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3 de diciembre de 2025

La privatización de los trenes: el topo Milei usa al Estado para achicar el riesgo empresario

Privatizaciones

Un informe muestra que LLA no interrumpió las transferencias y quiere poner a punto el servicio antes de entregárselo a los privados. La ofensiva de las cerealeras para quedarse con el Belgrano Cargas. Doble éxodo: se va el personal jerárquico y los trabajadores jóvenes con alta calificación.

Sin el debate público que se generó en torno a otras privatizaciones, Javier Milei avanza con un plan para reprivatizar los ferrocarriles argentinos, a tres décadas de la gran transformación que llevó adelante el menemismo con la concesión de los principales ramales de trenes en todo el país, que vence en estos meses. 

Milei apura un acuerdo con las grandes multinacionales cerealeras que quieren quedarse con el Belgrano Cargas y Logística SA, el estratégico tren de cargas que recorre 17 provincias y tiene una extensión de 7600 kilómetros. Pero además, tiene una política específica para los trenes de pasajeros que hasta ahora fue muy poco analizada por la oposición y el sindicalismo. 

Verdadera excepción, un análisis detallado sobre la gestión de la extrema derecha en materia ferroviaria acaba de publicarse bajo el título “Trenes Argentinos hoy: entre el ajuste y la puesta a punto para la privatización”. Se trata de un trabajo que elaboraron los especialistas Facundo Frey y Pablo Paéz junto al antropólogo Bruno Giormenti Moravec.

El proceso de privatización de BCyL es el que está más avanzado y el gobierno estudia hacer el llamado a licitación este mismo mes con un esquema de desintegración para dividir la operación del tren de cargas en distintas empresas. El objetivo es publicar los pliegos en diciembre y adjudicar durante el primer trimestre de 2026. 

Los autores del informe destacan que, a diferencia de lo que pasó durante el menemismo, hoy hay grandes grupos económicos que ven con interés la privatización, tanto por la rentabilidad de las zonas que atraviesa como por la infraestructura y el material rodante renovados por el Estado Nacional en los últimos años. “El horizonte de desarrollo minero y el viraje hacia esos sectores energéticos por parte de grupos empresarios como Techint -que ya tiene su operadora ferroviaria, FEPSA- hace que no falten interesados, aunque aún se discuten los términos. 

Algo parecido pasa con provincias como Catamarca y Salta, cuyas gobernaciones ya deslizaron el interés que tienen en que el Estado Nacional ceda los ramales que atraviesan sus provincias”, dicen. Además, recuerdan que cerealeras como COFCO, ACA y Viterra ya firmaron. durante la gestión del Frente de Todos, acuerdos de adelantamiento de flete para la recuperación de material rodante del Belgrano Cargos. 

Se suman las actuales concesionarias privadas de carga como Nuevo Central Argentino -de Roberto Urquía-, la lista de los interesados es larga, pero se destacan dos oferentes.  Por un lado, un bloque cerealero que reune a Aceitera General Deheza de Urquía con ACA, Bunge, Cargill, COFCO y Louis Dreyfus.. Por el otro, la multinacional minera Río Tinto, de capitales británicos y con intereses crecientes en Argentina.

El informe señala que la red actual del Belgrano Cargas mueve más de 21 millones de toneladas anuales de carga. Más de dos tercios de la carga transportada son granos, aceites y subproductos (67%), seguido de minerales y materiales de construcción (21%).

Tal como anticipó Rodrigo Nuñez en El Destape, “Trenes Argentinos Hoy” fue elaborado por el Equipo de Transporte de la Fundación para el Desarrollo Humano Integral. Frey es licenciado en Gestión y Tecnología Ferroviaria, Giormenti es Docente en la UTN y coordinador del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico, Social y Urbano (CEDESU) y Paez, que trabaja en el Ferrocarril Sarmiento desde hace 20 años, es además técnico ferroviario y licenciado en Gestión de Transporte Ferroviario.

Los autores comparan el proceso de privatizaciones iniciado por Milei con la Ley 23.696 de “Reforma del Estado” de Carlos Menem. En diciembre de 2023 el Gobierno envió la Ley Bases 27.742 y declaró sujetas a privatización todas las empresas ferroviarias del Estado Nacional. A diferencia de la política del menemismo, señalan, en este caso Milei incluyó además la posibilidad de la venta directa de material rodante e infraestructura ferroviaria al sector privado.

La emergencia ferroviaria fue decidida por el decreto 525/24 de junio de 2024, rige por un período de 24 meses y asigna partidas presupuestarias para la ejecución de obras y compra de bienes. Abarca la administración y mantenimiento de la infraestructura ferroviaria y a la operación de los servicios en la Red Ferroviaria, sean ejercidas o no de manera directa por el Estado Nacional. 

El primer dato de relevancia del informe es que la emergencia ferroviaria se distingue del plan de ajuste y las políticas de austeridad del gobierno. “Mientras que prácticamente todas las reparticiones y empresas públicas vieron una reducción del presupuesto en términos reales, el ferrocarril salió bastante airoso de estos recortes (...) La Operadora Ferroviaria Sociedad Anónima (SOFSA) y el conjunto de empresas ferroviarias (ADIF, SOFSE, FASE, DECAHF, BCyL y Playas Ferroviarias) tuvieron un tratamiento de privilegio dentro del sector de empresas públicas”, dicen Frey, Giormenti y Páez. 

Como paso previo a la privatización, el holding Ferrocarriles Argentinos tomó el modelo del Belgrano Cargas y convirtió a todas las empresas del sector en sociedades anónimas.

Del análisis de las partidas presupuestarias surge que las transferencias corrientes recibidas por este conglomerado de empresas por parte del Tesoro Nacional se redujo, entre el primer semestre de 2025 y el mismo periodo un 1,85%, Es un violento contraste con el resto de las empresas públicas, que sufrieron un ajuste real fue del 83%. Si en 2024 prácticamente 1 de cada 5 pesos transferidos por el estado a las empresas públicas iba a la operadora SOFSE, para 2025 las transferencias eran 3 de cada 5 pesos. La conclusión es clara: en el conglomerado ferroviario se concentraron las transferencias del Tesoro a las empresas públicas.

Milei canceló varios proyectos ferroviarios de gran envergadura que tenían financiamiento internacional asegurado, pero sostuvo un importante número de obras por parte de las empresas ferroviarias públicas. La pregunta es por qué. Para los autores, el gobierno libertario apunta a viabilizar un negocio para el privado cuando el sistema ferroviario no es negocio para el Estado. La gran cantidad de inversiones que hacen falta para sostener el sistema no genera una posibilidad atractiva para una concesión que depende de las transferencias del sector público. “El gobierno se planteó dos objetivos principales: realizar inversiones críticas que mejoren las condiciones de operación ante una eventual privatización y avanzar en el recorte de servicios y personal”.

En cuanto a los servicios, un dato da cuenta del desguace. Los pasajeros transportados durante el primer semestre de 2025 por los servicios de larga distancia cayeron en un 23% con respecto al 2024. En el medio, el gobierno de extrema derecha canceló o suspendió por tiempo indefinido de una docena de servicios interurbanos de pasajeros regionales y de larga distancia: Buenos Aires a Mendoza, San Luis, Córdoba, Tucumán, Rosario (expreso), Bahía Blanca, Pinamar y Pehuajó, La Banda-Fernández en Santiago del Estero, Rosario-Cañada de Gómez en Santa Fe, Córdoba-Villa María en Córdoba y el servicio turístico bonaerense Mercedes-Tomás Jofré. 

Aunque las inversiones se concentran especialmente en el AMBA, la cantidad de pasajeros también cayó en los servicios metropolitanos y en la primera mitad de 2025 fueron un 7% menos que en el mismo período de 2024.

El ajuste sobre los salarios del sector ferroviario tuvo impacto directo en la dotación de las empresas, que se redujo en un 15%: pasó de 30.320 empleados en noviembre de 2023 a 25.735 en septiembre de 2025. A los despidos, se sumaron miles de retiros “voluntarios” y jubilaciones anticipadas y despidos. 

Hay áreas operativas y técnicas que tienen dificultades para cumplir con los mantenimientos, obras o guardias necesarias que el servicio demanda. Los autores señalan que hay una doble estampida. Por un lado, el éxodo de personal jerárquico con décadas de experiencia que decide jubilarse en forma anticipada. Por el otro, trabajadores jóvenes de alta calificación con 10 o 15 años de oficio y formación que no ven un horizonte de desarrollo profesional y abandonan el ferrocarril por la caída del salario real, el hostigamiento psicológico y la incertidumbre. No es algo que empezó con Milei. “Casi una década de descenso del poder adquisitivo y de gestiones de distinto signo político que muchas veces vieron en esos trabajadores y trabajadoras un problema en lugar de los protagonistas de una reconstrucción prepararon el terreno actual”, dicen Frey, Giormenti y Páez. 

Entre las consideraciones finales, aparece un rasgo sintomático, que preocupa a los autores del trabajo. “Aunque latente, el sentido de pertenencia histórica que tantas veces fue motor de resistencias obreras resulta difícil de sostener cuando hasta la propia empresa pública, recuperada su identidad en lo formal, no es reivindicada -ni defendida- por fuerza política o sindical alguna. Ferrocarriles Argentinos no es de nadie”, dicen.

