Exterior
Los pasajeros sufren cancelaciones, retrasos y cambios de convoyes // La
versión oficial de la compañía es que "fallos en el material"
afectaron a las líneas que unen Oviedo con Trubia, Laviana y Santander
Cancelaciones, retrasos que alcanzaron, de media, los 15 minutos y
cambios de trenes en mitad del trayecto. La jornada de ayer en Feve distó mucho
de ser tranquila. La compañía achacó a "fallos de material" el
desbarajuste en el servicio que afectó, fundamentalmente, a tres líneas: Oviedo-Trubia,
Oviedo-Laviana y Oviedo-Santander. Los trabajadores, mucho más rotundos,
denunciaron la escasez de trenes disponibles debido a la acuciante falta de
recursos, de profesionales en los talleres e incluso de los recambios
necesarios para realizar las reparaciones. También hay unidades paradas en los
talleres porque ni siquiera han pasado el calendario de revisiones que se ha
impuesto desde la integración con Renfe. Estos problemas se unen a la nula
inversión en el mantenimiento de las vías, lo que provoca que las rutas estén
jalonadas de limitaciones de velocidad, para extremar la seguridad.
Pantalla de la estación de Feve de Pola de Siero, antes de colocar el cartel de avería
El comité de empresa, a preguntas de ASTURIAS24, ha denunciado el
"alarmante deterioro del servicio" y que la integración no ha
supuesto ninguna mejora. Más bien, al contrario. Su presidente, Luis Blanco,
cree que proliferan las cancelaciones y los retrasos.
Sólo un ejemplo
Solo un ejemplo de lo sucedido ayer. Servicio semidirecto de Pola de
Siero a Oviedo, a las nueve y veintisiete de la mañana. El tren procedente de
Infiesto llegó con apenas dos minutos de retraso. Pero una vez en El Berrón, un
trabajador de Feve entró en los vagones y alertó a los pasajeros de que debían
bajarse y esperar por otro que estaba llegando desde Oviedo. En realidad, los
pasajeros de ambos convoyes se intercambiaron entre sí. El procedente de Oviedo
regresó a la capital y el otro volvió sobre sus pasos hacia Santander. Al
final, entre cambios y esperas, un viaje que dura, en teoría, 21 minutos
acumuló 15 minutos de demora. La versión de algunos trabajadores, a preguntas
de los afectados que se arremolinaban en el andén, fue que el tren del que se acababan
de bajar era la única unidad diésel disponible en ese momento --el resto eran
modelos eléctricos-- y tenía que dar la vuelta desde El Berrón para cubrir el
servicio con Santander, ya que la electrificación de la línea solo llega a
Infiesto.
La compañía, sin entrar en muchos detalles, admitió ayer la existencia
de supresiones, retrasos y trasbordos debido a "fallos de material".
Explicó que las incidencias trataron de resolverse "con la menor molestia
posible para los pasajeros" y lamentó los problemas generados a los
usuarios. Aseguró que las cancelaciones se resolvieron, mayoritariamente, con
un servicio posterior, ya que en la zona centro los horarios incluyen bastantes
frecuencias. No obstante, a las diez de la noche continuaban los retrasos en los
servicios con salida desde Oviedo.
Cambios en los horarios
Aunque la situación de ayer fue excepcionalmente complicada, lo cierto
es que las deficiencias en el servicio de Feve no son algo nuevo y crecen con
el paso de los meses. Uno de los aspectos más conflictivos es el incumplimiento
sistemático en el horario de algunos servicios, provocado, según la versión de
la compañía, por las limitaciones de velocidad. Al menos, esa es la explicación
que ofrece telefónicamente a los usuarios que presentan reclamaciones por
escrito en las estaciones. En esas llamadas precisa que se está trabajando para
adaptar los horarios a la realida. Esto supone que, a falta de inversiones, la
única alternativa es reconocer que los viajes duran más. Feve lamenta las deficiencias
y los perjuicios que pueden estar sufriendo los pasajeros pero no hay otras
soluciones previstas a corto plazo.
Un ejemplo de limitación de velocidad es la que existe en Llanes, en la
zona en la que descarriló un mercancías en mayo. El accidente causó daños en
las vías, que no han sido reparadas desde entonces, así que los convoyes tienen
que aminorar la marcha. En Arriondas, los usuarios denuncian retrasos
constantes que llegan a la media hora.
Los trabajadores
Los trabajadores de Feve conocen de primera mano las quejas de los
usuarios y admiten que se están produciendo deficiencias constantes que restan
confianza a los pasajeros. El presidente del comité de empresa, Luis Blanco,
denuncia que la dirección de la compañía ya no les ofrece ni siquiera los datos
de usuarios, pero están convencidos de que en los últimos meses "han caído
en picado". Blanco señala que la integración de Feve en Renfe no sólo no
ha supuesto ninguna mejora sino que "ha supuesto un deterioro del servicio
alarmante".Asturias24.com