento (UGOMS) que operaba la línea.

Ahora bien, los empresarios que administraban el Sarmiento, como son el Grupo Roggio y el Grupo Romero, mantendrán la concesión del resto de las líneas férreas.

Controles insuficientes

Eso no fue todo: el ministro también anunció, como si se tratara de un cambio copernicano, que los controles médicos y psicológicos, del personal ferroviario, asignado a la conducción de las formaciones, pasará a ser realizado por la Fuerza Aérea.

Lo que no dice el gobierno es como puede ser que, habiendo videos que acreditan la poca profesionalidad del maquinista, que ni siquiera usaba uniforme, no fue cesado antes en el trabajo. Esto, a su vez, se potencia con los riesgos que implica las formaciones de más de 40 años de antigüedad, que se encuentran recicladas, y que diariamente transportan miles de personas. Sólo con mirar el estado del asiento del maquinista, donde se puede apreciar la goma espuma del relleno, cualquier individuo puede darse cuenta del deterioro extremo del sistema.


Asimismo, lo que tampoco dice Randazzo, ni ningún funcionario K, es que las Fuerzas Armadas, que ahora deberán hacer los controles, atraviesan una crisis tan profunda como la que se registra en ferrocarriles. Cuentan con un presupuesto paupérrimo que lleva a que, por ejemplo, de los 53 Mirage III comprados a partir de 1968, quedan sólo 14 en la base aérea de Tandil. La mayoría de esas aeronaves está en condiciones muy precarias, no tienen radar en servicio, lo que les impide interceptar aeronaves. Y sólo vuelan si cuentan con buenas condiciones meteorológicas. Peor, imposible.DiarioHOY

20 de enero de 2013

RECUPERAR EL SISTEMA FERROVIARIO Y REPENSAR EL TRANSPORTE


ACTUALIDAD

La solución a la crisis ferroviaria no está vinculada a medidas cosméticas y aisladas de la problemática general del ferrocarril, sino a una concepción mucho más amplia que alberga a la totalidad del transporte. Por su incidencia en la macroeconomía, el transporte debería tener una clara política de Estado. Los intentos que hemos visto apuntan a corregir algunas cuestiones, pero no alcanzan al centro del problema, que a nuestro juicio es la desmedida transferencia de recursos al modo automotor en detrimento del ferrocarril.

Esto no es nuevo, se implementó con el Plan Larkin desde la década del ’60 y no ha disminuido la influencia política del petróleo, el caucho y la metalmecánica.

Una Ley Federal del Transporte es más que necesaria en un país en el que, al margen de la tragedia de Once con 52 muertes, coexisten a su vez 23 muertes por día que generan 8395 al año, lo que significan objetivamente  aproximadamente trece guerras de Malvinas cada doce meses. Muy pocos hablan de los 10 mil millones de pesos que el Estado Nacional gasta atendiendo las consecuencias de estas muertes, de los miles de heridos e impedidos físicos que generan los accidentes de transito carretero.

Secretario General del gremio La Fraternidad, señor Omar Maturano

Ésta es sólo una de las tantas aristas del tema de transportes, a la que deberemos agregar el uso discriminado del suelo, el recalentamiento global, el uso racional de los hidrocarburos, y las externalidades que jamás fueron cuantificadas económicamente, como lo hacen las economías avanzadas, entre ellas Brasil, para advertir la necesidad de que el Estado Nacional mediante una ley federal, coordine el sistema de transporte.

Los ferrocarriles que fueron monopólicos durante el siglo XIX y la mitad del XX, quedaron ahora con menos del 6% del mercado de cargas generales, mientras que en el sector de pasajeros desapareció la media y larga distancia. Para recuperar el ferrocarril hay que invertir en vías fundamentalmente y para ello es necesario el aporte estatal. Ni más ni menos que lo que hace con el camión y el colectivo, ya que los Estados son los que solventan la calle, la ruta, el semáforo, la policía de control vehicular, el control de alcoholemia, la cartelería, la construcción de túneles y puentes, el bacheado, etcétera, etcétera, etcétera.

La recuperación del sistema ferroviario va de la mano con una Ley Federal del Transporte, sobre la base de la “complementariedad de los medios técnicos alternativos“, la creación de un “ente de control y regulación con efectivo poder de policía, con participación de los trabajadores y los usuarios”.

Hay una etapa ya cumplida, que fue la creación de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse), que son las empresas públicas que fueron creadas por Néstor Kirchner para reparar las vías y operar servicios. Está faltando el presupuesto y la política para impulsarlas y para que puedan desarrollar los objetivos para los que fueron creadas. Asimismo, resta desmantelar definitivamente el marco jurídico (Ley de Reforma del Estado) que en los ’90 posibilitó semejante descalabro.

El ferrocarril regresará, no por cuestiones románticas, “como regresa la primavera después de cada verano”, ni con la compra permanente de material extranjero, sino con la convicción política de recuperar las empresas publicas al servicio de la gente, la vida y el ecosistema.Nota de Opinión de Omar Maturano para InfoBae.com

10 de junio de 2012

DIPUTADA OCAÑA: "EL GOBIERNO TIENE QUE EXPLICAR CUÁL ES SU PLAN PARA RESOLVER LA CRISIS FERROVIARIA"


ACTUALIDAD

La diputada nacional Graciela Ocaña reclamó hoy al Gobierno nacional que "explique cuál es su proyecto para recuperar los trenes, qué plan de inversiones tienen estipulado para los próximos años y cuándo van a poner fin a la situación de Emergencia Ferroviaria, entre otras políticas que ni la Presidenta ni el ministro Florencio Randazzo se han encargado de explicar".

Ocaña se refirió a la creación del flamante Ministerio de Interior y Transporte a cargo de Randazzo y destacó: "El Gobierno tiene que dar una explicación seria en torno a este pase de manos de un ministro a otro que aún no fue explicado, más allá del quite del evidente poder al ya desgastado ministro De Vido".

Diputada Nacional Graciela Ocaña

Ocaña subrayó a través de un comunicado: "Apoyamos la iniciativa de coordinación de políticas de transporte entre Nación, Ciudad y Provincia, de hecho junto con el legislador Daniel Amoroso presentamos un proyecto con ese objetivo, y esperamos que no se convierta en un escenario de conflicto político ni en una disputa por ver quién se hace cargo de los gastos de mantenimiento, sino que sea una verdadera coordinación de políticas interjurisdiccionales".

Pero, asimismo, destacó que "más allá de ese anuncio nos preocupa conocer cuál es el plan del nuevo Ministerio de Interior y Transporte para resolver la crisis ferroviaria".

En ese sentido, apuntó: "Esta tarde se produjo otra vez un accidente ferroviario, afortunadamente sin muertos pero con una quincena de heridos. Hay una responsabilidad exclusiva del Gobierno nacional en el estado calamitoso de los trenes y en las condiciones deplorables del servicio que brindan las concesionarias".

Y concluyó: "¿Cuál es el plan de Randazzo para resolver esta situación?".Terra