El informe tiene una mirada crítica de la gestión del peronismo de la unidad y muestra que se trató de un área donde la indefinición permanente también incidió para mal. Las concesiones vencidas, que representaban una oportunidad para repensar un criterio, no activaron una política el sector y Milei llegó con las manos libres para ejecutar su transformación. La paradoja es que sostiene el ciclo de capitalización con transferencias del Estado para suplir años de desinversión de los concesionarios privados. En palabras de Páez, uno de los autores del informe: “un Estado presente pagando las obras sin discutir el modelo ni el lugar de los privados”. ElDestape.com

28 de noviembre de 2025

El plan privatizador de Milei detrás de los coches explotados: El paso a paso del ajuste ferroviario

Privatizaciones

El proceso de privatización del sistema ferroviario, impulsado por el gobierno de Javier Milei, avanza en paralelo a un profundo ajuste operativo y laboral que redefine el mapa del transporte público. Los pasajeros como principales víctimas.

"Van a empezar los disturbios, esto no es como todos los años, es intencional y nosotros pagamos los platos rotos", exclamó un trabajador que se hizo viral en redes sociales desde un vagón colapsado de la Línea Sarmiento. Bajo el gobierno de Javier Milei, el ferrocarril se transformó en un caso paradigmático de ajuste selectivo: un sector deliberadamente deteriorado en su capacidad operativa, pero favorecido en términos relativos en la asignación de recursos a partir de la Emergencia Ferroviaria, tanto con el objetivo de volverlo “vendible” al capital privado cómo para evitar un descalabro que suponga un costo social, político y hasta humano.

La estrategia de la gestión libertaria se basa en reducir el sistema a su mínima expresión operativa, concentrar los recursos en las líneas y activos más rentables y generar las condiciones institucionales para una cesión progresiva de empresas y tramos a operadores privados o provinciales. En este marco, la emergencia se lee como una puesta a punto pre-privatizadora que combina suspensión de servicios, ajuste salarial y reducción de personal con inversiones puntuales que valorizan los activos públicos.

Los efectos son claros y se visibilizan en los vagones estallados que cruzan el oeste del conurbano bonaerense. A mediados de noviembre, la empresa Trenes Argentinos puso en marcha un esquema de horarios renovado para la línea Sarmiento. La medida, adoptada después del reciente descarrilamiento ocurrido cerca de la estación Liniers, supuso una disminución del 30% en la cantidad de servicios durante los días hábiles y la suspensión total de los trenes rápidos. Para el ramal Once–Moreno se redujo las frecuencias a niveles similares a los de los sábados, cada 14 minutos.

Privatización de los trenes: cuál es la estrategia del gobierno de Milei

En total, la red metropolitana mueve más de 326 millones de pasajeros anuales, promediando por día hábil algo más de 1.000.000 de personas. Con recetas que poco tienen de novedosas, el planteo libertario prefiere ver la gestión de los servicios ferroviarios de pasajeros y cargas en manos privadas. 

Un documento de la Fundación para el Desarrollo Humano Integral analizó cómo el Gobierno llevó adelante una política de ajuste estructural del gasto público que encontró en la gestión de las empresas públicas de transporte un objetivo directo. Su meta: la privatización de estas empresas, bajo una reedición del viejo lema menemista “nada de lo que deba ser del Estado permanecerá en manos del Estado”.

En diciembre de 2023, el Poder Ejecutivo envió al Congreso el proyecto de Ley 27.742 “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” donde se declaran “sujetas a privatización” todas las empresas ferroviarias del Estado Nacional. A diferencia de la política del menemismo, en este caso se incluyó la posibilidad de la venta directa de material rodante e infraestructura ferroviaria al sector privado. 

Sin embargo, en medio del debate parlamentario que terminaría en la aprobación de la Ley Bases por parte del Congreso, un choque de trenes levantó las alertas sobre el estado de funcionamiento y seguridad del sistema ferroviario. El 10 de mayo de 2024 un tren de pasajeros de la línea San Martín chocó por detrás a otro tren interno (sin pasajeros) que había quedado detenido por fallas en la locomotora entre Retiro y Palermo.

Por un lado, la locomotora sufrió un desperfecto y se detuvo en un lugar no planificado. Por el otro, el sistema de señalamiento automático con el que cuenta la línea estaba fuera de servicio desde hacía varias semanas en ese sector, lo que obligaba a una circulación en condiciones de seguridad precarias. Tres días después del accidente, el Gobierno anunció a través del vocero presidencial la emergencia ferroviaria.

La semana previa al choque, la dirección de Trenes Argentinos había advertido en una nota oficial dirigida al entonces Secretario de Transporte, Franco Mogetta, sobre el desfinanciamiento en el que se encontraba la empresa. En concreto, señalaba que el presupuesto de la empresa estaba un 75% por debajo del ejercicio del año anterior, y esto implicaba graves afectaciones en el normal funcionamiento de la empresa que se encontraba administrando recursos “al límite de lo prudente”. 

La emergencia ferroviaria fue finalmente decretada el 12 de junio de 2024. Además de otorgar instrumentos típicos de una declaración de emergencia, como la flexibilización de las contrataciones y asignación de fondos, obviando los procesos regulares de la administración, el Gobierno incorporó varias otras atribuciones. Entre estas, la posibilidad de renegociar deudas existentes, cancelar contrataciones, renegociar los términos con los concesionarios privados (incluyendo el otorgamiento de fondos) y la incorporación de inversores privados mediante contratos con las empresas ferroviarias estatales. 

En este punto se observa el claro contraste con el conjunto de la inversión pública en general y en particular las transferencias a las empresas públicas por parte del Tesoro Nacional. Mientras que prácticamente todas las reparticiones y empresas públicas vieron una reducción del presupuesto en términos reales, el ferrocarril, gracias al decreto, salió bastante airoso de estos recortes.

SOFSA y el conjunto de empresas ferroviarias tuvieron un tratamiento de privilegio dentro del sector de empresas públicas. Las transferencias corrientes recibidas por este conglomerado de empresas por parte del tesoro nacional se redujo, entre el primer semestre de 2025 y el mismo periodo de 2024, un 1,85%. El contraste es claro con el resto de las empresas públicas: la reducción real fue del 83%. La comparación con el primer semestre de 2023 es aún mayor: las empresas ferroviarias sufrieron un ajuste real del 39%, mientras que el resto de las empresas públicas vieron reducidas las transferencias del ejecutivo en un -89%. 

En definitiva, la emergencia no evitó que las empresas vieran reducidas las transferencias corrientes que reciben del tesoro para sostener su operación diaria. 

EL plan privatizador: reducción estructural e intereses privados

Si bien el Gobierno canceló varios proyectos ferroviarios de gran envergadura con distintos grados de avance, la mayoría con fuentes de financiamiento internacional aseguradas, gracias al sostenimiento financiero estatal se encuentran en desarrollo un importante número de obras por parte de las empresas ferroviarias públicas.

Entre los proyectos cancelados o pausados indefinidamente se destacan la extensión en viaducto de la línea Belgrano Sur a Constitución, la electrificación de la línea San Martín entre Retiro y Pilar, la extensión de la electrificación de la línea Mitre y el nuevo ramal circunvalar para la carga en la ciudad de Santa Fe.

Hasta el momento, el gobierno canceló o suspendió por tiempo indefinido de una docena de servicios interurbanos de pasajeros, tanto regionales como de larga distancia: Buenos Aires a Mendoza, San Luis, Córdoba, Tucumán, Rosario (expreso), Bahía Blanca, Pinamar y Pehuajó, La Banda - Fernández en Santiago del Estero, Rosario - Cañada de Gómez en Santa Fe, Córdoba- Villa María en Córdoba y el servicio turístico bonaerense Mercedes - Tomás Jofré. En total, los pasajeros transportados durante el primer semestre de este año por servicios de larga distancia cayeron en un 23% con respecto al 2024

El fin privatizador de la Ley Bases encuentra un problema singular en los ferrocarriles, especialmente los de pasajeros: la necesidad de viabilizar un negocio para el privado cuando el sistema ferroviario no es negocio para el Estado. La gran cantidad de inversiones necesarias para el sistema no vuelve atractiva una concesión sin transferencias desde el sector público. Es así que el Gobierno se planteó dos objetivos principales: realizar inversiones críticas que mejoren las condiciones de operación ante una eventual privatización y avanzar en el recorte de servicios y personal.

Y aunque las inversiones promovidas por la emergencia ferroviaria se concentran especialmente en el área metropolitana de Buenos Aires, los servicios metropolitanos también vieron una merma considerable de pasajeros, transportando en la primera mitad de 2025 un 7% menos de pasajeros que durante el año anterior.

Ajuste salarial

En paralelo, se ajustaron los salarios ferroviarios y la dotación total de las empresas ferroviarias se redujo en un 15%, pasando de 30.320 empleados en noviembre de 2023 a 25.735 en septiembre de 2025 (3.265 corresponden a SOFSE, que redujo su plantel en un 13%), a través de retiros “voluntarios”, jubilaciones anticipadas y despidos. La Administración Pública Nacional, para tener una referencia, tuvo una reducción del -17% en ese mismo periodo, mientras que en el resto de las empresas públicas el achique fue del -19%. 

"El impacto de la reducción del plantel ha sido tal que hoy en día numerosas áreas operativas y técnicas encuentran difícil cumplir con los mantenimientos, obras o guardias necesarias que el servicio demanda, por lo que se ha frenado el otorgamiento de retiros dejando esta facultad en mano de las jefaturas de sector quienes deben autorizarlo", analizó el documento al que accedió este medio. Por otra parte, quienes pertenecen al ámbito ferroviario "son testigos privilegiados del éxodo tanto de personal jerárquico con décadas de experiencia que ha optado por jubilarse anticipadamente, como de trabajadores jóvenes de alta calificación con diez o quince años de oficio y formación a cuesta que abandonan el ferrocarril por la caída del salario real, el hostigamiento psicológico y la incertidumbre", remarcó el informe.

Este ajuste en el personal supuso un ahorro en los gastos corrientes. Los mismos se componen principalmente de los gastos de operación (que a su vez son fundamentalmente sueldos, pero también bienes y servicios y otros gastos de consumo), rentas de la propiedad (intereses y otras rentas) y transferencias corrientes. 

