Nota de Opinión
Por: Kamel Zaanane (Conductor de trenes de SNCF - Francia) (publicado en Linkedln)
Sí?. Entonces seguro que has experimentado esta situación:
Hacés que tu tren de pasajeros se detenga, abres las puertas y luego... Un pasajero se baja y cruza las vías justo en la punta de tu tren.
En un instante, te encuentras atrapado ante un arbitraje complejo.
Opción A: Cuestionamiento (El coste cognitivo)
Abres la ventana para darle una charla. Te insulta y se aleja, burlándose de desprecio.
El precio a pagar es el doble para ti:
INMEDIATO: La ira aumenta, vuelves a un "efecto túnel", menos atento a la señalización.
DURADERO: Se crea un ancla. A partir de ahora, cada vez que vuelvas a ese tren, pases por esa estación o te encuentres con ese pasajero de nuevo, el recuerdo de la pelea volverá, reactivando la distracción y la molestia.
Opción B: Silencio (El coste pedagógico)
No dices nada para mantener tu calma y tu "burbuja" de conducción.
El precio a pagar es moral:
Dejas ir a una persona que no es consciente de que se ha puesto en peligro. Continuará su vida convencido de que su comportamiento fue inofensivo, porque nadie le dijo la gravedad de su acto.
Entre proteger la propia lucidez de conducta e intentar salvar a una persona temeraria de sí misma, arbitrar a veces es difícil.
Y tú, ¿dónde colocas el cursor en esos momentos?
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Esto es una irracionalidad permanente que la empresa permite, y el viajero necesita llegar a destino de algun modo, sobre todo exponiendose
ResponderEliminarHilda De Maio
ResponderEliminarLeiste la nota o solo viste la imagen? La nota trata de esas personas que cruzan las vías sin medir las consecuencias y que por más que alguno le dice "flaco por ahí no" se hacen los más porong** y donde todo le importa un bledo... Entonces ¿pensás le digo o no? Lo mismo pasa cuando arriba del tren se la pasan chupando o fumando porro... Sabes que no podés hacerlo pero te chupa un huev* y la mitad del otro, entonces ¿le digo que no se puede?, y correr el riesgo que te puteen y te digan de todo por querer hacer cumplir una reglamentación.. Y yo lo pienso tres veces. Pero después cuando los agarra el policía y los saca cagand* del tren y lo bajan por buenas o por las malas, algunos se hacen los defensores de pobre O como otros que apelan al sentido común por el bienestar de los demás pasajeros. Oscar R. Danieles...