Nota de Opinión
Por: Antonio Rossi (para LetraP.com)
Por falta de fondos, la CNRT recortó inspecciones y auditorías programadas sobre formaciones y estaciones. La llegada de un macrista al organismo, cuestionada.
A casi 20 días del choque de dos formaciones en la línea San Martín y del anuncio del vocero presidencial Manuel Adorni sobre la declaración inminente de la emergencia ferroviaria, el gobierno de Javier Milei recortó, por falta de fondos, inspecciones y controles de seguridad programados en estaciones y trenes de pasajeros de la región metropolitana y de larga distancia.
La reducción de las auditorías y relevamientos de las formaciones ferroviarias, confirmada por la Comisión Nacional Regulación del Transporte (CNRT) a través de una comunicación oficial, volvió a poner sobre el tapete la situación preocupante en los servicios de pasajeros.
El Gobierno ratifica que “no hay plata”
Por medio de la disposición 89/24; el titular de la CNRT, Edgar Pérez, reconoció que las limitaciones presupuestarias plasmadas en el DNU 70/23 “ocasionaron un apartamiento en la periodicidad y frecuencia que, a la postre, han repercutido en el programa de control y fiscalización de los servicios ferroviarios” previstos para este año.
Quien fue secretario de Transporte de Córdoba durante la última gestión de Juan Schiaretti afirmó, además, que los recursos disponibles para la Gerencia de Fiscalización de Gestión Ferroviaria “no han permitido adoptar medidas correctivas que permitan minimizar los desvíos producidos en el cumplimiento de las metas previstas para el primer trimestre de 2024”.
Tras resaltar que la “imposibilidad de recuperar aquellos desvíos a lo largo del presente año”, la resolución de la CNRT planteó que “se requiere readecuar la planificación y programación oportunamente aprobada, de manera tal de reasignar tareas y recursos que, de manera excepcional y por única vez, permita alcanzar el control evaluativo del servicio ferroviario con la mayor objetividad posible”.
Operativo de contralor reducido y acotado
De acuerdo con lo dispuesto por el organismo regulador, en los servicios de larga distancia la limitación de las tareas de los inspectores implicaría una reducción del 15% de los objetivos físicos que debían ser controlados.
En los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el achicamiento de las partidas presupuestarias que estaban destinadas al pago de viáticos se traducirá en una poda inicial del 10% en las auditorías e inspecciones que estaban en carpeta para este año.
El recorte de los controles afectará la fiscalización patrimonial de las estaciones y el relevamiento del estado operativo, de conservación y limpieza de los trenes metropolitanos y los coches de pasajeros de los servicios regionales y de larga distancia.
También se harán menos auditorías de las previstas sobre el funcionamiento del sistema SUBE, el expendio de pasajes de los trenes interurbanos y el seguimiento de las obras de vías, señalamiento, comunicaciones y alimentación eléctrica.
Si bien no lo admite expresamente, de no recibir la asistencia económica mínima que requiere para mantener activo al organismo, la conducción de la CNRT no descarta aplicar otra “reconfiguración y limitación” de las inspecciones en el segundo semestre del año.
La llegada de un macrista, cuestionada
El último martes se publicó en el Boletín Oficial el nombramiento del nuevo subdirector ejecutivo de la CNRT, el macrista Pedro Scarpinelli. El decreto 419/24 de designación tiene la particularidad de haber establecido como fecha de inicio de su gestión en el organismo el 18 de enero pasado.
Scarpinelli fue director del Observatorio de Seguridad Vial que había armado la gestión de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y ex asesor estratégico de movilidad sustentable del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta.
Mientras tanto, la emergencia ferroviaria anticipada por Adorni sigue sin efectivizarse y la normalización de los servicios de la línea San Martín, en la que se produjo el choque de trenes, va camino a demorar mucho más de lo previsto.
La ferroviaria estatal SOFSE, que conduce el massista Adrián Luque, admitió que, como mínimo, los trabajos de reparación del puente donde colisionaron los trenes hace dos semanas se estirarán hasta julio y que el servicio limitado a Pilar seguirá partiendo de la estación Palermo.
A eso se agrega que, por falta de fondos, la empresa tampoco pudo contratar, como suele ocurrir en casos similares de vías cortadas por obras o accidentes, servicios complementarios de colectivos para poder facilitar el traslado de los pasajeros habituales de la línea hasta la cabecera de Retiro.