En este contexto, el caso más avanzado del proceso privatizador es Belgrano Cargas y Logística (BCyL), estratégico para las cadenas agroexportadoras y mineras del NOA y NEA. Grupos empresariales como Techint, AGD o grandes cerealeras observan con interés tramos específicos del Belgrano y San Martín, en especial aquellos renovados con financiamiento chino en los últimos años. Provincias como Catamarca y Salta también buscan hacerse de tramos operativos dentro de su territorio. Así, un ferrocarril que hace tres décadas no encontraba interesados por su deterioro hoy es objeto de disputa debido a su renovada infraestructura y su potencial logístico.ElDestape.com

17 de noviembre de 2025

El norte argentino ante su hora decisiva: tren o atraso

Nota de Opinión

Por: Alejandro F. Safarov (para ElTribunoJujuy.com)

Un momento bisagra a propósito del nuevo trazado del Corredor vial Bioceánico de Capricornio.

El Norte argentino está entrando en su momento bisagra, en un gran dilema. En pocos meses -mediados/ fines de 2026- se inaugurará el puente entre Puerto Murtinho (Mato Grosso do Sul-Brasil) y Carmelo Peralta (Alto Paraguay-Paraguay) sobre el río Paraguay, y con él comenzará a tomar forma real el nuevo trazado del Corredor vial Bioceánico de Capricornio, la nueva ruta comercial que unirá el Atlántico con el Pacífico que impulsa Brasil desde el Estado de Mato Grosso do Sul y que promete acortar tiempos, reducir costos para conectar de manera más eficiente a las regiones más pujantes de los agronegocios con Asia, especialmente con China.

Pero mientras Brasil, Paraguay y Chile se suman a esa cruzada y avanzan con obras y más determinación, la Argentina -y especialmente Jujuy y Salta- tibiamente enfrentan un desafío estructural que puede marcar la diferencia entre el desarrollo o la frustración: la ausencia de un sistema ferroviario moderno y competitivo que pueda ayudar al propósito citado y al propio, es decir poder integrarnos de la manera más competitiva y al mismo tiempo cuidar que nuestras rutas no colapsen con el tránsito de vehículos que se avisora.

Seguimos arrastrando los costos de la decisión de los años '90, se acuerdan de la famosa máxima "Ramal que para, ramal que cierra", consigna que popularizó el expresidente Carlos Menem, refiriéndose a la suspensión y privatización de las líneas ferroviarias, y que literalmente significó el acta de defunción de la red ferroviaria que tanto esfuerzo le costó a los jujeños poder tener y dejó al Norte más aislado, más pobre, más dependiente del camión y más lejos del sueño federal del desarrollo equilibrado.

Jujuy conoce bien lo que un tren puede lograr, el ferrocarril llegó a la provincia en 1903, cuando la línea Central Norte alcanzó la estación de Perico, y en menos de cuatro años los rieles avanzaron por la Quebrada de Humahuaca hasta La Quiaca, en la frontera con Bolivia. En 1905 el tren llegó a Tilcara, en 1906 a Humahuaca, en 1907 a Abra Pampa y en 1908 alcanzó La Quiaca, completando casi 300 kilómetros desde San Salvador de Jujuy. Fue una hazaña de ingeniería y visión política: unió pueblos, trajo inmigrantes laboriosos, movilizó comercio, generó empleo y conectó culturalmente al Norte con el resto del país. Más de un siglo después, esa misma línea, podría volver a ser eje de integración continental y vincular toda esta parte de Sudamérica.

Pensemos que solo el Estado de Mato Grosso do Sul genera un volumen exportador que por sí solo puede saturar el Corredor Bioceánico. En 2024 exportó cerca de 10.000 millones de dólares, con más de 13,4 millones de toneladas de productos -principalmente soja, celulosa, carne bovina y minerales- con destino final al Asia. Suponiendo que todo ese flujo se transportara íntegramente por camión, implicaría más de 1,2 millones de unidades por año, es decir unos 3.400 camiones diarios, atravesando el corazón del continente desde Brasil hasta el Pacífico. Ni hablar si a ese flujo se suma la producción del Chaco paraguayo, donde como ejemplo, las cooperativas menonitas administran más de 6 millones de cabezas de ganado y una pujante industria agroalimentaria que busca las mismas rutas de salida hacia Chile.

Cuando el puente sobre el río Paraguay esté operativo y la ruta PY-15 se conecte plenamente con la red argentina, toda esa carga o un cuarto de la misma -brasileña y paraguaya- buscará atravesar territorio salto jujeño saliendo hacia el pacífico por Jama (hoy el único paso operativo después de Cristo Redentor hacia el norte). Sin un sistema ferroviario que acompañe ese flujo, el norte argentino quedará reducido a un corredor saturado de camiones, con rutas colapsadas, deterioro ambiental y costos logísticos imposibles de sostener.

El ramal ferroviario C14 del ferrocarril General Belgrano, que conecta Salta con Antofagasta, está operativo actualmente con una capacidad de carga limitada, estimada en unas 120 mil toneladas anuales.

Si bien se ha recuperado su regularidad y ha experimentado un crecimiento en la carga transportada, este volumen es muy bajo en comparación con las necesidades logísticas de la región.

Con obras de mejoramiento y recuperación de infraestructura, los expertos estiman que el ramal podría mover entre 1,3 y 2 millones de toneladas anuales para 2045, un volumen muy superior al actual, lo que demuestra la brecha existente. La industria minera, en particular, ve este corredor como clave para reducir costos y mejorar la competitividad de las exportaciones hacia los puertos chilenos del Pacífico (Antofagasta y Mejillones), con destino a mercados de Apec y la costa oeste de EEUU.

El Corredor Bioceánico vial y un futuro ferrocarril por Jama (de cargas y pasajeros), sin embargo, no debe pensarse solo como una vía de salida, sino como un camino de ida y vuelta. Así como Mato Grosso do Sul y el Alto Paraguay proyectan exportar su producción agroindustrial al Asia, también representa un mercado inmediato para el Norte argentino y chileno vis a vis.

Las provincias de Jujuy y Salta además de salir al Pacífico con su oferta exportable pueden proveer a ese estado brasileño y a otros, una amplia gama de productos que hoy ingresan por circuitos más largos y costosos: entre otros productos hablamos de legumbres, vinos de altura, frutas y hortalizas, equipos solares, minerales procesados y servicios tecnológicos, sin olvidarnos del intercambio en el marco de la industria del turismo en todos los territorios del corredor.

Es paradójico que gran parte del poroto negro que consume Mato Grosso do Sul provenga de la Argentina, pero llegue por otros estados, encareciendo los precios y restando competitividad. Con una conexión vial y ferroviaria directa, que podría hacerse a través del ferrocarril de Bolivia que llega desde Pocitos hasta Puerto Suarez o el ramal de Güemes a Barranqueras para utilizar las ventas del transporte multimodal por la hidrovía Paraguay Paraná.

La ruta nacional 52, que sube a Jama, ya muestra desgaste; el centro de frontera aún espera obras de ampliación y muchas mejoras (¿podremos esperar anuncios el 9 de diciembre cuando se cumple un nuevo aniversario del Paso?). En el límite argentino paraguayo, la ruta provincial 54 de Salta (conecta con la ruta PY15 paraguaya), sigue sin pavimento casi completamente y falta construir el nuevo puente sobre el río Pilcomayo. A esto se suma otra paradoja: parte del corredor atraviesa la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio Mundial de la Unesco y corazón turístico del NOA.

¿Qué ocurrirá cuando convivamos en las mismas rutas con camiones proveedores mineros, familias en automóviles, motoqueros, ómnibus turísticos y camiones con cargas de agro alimentos? Aunque más no sea 1/4 de las exportaciones de Mato Grosso do Sul que transiten por nuestras rutas. (RP 54 -Salta-, RN 34, RN 66, RN 9, RN 52), 810 km. En territorio argentino, entre Misión la Paz y el Centro de Frontera del Paso Internacional de Jama.

Desde hace tiempo nos quejamos y somos conscientes que el costo logístico sigue siendo el talón de Aquiles del Norte; aún el sistema político no se anima o no sabe resolver, repartiendo culpas y responsabilidades sin soluciones ni planes. A nivel global, la logística representa 8-10 % del valor de exportación, en Sudamérica asciende a 15-18 %, y en regiones alejadas como el NOA puede superar 25 %.

Transportar por tren cuesta US$ 0,03-0,05 por tonelada-km, mientras que por camión cuesta US$ 0,12-0,18. El tren es entre cuatro y seis veces más barato, emite 75 % menos CO y un convoy moderno reemplaza 250-300 camiones. Cada 1 % de reducción en costo logístico puede aumentar el PBI 0,3-0,4 %, según la Cepal y el BID.

No existe país que haya salido de la pobreza pagando fletes caros. El flete barato es condición sine qua non para desarrollar el Norte, atraer industrias, transformar materias primas y generar empleo genuino. Sin logística ferroviaria, el Norte seguirá exportando tres cosas: alimentos primarios o procesados de la primera revolución industrial, minerales con poco valor agregado y jóvenes que buscan oportunidades en otro lado.

El desafío no es técnico: es político y moral. ¿Queremos un país integrado o resignado? ¿El Norte va a ser plataforma estratégica o simple pasillo de tránsito?¿Vamos a repetir la historia o vamos a escribirla? El mundo nos ofrece una ventana. Brasil invierte, Paraguay se transforma, Chile abre sus puertos y China compra. Y el Norte argentino -con minerales estratégicos, energías renovables, agronegocios, turismo y talento joven- tiene todo para sumarse ser protagonista. Solo falta lo esencial: voluntad de hacer lo que hay que hacer. Estados Unidos construyó su destino sobre rieles en el siglo XIX. Sudamérica debe completar su integración multimodal y Argentina tiene una última oportunidad para no quedarse viendo pasar los trenes; el futuro no espera, pasa rápido, y si nos ocupamos puede pasar sobre rieles.

