Exterior
Renfe ha puesto toda la carne en el asador por el AVE a California, para el que lleva reclutando personal desde principios del actual 2017: de acuerdo con las propuestas recibidas publicadas en la web de la Autoridad de Alta Velocidad de California (CHSRA, de sus siglas en inglés), el operador ferroviario español se ha aliado, entre otras muchas compañías, con la todopoderosa firma estatal Amtrak para ganar la primera fase del concurso. El AVE de California tendrá 1.300 kilómetros y pretende unir Sacramento y San Francisco (ambas al norte del estado californiano) con San Diego al sur, pasando por Los Ángeles.
El AVE de California es el contrato más jugoso a nivel mundial tras fracasar Renfe estrepitosamente en el AVE del Reino Unido, cuando el operador francés SNCF birló a la compañía española sus teóricos socios, Stagecoach y Virgin. Escarmentada, Renfe ha aprendido la lección y en la división internacional de la firma se ha conseguido sellar una alianza con Amtrak, que opera sobre 35.000 kilómetros en diferentes estados de EEUU, además de haber transportado a más de 30 millones de viajeros solo en 2015. Un gigante del transporte: ofrece principalmente servicios de tren (en un país en el que el uso del coche gana por goleada), pero también de autobús.
Hay cuatro candidaturas en liza para llevarse el AVE de California: la alemana (encabezada por Deutsche Bahn), la china (China Railway International), la italiana (Ferrovie dello Stato Italiane junto con la italo-británica First Group) y la gran sorpresa, la española encabezada por Renfe y Adif, que ha conseguido sumar a Amtrak. Con Renfe acude Globalvía y hasta un total de 28 firmas, entre consultoras y empresas de transporte. SNCF y Stagecoach no aparecen entre las aspirantes. Se espera que el AVE esté listo en 2029 y el coste total del proyecto aún está por calcular por parte de la CHSRA, pero se estima en varios miles de millones.
Proteccionismo de Trump
El conglomerado hispano-estadounidense opta así con fuerza a llevarse la primera fase, que aunque en apariencia no se trata de un gran contrato es primordial para lograr obtener la parte más importante, la segunda fase: se trata de un concurso para asesorar las cuestiones técnicas y comerciales que competen al diseño del tendido de alta velocidad que recorrerá California de norte a sur. Está estimado en 25 millones de euros y su preparación durará seis años, pero fuentes de Renfe aseguran que para ganar el grueso del AVE californiano “hay que hacerse con esta primera fase”.
La alianza con Amtrak es una buena jugada en un país marcadamente proteccionista: una ley de los años 30 (Buy American) impone que al menos un 30% de los grandes contratos públicos se asigne a firmas estadounidenses. Un proteccionismo que ha aumentado -al menos retóricamente- desde la llegada a la presidencia de Donald Trump.
El AVE de California culminará en 2029, siempre que se cumplan los planes del estado californiano. Tendrá 24 estaciones y los trenes superarán los 300 kilómetros por hora.ElIndependiente.es
Renfe ha puesto toda la carne en el asador por el AVE a California, para el que lleva reclutando personal desde principios del actual 2017: de acuerdo con las propuestas recibidas publicadas en la web de la Autoridad de Alta Velocidad de California (CHSRA, de sus siglas en inglés), el operador ferroviario español se ha aliado, entre otras muchas compañías, con la todopoderosa firma estatal Amtrak para ganar la primera fase del concurso. El AVE de California tendrá 1.300 kilómetros y pretende unir Sacramento y San Francisco (ambas al norte del estado californiano) con San Diego al sur, pasando por Los Ángeles.
El AVE de California es el contrato más jugoso a nivel mundial tras fracasar Renfe estrepitosamente en el AVE del Reino Unido, cuando el operador francés SNCF birló a la compañía española sus teóricos socios, Stagecoach y Virgin. Escarmentada, Renfe ha aprendido la lección y en la división internacional de la firma se ha conseguido sellar una alianza con Amtrak, que opera sobre 35.000 kilómetros en diferentes estados de EEUU, además de haber transportado a más de 30 millones de viajeros solo en 2015. Un gigante del transporte: ofrece principalmente servicios de tren (en un país en el que el uso del coche gana por goleada), pero también de autobús.
Hay cuatro candidaturas en liza para llevarse el AVE de California: la alemana (encabezada por Deutsche Bahn), la china (China Railway International), la italiana (Ferrovie dello Stato Italiane junto con la italo-británica First Group) y la gran sorpresa, la española encabezada por Renfe y Adif, que ha conseguido sumar a Amtrak. Con Renfe acude Globalvía y hasta un total de 28 firmas, entre consultoras y empresas de transporte. SNCF y Stagecoach no aparecen entre las aspirantes. Se espera que el AVE esté listo en 2029 y el coste total del proyecto aún está por calcular por parte de la CHSRA, pero se estima en varios miles de millones.
Proteccionismo de Trump
El conglomerado hispano-estadounidense opta así con fuerza a llevarse la primera fase, que aunque en apariencia no se trata de un gran contrato es primordial para lograr obtener la parte más importante, la segunda fase: se trata de un concurso para asesorar las cuestiones técnicas y comerciales que competen al diseño del tendido de alta velocidad que recorrerá California de norte a sur. Está estimado en 25 millones de euros y su preparación durará seis años, pero fuentes de Renfe aseguran que para ganar el grueso del AVE californiano “hay que hacerse con esta primera fase”.
La alianza con Amtrak es una buena jugada en un país marcadamente proteccionista: una ley de los años 30 (Buy American) impone que al menos un 30% de los grandes contratos públicos se asigne a firmas estadounidenses. Un proteccionismo que ha aumentado -al menos retóricamente- desde la llegada a la presidencia de Donald Trump.
El AVE de California culminará en 2029, siempre que se cumplan los planes del estado californiano. Tendrá 24 estaciones y los trenes superarán los 300 kilómetros por hora.ElIndependiente.es