ACTUALIDAD
El goteo de poder de Julio De Vido no cesa. Las últimas terminales que
le quedan en Transporte recibieron un tiro de gracia: Florencio Randazzo creó
dos oficinas para administrar la caja y el plan del área y, de manual, designó
en ellas a dos aliados.
Con destreza, el juego de pinzas randazzista perfora la trinchera
gremial vinculada al ministro de Planificación, y rodea a Alejandro Ramos, el
intendente santafesino que De Vido propuso como reemplazo de Juan Pablo Schiavi
luego de la tragedia de Once.
Desde ayer, el exministro de Economía bonaerense -su escala más reciente
fue como asesor de Hernán Lorenzino- Gerardo Otero oficia de subsecretario de
Gestión Administrativa.
En criollo: maneja la fenomenal caja de Transporte, incluidos los 10.544
millones que suma la cuenta «Subsidios» en lo que va del año.
En tanto, Eduardo Sícaro, pasa de la CNRT a la Subsecretaría de
Regulación Normativa, y se queda con el control integral del plan estratégico
del área.
La mudanza lo invisibilidad por la causa de Once, pero lo confirma como
lo que es: un secretario «paralelo» a Ramos.
Gerardo Otero, Ariel Franetovich
Del esquema que por años operó al amparo de De Vido y Ricardo Jaime,
cristalización del pacto entre Néstor Kirchner y Hugo Moyano, sólo perdura
Antonio Luna, subsecretario de Transporte Ferroviario, único nombre del actual
organigrama que reporta a un gremio: La Fraternidad de Omar Maturano.
Un formalismo: la conformación de las subsecretarías para Otero y Sícaro
le arrebatan, de facto las funciones a las áreas separadas por rubro y que, en
otros tiempos, Kirchner entregó a los sindicatos de la especialidad como gesto
de amigable vecindad.
Por caso, Jorge «Gallego» González fue subsecretario de Transporte
Automotor casi una década en representación de Moyano. Y Ricardo Luján, ligado
a Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento) manejó Puertos y Vías Navegables
hasta junio pasado.
La guerra entre Cristina y Moyano decapitó, primero, a González: en mayo
asumió Edgardo Colombini, mano derecha de Ramos desde la intendencia de
Granadero Baigorria. En junio cayó Luján y en su lugar juró Horacio Tettamanti,
un empresario portuario marplatense.
Anteriormente, Ricardo Cirielli -un proto-K que se peleó con Jaime y
luego se convirtió en asesor de Moyano en su espadeo con la Presidente- dejó
vacante la Subsecretaría
de Aerotransporte Comercial. Al crearse, la ANAC absorbió las funciones de esa oficina.
Luna, por ahora, sobrevive. No es un mérito propio: Maturano, su
garante, que años atrás se amigó con Moyano gracias a las gestiones
personalísimas de De Vido, contribuyó a vaciar la CGT Azopardo. Sobre
Luna, sin embargo, sobrevuela el expediente del accidente de Once.
La entronización de Otero y Sícaro hermana a Luna con Colombini y
Tettamanti. Los tres sufren el desguace de sus áreas con la aparición de esos
dos supersubsecretarios que, en la práctica, concentrarán sus oficios. Otero y
Sícaro no reportan a Ramos sino a Randazzo. Bingo.
Ricardo Bellagio, exadministrador del APE, podría aleccionar a los
cuatro -Ramos, Luna, Colombini y Tettamanti- sobre cómo deben entender esos
embates en la galaxia K: lo sufrió en persona cuando la santacruceña Liliana
Korenfeld fue nombrada como segunda de la Superintendencia
de Seguros de Salud, pero con funciones de número uno.
Bellagio leyó lo obvio: su ciclo había terminado.
Por lo pronto, los algunas veces devidistas Maturano y Luna al menos
entenderán ahora a qué ministro deben rendir pleitesía.
Magias
Para Ramos, en la práctica, también es un retroceso. Llegó del brazo de
De Vido -que lo llevó a Olivos como intendente y lo sacó funcionario- y ahora queda
al frente de una secretaría que, por arriba y por abajo, está comandada por el
randazzismo. Salvo en esa víscera sensible que es el ego, a Ramos no termine de
afectarlo del todo. Hay que leerlo en clave: gestiona mirando a su provincia,
tal vez fantaseando en ser candidato a gobernador en Santa Fe.
La magia en los casilleros de Transporte se completará en estas horas
cuando otro randazzista, Ariel Franetovich, consiga la licencia como diputado
provincial para asumir como titular de la Comisión Nacional
de Regulación del Transporte (CNRT), liberada por Sícaro.
Nada está librado al azar: la banca de la que se toma vacaciones la
ocupará Nelson Silva también tributario del ministro del Interior.
Vueltas de la vida: Silva es de Carlos Tejedor, distrito del interior
bonaerense del que proviene Emilio Monzó -fue intendente- actual ministro de
Gobierno de Mauricio Macri que se sienta a la mesa de negociación con Randazzo
a discutir el póquer del subte.
En esa charla, a un costado, casi fuera de cámara ayer debutó
Franetovich como futuro titular de la
CNRT aunque no fue, todavía, designado.
En Casa Rosada explican la avanzada de Randazzo como una jugada
preventiva. Luego de tiempos de frialdad en la relación con la Presidente, su suerte
aparece atada, dicen en Gobierno, a cómo se desarrolle la gestión en
Transporte, Por esa razón buscó centralizar un área a simple vista
incontrolable.
En esa línea, a principios de mes lanzó una página
(http://www.mininterior.gov.ar/web_transporte/index.php) donde se blanquea la
cantidad de subsidios que recibe cada empresa de colectivos, cada línea
ferroviaria o el subte porteño. Con la misma lógica degolló el contrato por la
tarjeta SUBE.ÁmbitoFinanciero