Reactivar el tren a La Quiaca (en 2004, la CAF había aprobado una operación financiera que incluía estudios para la rehabilitación del ferrocarril Jujuy-La Quiaca), buscar financiamiento para ese tramo y para el ferrocarril por Jama desde Abra Pampa para que se una al sistema ferroviario chileno-como lo señala el estudio del Colegio de Ingenieros de Jujuy-,un buen intento debería ser través del Nuevo Banco de Desarrollo del Brics y organismos como Fonplata, el Banco de Desarrollo de América Latina,etc.

Salta persigue el sueño de la pavimentación para que el paso de Sico complemente a Jama; Jujuy debe pensar que el proyecto del ferrocarril por Jama será la solución para la producción de todo el centro oeste de Sudamérica y descomprimirá las rutas.

Brasil y China son los primeros interesados en resolver la ecuación de volumen que necesitan transportar, por eso la urgencia de proyectar por parte de ambos países, el llamado Corredor Ferroviario Bioceánico que busca conectar el Océano Pacífico (a través del puerto de Chancay en Perú) con el Océano Atlántico (en Brasil) mediante un tren transcontinental. Este proyecto, aunque todavía está en fase de estudios y definición de rutas. Si fuimos capaces de tomar deuda para una nueva matriz productiva provincial, con más razón deberíamos pensar en restablecer el ferrocarril, una política de Estado necesaria para pensar en el desarrollo de la provincia.

Como decía el gran Atahualpa Yupanqui: "los tiempos cambian, yo también puedo cambiar, el que se queda se atrasa y a mí me gusta puntear".

(*) El licenciado en Relaciones Internacionales Alejandro G. Safarov es director de la carrera de Relaciones Internacionales de la Ucse Jujuy, miembro del Departamento de América Latina y el Caribe del IRI- Universidad Nacional de La Plata e integrante del Consejo Federal de Estudios Internacionales (Cofei).

Línea Sarmiento: Denuncian inviabilidad para la privatización de la línea

Privatizaciones

El presidente de la Asociación Civil Salvemos al Tren, Jorge Gómez, asegura que nadie querría comprar Ferrocarriles Argentinos. 

El presidente de la Asociación Civil Salvemos al Tren, Jorge Gómez, encendió todas las alarmas sobre el estado de la Línea Sarmiento y acusó al Gobierno —actual y anteriores— de una gestión “irresponsable” que hoy deja a miles de personas viajando en condiciones precarias. En entrevista con Radio Rivadavia, Gómez aseguró que el problema de raíz fue haber comprado “trenes que no calzaban bien sobre las vías” y que, para compensar ese error, nunca se hicieron las obras necesarias: señalamiento, adecuación de vías y el sistema de tercer riel, esencial para la energía del servicio.

Para el especialista, la falta de señalamiento vuelve imposible que el Sarmiento funcione de manera confiable: “Esto se tendría que haber hecho hace años. Así como está, va a volver a ocurrir”.

La crítica más dura la reservó para el soterramiento, que describió como un “escándalo” que mezcló mala planificación, corrupción y un gasto obsceno. Se compró una tuneladora de 40 millones de euros que tardó más en llegar que en trabajar, solo se avanzaron 7 kilómetros y luego la obra quedó paralizada tras quemar otros 420 millones de dólares. Gómez fue directo: “Acá se cobraron comisiones por miles de millones. Con esa plata hacíamos diez puentes y solucionábamos las barreras”.

Además, denunció fallas absurdas del proyecto: túneles con trenes a 60 metros bajo tierra sin vía de escape y un diseño que definió como “improvisación permanente”. Para él, la solución siempre fue otra: un viaducto que costaba entre 500 y 600 millones de dólares y era más seguro y más simple.

La situación de seguridad tampoco da tregua. Gómez recordó incidentes recientes en el Sarmiento y el choque en la línea San Martín, donde los conductores tuvieron que circular con “un papel escrito a mano” porque no funcionaban los sistemas de alerta. “Miles de pasajeros viajan en una situación muy precaria. Podrá no haber plata, pero lo que no puede pasar es que se ponga en riesgo la vida de las personas”, advirtió.

Sobre la idea del Gobierno de privatizar Ferrocarriles Argentinos, fue tajante: “Nadie la quiere comprar”. Según explicó, cualquier operador privado tendría que invertir 1.000 millones de dólares solo para garantizar un funcionamiento básico y seguro. Y sin el subsidio estatal —que hoy cubre el 80% de la tarifa—, el boleto sería directamente impagable.

La conclusión de Gómez fue tan técnica como política: privatizar es inviable, el soterramiento fue un pozo sin fondo y el Sarmiento sigue siendo el ejemplo más claro de cómo décadas de mala gestión dejan a los pasajeros en riesgo todos los días.FiloNews.com

El Gobierno está cerca de iniciar la primera privatización: los sectores que pujan y la millonaria inversión

Privatizaciones

El Ejecutivo publicará en breve los requisitos para la venta de la empresa Trenes Argentinos Carga, que opera más de 7.600 kilómetros de vías y despierta interés de grandes grupos empresariales nacionales e internacionales

“El pliego de la licitación está casi listo”, indicó una fuente inobjetable de la Casa Rosada a Infobae. El Gobierno publicará en diciembre en el Boletín Oficial las condiciones para las cuales se dispondrá la privatización del Belgrano Cargas y Logística, la compañía encargada del transporte ferroviario de cargas y que ostenta con más de 7.600 kilómetros de vías distribuidas en 17 provincias.

“El objetivo es salir antes de fin de año. Están todas las áreas comprometidas con ese objetivo”, indicó un funcionario que está inmerso en el procedimiento de la licitación. Por estos días se está atravesando la etapa más compleja de todo el proceso: la de valuar cada uno de los activos de la compañía.

No será un único pliego, sino varios diferentes que se publicarán en un mismo momento. El modelo de privatización de Belgrano Cargas y Logística S.A. aprobado por el Decreto 67/2025, establece una privatización total de la empresa mediante un proceso de desintegración vertical.

Esto implica separar y vender por partes los distintos activos y actividades: el material rodante (locomotoras y vagones) será vendido a través de remate público; las vías férreas y los inmuebles aledaños serán concesionados mediante licitaciones públicas nacionales e internacionales bajo el régimen de obra pública; y los talleres ferroviarios también serán concesionados para su uso a través de licitaciones. El producido de la venta del material rodante se destinará a un fideicomiso para financiar obras sobre las vías concesionadas.

“No queremos un esquema monopólico privado como se hizo en los 90 ni que el Estado tenga el monopolio del negocio como funcionó ahora. Este esquema de privatizaciones fragmentadas genera incentivos para mejorar el sistema y que no haya monopolio. Hay empresas especializadas en metalmecánica y otras en infraestructura ferroviaria. Todas van a aplicar y participar por lo que más se sientan capaces”, explica una importante voz oficial.

Además, el esquema propuesto es de concesión de infraestructura de acceso abierto, es decir, que el concesionario tendrá la obligación de permitir el paso a todos los operadores que quieran transportar carga por esas vías. Las tierras y las vías continúan siendo de propiedad del Estado nacional.

El Gobierno cree que la compulsa durará hasta finales del primer trimestre del 2026, cuando finalice el período de consultas y se produzcan las ofertas finales. En principio, hay tres grandes grupos empresarios que están interesados en aplicar en los segmentos más importantes del manejo de la Línea Belgrano y la San Martín.

Hay dos de ellos que desde hace meses que estaban sondeando la operación. El primero es un pool de compañías cerealeras que está liderada por Aceitera General Deheza (AGD) y acompañan ACA, Bunge, Cargill, COFCO y Louis Dreyfus. La segunda es la compañía minera de origen británico Río Tinto, que vendría a representar el interés de las compañías mineras por el trazado ferroviario de cargas.

En el último tiempo se sumó un tercer actor. Se trata del Grupo México Transportes, que en Argentina se presentará como Grupo GMXT. Opera los ferrocarriles más grandes de México y de Florida. Buscan promocionarse como la única de los tres oferentes capaces con experiencia en el rubro ferroviario. Estiman desembolsar una inversión de 3.000 millones de dólares en el país.

Aunque las condiciones del pliego no son conocidas, se descuenta que el ganador tendrá el manejo de las operaciones por varias décadas. La privatización entraña un asunto de especial sensibilidad en términos estratégicos, ya que se trata del manejo de uno de los principales recursos de infraestructura de la Argentina.

“Por las cosas que están en juego, es una licitación que importa como la Hidrovía, porque te define cómo se prioriza estas obras de infraestructura de acá a los próximos años”, indica un consultor del sector a Infobae.

El sector minero ubicado mayoritariamente en las provincias cuyanas y del noroeste argentino están interesadas en incrementar el caudal de transporte. Para las cerealeras, la ruta de la Línea Belgrano es ideal para impulsar el desarrollo logístico de los centros productivos. Estas buscan que los trenes puedan llegar directamente a sus establecimientos para abaratar el proceso de carga.

La compañía ferroviaria no tiene trazos que acompañen al crecimiento que Vaca Muerta tuvo en los últimos años. Uno de los insumos clave que se requieren en el sector es el transporte de arena de fractura y las rutas viales (que además sufren de un deterioro significativo) suponen un límite estructural para la demanda que requerirá el sector hacia adelante.

