NOTA DE OPINIÓN
Por: Juan Carlos Cena (*) (Para Crónica Ferroviaria)
Primero debería decir que sería interesante que quienes hablan y son
consultados por los medios masivos de comunicación, hablaran conociendo algo
del SISTEMA FERROVIARIO, esto debería implicar preocupación por el conocimiento
integral político – técnico, no el panfleto gastado…Sólo como comentario
resulta intolerable escuchar a los supuestos dirigentes sindicales de
ferrocarriles y políticos hablando del tema ferroviario, no saben, diría nada…
en algún momento hay que decirlo. Es consignismo puro. Siempre digo que a los
políticos y a los dirigentes gremiales hay que mirarles las manos, no la boca,
para ver que hacen.
En segundo lugar: hay en nuestro país más de una cantidad apreciable de
técnicos ferroviarios especializados con una larga experiencia en décadas
atesoradas de trabajo, capacitación, conocimiento acumulado. Consultarlos
estaría interesante.
Ahora quiero referirme a esta supuesta PRIVATIZACIÓN de algunas líneas
de los ferrocarriles metropolitanos…
No hay PRIVATIZACIÓN… las concesiones continúan, todo sigue igual,
maniatado por la Reforma del Estado, decretos y leyes correspondientes.
Lo he dicho un centenar de veces… los ferrocarriles fueron
concesionados… y el subsidio es como si fuera un alquiler al revés… paga el
propietario del ferrocarril, que es el Estado, al concesionario, esto se
traduce en: SUBSIDIOS Y MÁS PREBENDAS…
La privatización implica que todo el material rodante, vías, talleres si
hubiera, almacenes, es decir, toda la infraestructura pasa a manos privadas.
Como fueron en su momento los ferrocarriles ingleses y en menor medida
franceses. Lo que se NACIONALIZÓ, en 1948, fueron 17 empresas privadas; este
conglomerado más los Ferrocarriles del Estado se transformó en un Sistema
Integrado de Transporte, Industrias y Comunicaciones.
Es preocupante leer en los diarios nacionales que los ferrocarriles se
han privatizado, no hay privatización siguen las CONCESIONES, no se puede
opinar e informar desde la ignorancia: es necesario repetir: la infraestructura
ferroviaria pertenece al ESTADO NACIONAL. La concesión fue la herramienta
obrante para destrozar el servicio ferroviario. No hubo control por parte de
ningún gobierno hasta el actual. Fue toda una política de Estado, cumplida a
raja tabla por todos, al ser este un estado colonizado, por las multinacionales
de la industria del transporte automotor.
Este falsario anuncio es para los ferrocarriles metropolitanos
únicamente, los de carga o la reinstalación de los trenes al interior, nada.
El ferrocarril es movimiento, en consecuencia no hay ninguna movilidad.
Solo cruces de vías.
Es decir, continuamos sin diseñar una política seria sobre el transporte
nacional y en particular sobre los ferrocarriles, la flota fluvial, flota de
mar y automotor, como lo tienen todos los países serios.
COMPRAS CHINAS
La deficiencia de las compras chinas es atroz. No se convocó nunca a
ningún técnico ferroviario. No pido que me convoquen a mí, pero pudieron haber
convocado a otros ferroviarios.
Es tan mala la compra que hay que adaptar la infraestructura ferroviaria
a las locomotoras y coches chinos. Hay que ensanchar los andenes y otras
partes. Es como si hubiera adquirido un traje para vestirme fuera de talle.
Para que me quede bien debo engordar o en caso contrario enflaquecer, ambos
fuera de talle.
El talle en el ferrocarril, según la trocha, se llama gálibo. Con esa
medida se deben adquirir los coches o locomotoras como se hizo siempre.
Esta es la prueba fehaciente que quienes manejan el actual ferrocarril
metropolitano o suburbano padecen de una ignorancia supina. Es decir, no se
puede opinar ni gestionar desde la ignorancia y desde la soberbia mediocre.
Por eso quiero nombrar a Aníbal Troilo cuando le dijeron: ¡regresaste!
No, no regresé, yo nunca me fui. Los concesionarios nunca se fueron. Siempre
estuvieron camuflados en el UGOFE (Unión de Gestión Operativa Ferroviaria de
Emergencia), UGOMS, Unión de Gestión Operativa Mitre-Sarmiento, hoy disueltas,
todos en sociedad con el Estado.
Son socios del Estado, este los encubre y protege. El Estado obra como
una organización encubridora. Por lo tanto, no hay estatización, es un lavado
de cara, es decir una mentira más de tantas promesas incumplidas.
El F.C. Sarmiento es una empresa de ensayo, se prueba material rodante
que no sirve, que no corresponde. Cuando el Estado va a comprar al mundo debe
enviar técnicos que sepan, llevando en su poder las medidas técnicas
correspondientes. El caso anterior fue las compras que realizó el exsecretario
de Transporte, Ricardo Jaime, a España y Portugal, comprando chatarra, hoy
judicializado pero libre como tantos otros.
(*) Presidente del MONAREFA