Se concibe que esta privatización forme parte de una primera etapa de una masterplan que se está cocinando para más adelante y que podría traer cambios en los otros dos ferrocarriles de carga que tiene Argentina: Ferrosur Roca y Ferroexpreso Pampeano. Estas podrían ser vías que ayuden a pensar una ramificación hacia Vaca Muerta en unos años. O al menos así lo están pensando técnicos del Gobierno.

El antecedente de la primera gran licitación que se hizo en la gestión Milei -la Vía Navegable Troncal- no es bueno, ya que debió declarar nulo el proceso luego de acusar a una empresa de haber actuado de manera ilegal en la presentación de las ofertas. El área que se encarga del manejo de estos asuntos es la Agencia de Transformación de Empresas Públicas (ATEP), a cargo de Diego Chaher, que decidió no responder a las consultas de este medio.

La privatización del Belgrano Cargas y Logística fue anunciada hace más de un año y es la que más avanzada está. No hay previsiones para que en el largo plazo logre concretarse la de Trenes Argentinos Operaciones (SOF S.A.), que tiene la operación de los servicios de líneas urbanas (como el Belgrano Sur, Mitre, Roca, San Martín y Sarmiento), regionales y de larga distancia.

Una vez adjudicados y perfeccionados los contratos de concesión y venta, se procederá a la disolución y liquidación de la empresa Belgrano Cargas y Logística S.A. El Ministerio de Economía, asistido por la ATEP, será la autoridad encargada de llevar adelante todo el proceso, dictando las normas operativas y complementarias necesarias. La letra chica del pliego está siendo diseñada por Chaher y el presidente del Belgrano Cargas, Alejandro Núñez, un hombre ligado al asesor presidencial, Santiago Caputo.

En los últimos cuatro meses, el Gobierno decidió desembolsar inversiones de capital por 4.000 millones de pesos mensuales. Las transferencias de fondos desde la administración pública a la compañía creció un 8,8% en la variación real al respecto al año pasado, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). La compañía tiene un total de 4.233 empleados.Infobae.com

7 de noviembre de 2025

Importante avance en el Desarrollo Ferroviario de Salta

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

El Ministro de Producción y Desarrollo Sustentable mantuvo una reunión con autoridades de Trenes Argentinos Cargas en Buenos Aires para avanzar en estrategias que fortalezcan la competitividad logística de la provincia.

En la Ciudad de Buenos Aires, el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos y parte de su equipo visitaron a las Autoridades de Trenes Argentinos Cargas, con la presencia del presidente de la compañía Alejandro Nuñez y su equipo, con el objetivo de avanzar de manera conjunta hacia la mejora de la competitividad de la Provincia de Salta en el marco de la privatización de la Línea Belgrano.

De los Ríos transmitió la relevancia estratégica que el ferrocarril tiene para el desarrollo productivo de Salta y la región, y la vocación del Gobierno Provincial y los principales actores productivos por maximizar el uso de este modo de transporte en todas las cadenas valor: cereales, legumbres, productos de minería e incluso las cargas en contenedores de las industrias que agregan valor en la provincia y que en los últimos 5 años se incrementó en un 30% el agregado de valor local.

Importante avance en el Desarrollo Ferroviario de Salta

Las autoridades de Trenes Argentinos Cargas, por su parte, resaltaron el valor de la Provincia de Salta gracias a la producción de cereales y otros productos que actualmente operan de manera eficiente sobre el ramal renovado C18, y al potencial de carga que representa la minería de Litio.  

A su vez, ratificaron que en el marco del proceso de privatización mediante una concesión de la línea Belgrano han mantenido reuniones con las principales empresas mineras, cerealeras y operadores logísticos quienes manifestaron interés en participar con ofertas diversas. 

Se hizo especial énfasis en la necesidad de priorizar las obras estratégicas de infraestructura como la conexión ferroviaria con Bolivia en el ramal C15, con Chile en el Ramal C14, y el Nodo Logístico de Güemes y su conexión con Metán. 

El presidente de Trenes Argentinos Cargas confirmó que el Nodo Logístico de Güemes está incluida como obra obligatoria dentro de los pliegos de concesión, y que confía que el volumen de carga de la provincia resultará atractivo para los oferentes quienes privilegiarán las inversiones en los ramales C14 y C15 para incrementar los volúmenes de operación en estos flujos. La publicación de los pliegos licitatorios está a cargo del Ministerio de Economía de la Nación y esperan que se realice antes de fin de año.

El ministro Martín de los Ríos, quien además es presidente de la Sociedad del Estado a cargo de la administración del Nodo Logístico de Güemes, se comprometió a convocar a las empresas que producen en la provincia para consolidar y hacer visible la importante oferta de carga, en constante crecimiento, que Salta genera, con el objetivo de que los potenciales operadores ferroviarios prioricen las inversiones y operaciones en la provincia.

5 de noviembre de 2025

Privatizaciones: Asoma un gigante mexicano y se calienta la disputa por trenes de carga

Privatizaciones

Un conglomerado internacional busca quedarse con dos líneas de carga, que interesan a empresas nacionales

Un gigante del sector ferroviario global se suma a los competidores para quedarse con el Belgrano Cargas y con el San Martín. Del proceso se esperan definiciones para marzo del año próximo.

Grupo México aspira a meterse en el sistema ferroviario local. La compañía ya participa en otras partes del mundo en logística, infraestructura y minería.

La empresa aspira a desembarcar en las operaciones ferroviarias locales con la licitación del Belgrano Cargas y el San Martín.

La primera es quizás la línea más cotizada para el sector privado. Ya se mostraron interesados en ella los operadores mineros y también los agroexportadores que crearon un pool de empresas para presentarse en conjunto para la administración del ferrocarril. Su recorrido la hace tentadora para distintos sectores exportadores.

Grupo México ya opera la principal línea de ferrocarriles en México y Florida, y se dispone a abrir una en Texas. Las líneas que maneja en su conjunto trasladan más de 100 millones de toneladas. Uno de los socios de este operador es Union Pacific, la línea más grande del mundo en el sector.

La inversión que estiman desde el sector que podría implicar el desembarco de la compañía es de unos u$s 3000 millones. También estiman que la compañía, por dimensiones y trayectoria, buscaría quedarse con todos los tramos de los ramales y las distintas áreas de operación del sistema, para posteriormente prestar servicios a los sectores de energía, minería y agroexportadores.

El Belgrano Cargas recorre las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy, mientras que el San Martín atraviesa Buenos Aires hasta el puerto, La Pampa, Mendoza, San Luis y sur de Córdoba. El Belgrano Cargas pasa por el puerto de San Lorenzo, destacado por ser la principal salida de los granos de Argentina.

Las principales cerealeras del puerto de Rosario acordaron armar una oferta conjunta para quedarse con el tren. El objetivo detrás de esto, estiman, es un ahorro de aproximadamente del 20% en el costo de producción por el peso que representa la logística. Bunge, Cargill, ACA, AGD, Dreyfus y Cofco armaron la unidad. Estas empresas además concretaron adelantos para agilizar la compra de vagones para el transporte de carga agrícola.

Las mineras también están interesadas en quedarse con la línea que conecta el noroeste argentino para sacar la producción de litio, oro, cobre y plata hacia los puertos.

La licitación actual planteaba la desintegración vertical de las compañías, dejando por un lado las vías, por otro la operación y finalmente los talleres.

Para la operación de las vías estiman desde el sector que sería necesaria una inversión de u$s 800 millones.

En febrero de este año inició formalmente el proceso de privatización de la compañía.

La convocatoria se concretaría hacia fines de noviembre o principios de diciembre y se espera que para marzo se conozcan las adjudicaciones.

Lo que sí se sabe es que la licitación se hará de forma desverticalizada y desintegrada. Esto es, las vías por un lado, la operación por otro y los talleres por otro. Se comenzará por las líneas de mayor demanda, Belgrano Cargas y San Martín.ElCronista.com

27 de octubre de 2025

Privatización ferroviaria: las empresas pretenden que el Estado les compre material rodante nuevo

Privatizaciones

Los potenciales interesados en Trenes Argentinos buscan que el Gobierno renueve las formaciones de los ramales que continúan operando con material rodante antiguo. Alegan riesgos de seguridad operacional y mayores costos de mantenimiento.

Las empresas interesadas en la privatización de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) pretenden que el Estado compre trenes cero kilómetro para aquellas líneas donde el material rodante todavía no haya sido renovado.

Los potenciales futuros concesionarios ya han hecho saber al Gobierno que aspiran a que el Estado se haga cargo de invertir en material rodante nuevo, ya que en ningún caso estarían dispuestos a costear la compra de nuevas formaciones, una inversión a la que ven muy difícil de recuperar.

En conversaciones y negociaciones, los empresarios han transmitido a los funcionarios su reticencia a hacerse cargo de servicios que operan con material rodante vetusto, al que perciben como un riesgo potencial en términos de seguridad operacional y como un factor que encarece los costos operativos.

En este sentido, las objeciones apuntan a las líneas que han quedado al margen de las renovaciones de material rodante en los últimos años, como el Urquiza, el Belgrano Norte y los ramales diésel de las líneas Mitre, Sarmiento y Roca, así como a las líneas Roca y Belgrano Sur, donde los trenes modernos solo alcanzan a cubrir parte de la flota.

En todos los casos, ya sean formaciones compuestas por locomotoras y coches remolcados o trenes eléctricos de las décadas del 70 y el 80, los privados objetan que se trata de unidades que ya sobrepasaron largamente su vida útil y deberían ser consideradas como obsoletas.

De acuerdo con documentos oficiales a los que tuvo acceso enelSubte en exclusiva, los operadores privados trasladaron al Gobierno su planteo de “modernizar las flotas de los trenes de pasajeros”, ante el hecho de que las unidades en operación tienen “una pronunciada antigüedad y su vida útil cumplida”.

Más allá de la fatiga del material, los potenciales interesados dejaron trascender que ven como un riesgo de seguridad la ausencia de “medidas estructurales de seguridad” como la falta de sistemas antiacaballamiento, así como la existencia de “puertas de apertura y cierre manual por parte de los propios pasajeros” en el caso de los coches remolcados de los ramales diésel.

La privatización choca con el ajuste

La cuestión del material rodante es, entre otros, uno de los puntos más ríspidos del empantanado proceso de privatización de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA).

Ocurre que la demanda privada de que se renueve el material rodante remanente obligaría al Estado a realizar una millonaria inversión. Aun cuando se remueva de la ecuación el muy cuestionable factor de que el Estado estaría haciendo un desembolso para usufructo del sector privado, la posibilidad de realizar este gasto está en plena contradicción con el ajuste presupuestario al que el Gobierno viene sometiendo al sector, a pesar de la publicitada “Emergencia Ferroviaria”.

Si bien los detalles del proceso privatizador de Trenes Argentinos todavía permanecen abiertos a definición -todavía no hay una propuesta concreta sobre sus alcances-, la posibilidad de que los futuros operadores privados se hagan cargo de la renovación del material rodante está casi totalmente descartada.

Los potenciales interesados en competir por la concesión consideran que la compra de una flota de trenes es una inversión irrecuperable por vía de tarifas, y aún por los pagos a recibir por parte del Estado a cambio de la operación, así como por los plazos de amortización del material.

Vale recordar que en 2019, cuando el gobierno de Macri intentó relicitar la operación de las líneas Urquiza y Belgrano Norte, los pliegos incluían la obligación por parte del concesionario de renovar el material rodante de las líneas, lo que condujo al fracaso del proceso ante la negativa de las empresas de realizar esa inversión: al día de hoy ambas continúan en manos de sus actuales operadores en base a prórrogas, la última otorgada este mismo mes.

Las propias Metrovías y Ferrovías, sin ir más lejos, han hecho llegar discretamente al Gobierno sus estimaciones de costos para renovar las flotas de ambas líneas, con un monto de más de 550 millones de dólares entre las dos. Una inversión que ninguna de ellas está dispuesta a costear.

Pero lo que también está en duda ahora es la disposición del Gobierno a costearla.

Tal como explicó enelSubte, las autoridades vienen profundizando el recorte presupuestario sobre el ferrocarril, lo que se tradujo en la reciente cancelación de compras de material rodante que estaban previstas e incluso adjudicadas.

Sin ir más lejos, en el proyecto de Presupuesto 2026 -recientemente presentado ante el Congreso- se eliminó la proyectada compra de 200 coches eléctricos chinos para la línea Roca.

La operación, que iba a ser financiada con un crédito de 236 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China (CDB), apuntaba a uniformar la flota y jubilar a los trenes Toshiba, que ya cumplieron 40 años de servicio.

Compra china que fue cancelada

Otra cancelada fue la compra de 50 nuevas triplas diésel de origen chino, pese a que estaba adjudicada y con contrato firmado y a que había sido incluida dentro de la “Emergencia Ferroviaria”.

La decisión fue justificada con el argumento de rediseñar los pliegos y que la compra, que originalmente apuntaba a la renovación de flota de los servicios regionales, fuera redestinada a “reemplazar a la flota obsoleta de locomotoras y coches remolcados que prestan servicios diésel del AMBA”, algo que va en línea con el objetivo privatizador.

La Fraternidad

Sin embargo, y pese a que los nuevos pliegos están listos desde hace meses -se proyecta la compra de 43 unidades múltiples diésel (DMU), de las cuales 36 serían triplas de trocha ancha y siete serían séxtuplas de trocha angosta-, la contratación no ha sido lanzada. El proyecto, para peor, tampoco ha sido incluido en el proyecto de Presupuesto 2026, por lo que la operación está en stand by.

Así las cosas, las intenciones oficiales de privatizar la operación ferroviaria entran en colisión con la decisión de profundizar el recorte en el gasto.

El discurso oficial

Pero más allá de eso, la exigencia privada de que solo el Estado puede hacerse cargo de las inversiones más importantes pone en entredicho el discurso oficial sobre la conveniencia y la necesidad de privatizar el servicio.

En este sentido, vale notar que -a diferencia de lo que se prometía en los años 90– la privatización de los servicios de pasajeros planteada por el Gobierno no implica que los futuros concesionarios se hagan cargo de obras de infraestructura.

El modelo planteado no ofrece ninguna solución para la completar proyectos hoy paralizados o inconclusos, como la necesaria terminación del viaducto del Belgrano Sur a Constitución, la electrificaciones de las líneas Belgrano Norte, Belgrano Sur y San Martín, o la extensión de los servicios eléctricos del Mitre. Al contrario, incluso inversiones comparablemente menores y de rutina, como mejoras en estaciones y renovaciones de vías, señalamiento y aparatos de vía, vienen siendo costeadas por el Estado, como ocurre con las diversas obras lanzadas en las últimas semanas para las líneas Urquiza y Belgrano Norte.

Ni siquiera la privatización carguera -donde los márgenes de rentabilidad son otros- contempla que los privados se hagan cargo de las inversiones en infraestructura. A los concesionarios no se les exigirá la rehabilitación de ramales que no se encuentren en servicio -algo que preocupa especialmente en el Interior del país- y las obras de mejora en las trazas en actividad se pagarán con lo recaudado por la venta del material rodante de propiedad estatal, aún del que llegó al país en las últimas semanas.

La sumatoria de factores permite poner en duda desde todas las aristas, incluida la fiscal, los supuestos beneficios de privatizar nuevamente el ferrocarril.Por; EnelSubte.com

16 de octubre de 2025

Córdoba - Un fracaso sobre rieles o un éxito a todo tren

Nota de Opinión

Por: Foro por el Tren Cordobés (para Crónica Ferroviaria)

Por casi cuarenta años, el ferrocarril “solo para el dueño de la concesión” ha abandonado docenas de miles de cargadores y al día de hoy quedan los pocos pasajeros del tren a contrahorario de las sierras y la casi totalidad de los cargadores sin memoria de haber sido atendido en 33 años. 

(Las empresas ferroviarias privadas de carga priorizaron el transporte de sus propios productos y los de un grupo de clientes privilegiados, durante más de 30 años de concesión.  El ferrocarril estatal de carga desoyó a potenciales nuevos clientes y también privilegió a ese puñado de grandes empresas, desatendiendo a decenas de miles de cargadores, frenando el crecimiento de productores y ciudades.  El único tren de pasajeros que funciona hoy en la provincia lo hace limitado y a contramano del requerimiento del área metropolitana y de las sierras). 

El esquema de privatización en marcha en 2025, que es casi el mismo modelo propuesto desde 2015, pero migrando a venta casi que por chatarra de los ferrocarriles de Córdoba, asegura la profundización del camino, donde la pregunta principal es: ¿Seguirán pagando los cordobeses por unos pocos trenes que no los atenderán más por los 50 años siguientes? 

(El esquema de privatización en marcha en 2025, que es casi el mismo modelo propuesto desde 2015, implica el remate casi como chatarra de los trenes que pasan por Córdoba, y asegura la profundización del camino recorrido desde los 90’s, donde la pregunta principal es: ¿Seguirán pagando los cordobeses por unos pocos trenes que no los atenderán más por los 50 años siguientes?) 

“Pues que saquen las vías si no nos van a atender ni la carga ni los pasajeros de nuestra ciudad” podría pedir algún intendente de limitada visión y poder. 

¿Por qué convivir con la presencia y el paso del tren en cualquier ciudad que no recibe ningún servicio del ferrocarril (ni cargas ni pasajeros), y que tampoco lo hará en el marco de la política privatizadora anunciada? 

¿Por qué pagar impuestos para un ferrocarril deficitario que solo servirá para transporte barato de pocas empresas de pocos mercados? 

Hace pocas semanas cancelaron los trenes de pasajeros Córdoba - Buenos Aires porque las vías están mal a causa de que el concesionario no ha cumplido y nadie le ha obligado a cumplir con un estado técnico apto para circular a 50 Km/h de velocidad mínima según el contrato original de concesión.  Ese mismo concesionario exige que no pase más el tren de pasajeros porque la vías no están en condiciones. 

La historia concreta de los últimos 33 años mostró un ferrocarril que no atendió al 99% de los mercados de cargas en el 99% de las estaciones, pueblos y ciudades de Córdoba. El futuro que se espera con este modelo privatizador ratifica ese rumbo por 50 años más, y no contempla la rentabilidad integral, fraccionando al sistema de forma innecesaria y deficitaria en 7 partes, sin garantizar financiamiento, y con certeza de que no atenderá ni pasajeros ni cargas en ninguna de las estaciones, ya que no obliga a los futuros concesionarios a invertir en ramales y estaciones que hoy están fuera de uso.  Sólo se atenderá, como viene pasando, a las cargas de graneles de muy pocos clientes de muy pocos lugares.

El gobierno de Córdoba tiene la lapicera para cambiar ese futuro pidiendo el lugar que la Ley 26.352 Artículo 14 inciso I le ha preservado para que conforme una unidad administrativa autónoma junto a otra/otras provincias  y, por supuesto, tiene en su mano la decisión para que la totalidad de las estaciones ferroviarias sean un muy  buen negocio logístico ferroviario atendiendo a todas las cargas de todos los clientes y a los pasajeros, en  alianza con el camión, la logística, los ómnibus, los comisionistas y el e-commerce. 

Al igual que las grandes economías del Mundo, Córdoba se desarrolló por la oferta logística y de movilidad  desde 1870 ¿Cómo pueden imaginar los empresarios y los políticos que sin capacidad logística y de movilidad  Córdoba pueda desarrollarse mejor?

Está probado que el ferrocarril integrado al camión y a todo cliente en todo lugar es muy rentable, y mucho  más si sirve al e-commerce, las encomiendas, y a los pasajeros en cada localidad.  

Exigimos que el gobierno cordobés tome su lugar, como lo han hecho los próceres del Siglo XIX (cuando  Córdoba impulsó y desarrolló líneas ferroviarias), yendo a la cabeza con el ferrocarril, solo que esta vez, junto  con el camión. 

Las asociaciones y colectivos que desde hace más de 20 años vienen luchando por un ferrocarril pleno y  eficiente que articule movilidad y transporte como destacada herramienta de desarrollo, reunidas en el FORO  POR EL TREN CORDOBÉS, hacemos un importante llamado a los referentes políticos, académicos,  empresariales y sociales para contemplar y estudiar con urgencia la implementación de la propuesta  FERROCARRIL INTEGRADO 5F elaborado por la Asociación AIMAS, cuyos postulados e ideas apoyamos y  difundimos ante ámbitos gubernamentales, académicos, técnicos y periodísticos. 

El FORO POR EL TREN CORDOBÉS advierte una grave problemática y responde con una propuesta superadora y  nunca implementada hasta hoy,  SOMOS TODOS PROTAGONISTAS Y ACTORES POTENCIALES DE UNA  OPORTUNIDAD HISTÓRICA, que como el tren que hoy nos toca sostener, no debería pasar de largo. 

14 de octubre de 2025

El sector empresario minero aseguró que hay interés por Trenes Argentinos Cargas en Catamarca

Proyectos Ferroviarios

Desde el sector empresarial minero, a través de su cámara más influyente, adelantaron el interés de operadores internacionales en la licitación del ferrocarril Belgrano Cargas en Catamarca. 

Roberto Cacciola, recientemente reelecto presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), le adelantó a Infobae el interés “de empresas ferroviarias del continente americano” para hacerse de la compañía. Además, Cacciola apuntó sobre cuatro aspectos clave para consolidar la inversión minera en el país, entre ellas, la eliminación de retenciones al litio.

A mediados de este año, el Ministerio de Economía abrió el proceso de privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística. Según el texto de esa resolución, el Estado nacional puso en marcha remates públicos para la venta del material rodante, mientras que las concesiones de uso de las vías ferroviarias, los inmuebles aledaños y los talleres de las líneas General Belgrano, General San Martín y General Urquiza se realizarán mediante licitaciones públicas con alcance nacional e internacional. Ante ese anuncio, los gobernadores Raúl Jalil y el salteño Gustavo Sáenz propusieron un esquema alternativo, buscando que la empresa ferroviaria quede en manos de un consorcio provincial o que se implemente un esquema de articulación público-privada.

En aquella oportunidad, Jalil había insistido en la necesidad de un modelo mixto para evitar que la concesión genere un aumento de los costos logísticos, mientras que Sáenz alertaba sobre los «inconvenientes que podría traer aparejados una privatización mal manejada».

Ahora bien, lo adelantado por el titular de la CAEM puede interpretarse como una señal de que el éxito de la privatización está ligado a la garantía de carga mineral que promete el NOA, como por ejemplo, las reservas de 5.4 millones de toneladas de cobre de MARA y las 25.000 toneladas anuales de LCE de los proyectos de litio.

La mención y los factores

En la entrevista, Cacciola no solo adelantó el interés «américano» para hacerse del Belgrano Cargas, sino que también apuntó cuatro aspectos clave para consolidar la inversión minera. La primera es la Ley de Glaciares, que según Cacciola, «protege glaciares y cualquier otra cosa que se le ocurra a cualquiera». De hecho, el directivo explicó en el Congreso que la Ley de Glaciares habla de «crioformaciones» que pueden no tener importancia hídrica y que 75% de los proyectos de cobre, los de mayor volumen en términos de inversión, empleo y exportaciones, necesitan definiciones claras al respecto.

El segundo factor que indicó es el pedido del sector minero para la eliminación de las retenciones al litio y a la plata, en el primer caso, atendiendo a los bajos precios y en el segundo para proveer una zanahoria e impulsar nuevos proyectos. En el caso del litio, dijo Cacciola, bajos precios y menores ingresos están ralentizando los proyectos. Tanto el litio como la plata pagan un «derecho de exportación» del 4,5% y según los cálculos de CAEM, el costo fiscal de la exención al litio sería de unos USD 40 millones anuales y USD 27 millones en el caso de la plata.

El tercer aspecto de preocupación minera es la puja sobre el nivel de participación de proveedores locales, que a su vez impacta en la receptividad de las poblaciones y la «licencia social» de los proyectos, cuyo efecto sobre el empleo es mucho mayor en las provincias del noroeste que en el resto del país. «Hay avidez porque vengan proveedores del exterior, en algunos casos para hacer cualquier tipo de trabajo. Eso no puede ser», dijo Cacciola, y subrayó la necesidad de que los beneficios de la inversión minera lleguen a la gente, aunque aclaró que no está de acuerdo con fijar porcentajes o cupos.

Por último, remarcó que es clave contar con infraestructura adecuada, en especial de energía, transporte y servicios básicos. Otra cuestión, dijo Cacciola, es que si una empresa invierte en infraestructura a la que también acceden y de la que se benefician otros sectores o actividades, se le «devuelva» al menos parte de lo invertido. Además, Cacciola adelantó que ya hay empresas interesadas en la licitación del FFCC Belgrano Cargas en Catamarca. Se trata de empresas ferroviarias, dijo el presidente de CAEM, y deslizó a Infobae que se trata de empresas «del continente americano». CatamarcaActual.com

3 de octubre de 2025

Trenes Argentinos desplaza a tres gerentes y se profundiza el control del ministro Caputo

Actualidad

Los movimientos en la conducción de la operadora ferroviaria estatal alcanzaron a los responsables de tres líneas. El ministro de Economía avanza en el reemplazo de cuadros técnicos mientras se agudiza la interna por la privatización del sistema.

La conducción de Trenes Argentinos volvió a ser escenario de movimientos en su estructura de mando se conoció el desplazamiento de tres gerentes de línea, lo que confirma la profundización de una purga iniciada semanas atrás y que busca consolidar el control político de la compañía bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo.

Los relevos alcanzaron a Juan Carlos Torres, quien se desempeñaba como gerente de la línea San Martín; a Francisco Sebastián Milano, responsable de la línea Belgrano Sur; y a Jorge “Conejo” Barberini, al frente de los servicios Regionales. Los tres habían asumido sus puestos actuales a mediados del año pasado, aunque contaban con trayectoria previa en cargos medios y atravesaron distintas administraciones dentro de la empresa.

En su lugar fueron designados Ariel Rebolini, Matías Cochon y Juan Marega, funcionarios con experiencia interna que ya ocupaban posiciones en el organigrama ferroviario. Sin embargo, la medida fue interpretada puertas adentro como una señal de avance del presidente de SOFSE, el mendocino Gerardo Boschin, quien responde al secretario de Transporte, Luis Pierrini, y a través de él al propio Caputo.

Las razones formales de los desplazamientos se vincularon con supuestas dificultades en el vínculo con los sindicatos, particularmente en medio del conflicto con La Fraternidad, que desde la semana pasada lleva adelante medidas de fuerza y mantiene un clima de tensión con la conducción de la empresa. No obstante, en el interior de Trenes Argentinos la decisión es leída como parte de una estrategia más amplia destinada a reducir la influencia de cuadros técnicos que provienen de etapas anteriores, especialmente aquellos identificados con la gestión de Florencio Randazzo, denominados en el ámbito interno como “randazzismo residual”.

Estos movimientos, sostienen observadores del sector, no pueden separarse del debate abierto en torno a la privatización. Mientras que en el área de cargas ya se han dado pasos más concretos, en el segmento de operaciones el proceso aparece con mayores obstáculos. Allí confluyen la resistencia sindical, la complejidad de la red metropolitana y la presencia de técnicos de carrera que, a ojos del Gobierno, podrían convertirse en un freno a los planes de reforma.

El propio oficialismo reconoce que la privatización de los servicios metropolitanos y regionales genera discusiones dentro del gabinete. Federico Sturzenegger, uno de los principales promotores de la desestatización, cuestiona la supuesta lentitud del proceso y atribuye a Caputo la responsabilidad de esas demoras. Con los recientes cambios, el ministro de Economía busca mostrar iniciativa y transmitir al presidente Javier Milei que está alineado con el objetivo de transformar la estructura ferroviaria estatal.

El reacomodamiento también deja en evidencia la intención de desplazar a figuras con perfil técnico para reemplazarlas por cuadros con mayor alineamiento político. Se trata de una lógica que no se limita al área ferroviaria: luego de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo avanzó en distintos organismos públicos con remociones de funcionarios intermedios, buscando asegurar cohesión en torno al programa de reformas.

En el caso de Trenes Argentinos, los cambios generan preocupación por el impacto que puedan tener en la gestión diaria. Las gerencias desplazadas cumplen un rol central en la coordinación de servicios que movilizan cientos de miles de pasajeros a diario. La incertidumbre respecto de la continuidad de otros mandos medios alimenta un clima de desconfianza que se suma a la tensión sindical y a la incertidumbre sobre el futuro de la empresa.

Lejos de cerrar la disputa, la salida de Torres, Milano y Barberini parece abrir una etapa de mayor conflictividad interna. No se descartan nuevos movimientos en el corto plazo, lo que refuerza la idea de que el proceso de reestructuración recién comienza. Mientras tanto, la discusión sobre la privatización continúa atravesada por diferencias en la cúpula del Gobierno y por el rechazo explícito de los gremios, factores que anticipan un escenario de mayor confrontación en los próximos meses.ResúmenDiariodePilar.com

29 de septiembre de 2025

Neuquén: El Tren del Valle en alerta: qué se sabe del comunicado gremial que habló de un posible cierre

Trenes Regionales

La conducción central de La Fraternidad emitió un duro comunicado contra el Gobierno, al que acuso de recortar ramales. "Ahora van por Neuquén-Cipolletti", alertó. Qué dijo la seccional local del gremio.

Un comunicado de la conducción nacional del gremio ferroviario La Fraternidad puso en duda la continuidad del Tren del Valle, el servicio de pasajeros que opera desde hace más de 10 años entre Neuquén capital, Plottier y Cipolletti.

«Ramal que anda, ramal que cierra», fue el titulo del mensaje, que recordó planes gubernamentales anteriores para recortar la red de ferrocarriles.

«En los sesenta sufrimos el Plan Larkin que redujo lastimosamente los FFCC, y en los noventa la Reforma del Estado donde se regaló Ferrocarriles Argentinos, Aerolíneas Argentinas, SEGBA, Obras Sanitarias de la Nación, el Correo, Yacimientos Carboníferos Fiscales, SOMISA y Gas del Estado. Hoy, copiando el modelo que fracasó dos veces, van por la tercera«, se indicó en el documento.

El gremio aseguró que el actual Gobierno nacional «ya suprimió los servicios a Mendoza, San Luis y La Pampa», así como también el expreso Buenos Aires-Rosario, Buenos Aires-Pehuajó, Pinamar, Bahía Blanca, el tren turístico de Mercedes-Tomás Jofré, La Banda-Fernández y Rosario-Cañada de Gómez

Y agregó, en referencia a la formación que conecta a la capital provincial con sus ciudades vecinas: «Ahora van por el servicio Retiro-Tucumán, Neuquén-Cipolletti y otros«.

El Tren del Valle en alerta: qué dijo la seccional local de La Fraternidad

Hugo Tamborindegui, referente de La Fraternidad en Neuquén, fue consultado por Diario RÍO NEGRO sobre el comunicado de su gremio y la advertencia por el futuro del servicio local.

Indicó que, por el momento, no existió ningún aviso acerca de un posible cierre o una reducción de la conexión. Sin embargo, planteó que el sector está atravesando un profunde ajuste presupuestario, porque «a este Gobierno no le interesa invertir en los ferrocarriles«.

«No están invirtiendo en nada«, agregó el dirigente sindical. En el caso del Tren del Valle, recordó los reiterados inconvenientes en la vía que une Neuquén y Cipolletti, incluso con extensos periodos de suspensión de los recorridos. Ese tramo espera una obra que eleve la altura del puente que cruza la Ruta 151, un proyecto sin avances por el momento.

Tamborindegui explicó que el tren funciona por medio de un acuerdo entre Trenes Argentinos y Ferrosur, que se encarga del mantenimiento de las unidades. Y consideró que, por el volumen de pasajeros que recibe, sería importante incorporar una nueva locomotora.

El Tren del Valle en alerta: «La tercera es la vencida»

En el comunicado de su conducción central, La Fraternidad señaló que «ahora no hay excusa» para el cierre de ramales y diferenció lo que ocurrió en otros gobiernos, cuando «el supuesto déficit y los paros ferroviarios» servían de explicación oficial.

«Es la billetera del FMI que intenta suprimir los ferrocarriles para impones sus negocios metal-mecánicos y petroleros», se añadió desde el gremio que representa a los maquinistas y al personal de conducción.

Sobre el final, hicieron referencia una vez más a otros momentos de la historia donde se ajustó el servicio de ferrocarriles.

«La primera con Alsogaray la ganaron y cerraron miles de kms de vía, la segunda con Cavallo la ganaron y clausuraron otros miles de kms de vía más. Nosotros decimos que la tercera es la vencida y con los ferroviarios y el pueblo movilizado vamos a detener la salvaje entrega de la patria», concluyó el texto.DiarioRíoNegro.com

17 de septiembre de 2025

Trenes Argentinos: Una pulseada entre la rentabilidad y la conectividad estratégica

Actualidad

Si bien se había anunciado su privatización, todavía no hubo avances porque no es atractiva para las empresas privadas. Según el investigador Ariel Filadoro, la discusión no puede reducirse a si da ganancias o no, sino a qué tipo de servicios se quieren sostener y con qué objetivos.

En el marco del proceso de privatizaciones de empresas públicas que se abrió, Trenes Argentinos se convirtió en uno de los casos más difíciles de resolver. La compañía estatal, que gestiona servicios ferroviarios urbanos, regionales y de larga distancia, aún no tiene una hoja de ruta definida para su traspaso al sector privado.

La falta de avances concretos se explica por dos factores principales: el congelamiento tarifario y los altos costos operativos. Aunque desde diciembre de 2023 se redujo el personal de planta en más de 3.000 puestos, la empresa cuenta con más de 21.000 trabajadores y continúa operando con déficit. En lo que va del año, el Estado transfirió más de $260.000 millones a Trenes Argentinos entre subsidios operativos e inversión en infraestructura. Aun así, informes del Congreso la ubican entre las empresas estatales con menor cobertura de gastos propios, una señal que ahuyenta el interés de potenciales operadores privados.

Frente a este escenario, el Gobierno comenzó a explorar esquemas intermedios, como concesiones parciales, donde el Estado mantendría el control de los activos estratégicos, mientras que el sector privado operaría la infraestructura bajo ciertos acuerdos. La idea parece más viable en sectores como el agroexportador, donde el transporte de cargas a gran escala podría generar incentivos. 

En paralelo, se despliega un plan de 226 obras ferroviarias con el objetivo de modernizar parte del sistema y mejorar la seguridad. Entre los trabajos más avanzados están la instalación del sistema de frenado automático en las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre; la renovación de vías en los ramales La Plata (línea Roca) y Tigre (línea Mitre); y la mejora del señalamiento en Retiro, una deuda de larga data. También se impulsa el desarrollo de tecnología nacional con componentes como un nuevo tercer riel de aluminio.

Además, el Gobierno acaba de prorrogar el contrato de concesión que habilita a Ferrosur Roca Sociedad Anónima a operar la línea General Roca dentro de la Red Ferroviaria Nacional hasta el 10 de septiembre de 2026 o hasta que se concrete un nuevo proceso de convocatoria para adjudicar la explotación del sector ferroviario correspondiente. 

Pero mientras las obras avanzan, la cobertura de muchas zonas retrocede. En distintas regiones del país, los trenes dejaron de operar o funcionan de forma muy limitada, afectando especialmente a pueblos y localidades del interior que dependían de estos servicios para acceder a centros urbanos, hospitales o espacios de estudio y trabajo. En algunos casos, la interrupción fue total; en otros, los horarios se redujeron a lo mínimo indispensable. Así, el tren en tanto servicio público se retira del territorio, dejando una red de vías sin uso y comunidades cada vez más aisladas.

En ese contexto, una pregunta de fondo vuelve a aparecer: ¿el tren debe ser un negocio rentable o un servicio estratégico de conectividad?

El investigador de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) Ariel Filadoro plantea que la discusión no puede reducirse a si el tren da ganancias o no, sino a qué tipo de servicios se quieren sostener y con qué objetivos.

En el caso de los trenes urbanos, como los que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la rentabilidad no puede ser el criterio principal. Estos sistemas son deficitarios en casi todo el mundo, y dependen estructuralmente del aporte estatal. "En muchas ciudades, la tarifa que paga el usuario está muy por debajo del costo real del servicio", explica Filadoro. Por eso, la mayoría de los países elige subsidiar el transporte urbano de manera sostenida, considerando su impacto en la movilidad, la seguridad vial y el medio ambiente.

Las concesiones impulsadas en los '90 dejaron lecciones claras: operadores privados que no pudieron sostener el servicio, falta de inversiones, deterioro progresivo de la infraestructura y tarifas imposibles de ajustar sin un costo social alto. “Las inversiones ferroviarias necesitan horizontes largos de amortización, algo que no encaja bien con el corto plazo que buscan las empresas privadas para recuperar su capital”, señala Filadoro.

Cuando se mira a las distintas provincias, la discusión cambia. Muchos de los servicios de pasajeros interurbanos que se desactivaron en los últimos meses ya funcionaban con baja ocupación y altos niveles de subsidio por pasajero. Según Filadoro, en estos casos hay que dejar de lado el romanticismo y preguntarse qué alternativas son realmente más eficientes para garantizar conectividad. 

"El ferrocarril tuvo un rol central en el desarrollo territorial durante el siglo XIX y parte del XX, cuando no existían otras opciones. Pero hoy, con el avance del modo carretero, sus beneficios se restringen a ciertos usos específicos. En muchos trayectos, incluso desde el punto de vista social, hay alternativas mejores", explica.

En el caso del transporte de cargas, el potencial está, pero con condiciones: debe tratarse de volúmenes grandes, en trayectos largos (superiores a los 300 kilómetros) y con destinos bien conectados, como los puertos o grandes centros urbanos. De lo contrario, el camión sigue siendo más competitivo, más rápido y más flexible.

Entonces, ¿cómo decidir qué ramales priorizar? La respuesta no está en la rentabilidad inmediata, sino en el equilibrio entre demanda real, impacto social y disponibilidad de recursos públicos. Según Filadoro, "en el AMBA nadie duda de la importancia del tren como herramienta de movilidad. El problema está en sostener servicios donde la demanda es baja o incierta. Muchas veces se anuncian proyectos sin estudios serios, guiados más por intenciones políticas que por evaluaciones técnicas".ElAuditorinfo.com