ACTUALIDAD
En caso de
que el boleto llegara a aumentar a su valor técnico de $ 6, la ganancia
alzancaría el 140% anual, diez veces más de lo que hoy paga un plazo fijo en un
banco. Pero se descuenta que el servicio contará con algún tipo de subsidio. En
ese caso, con una tarifa de $ 4,50, el rendimiento sería de 80%. A principios
del 2012, la tarifa ya había subido de $ 1,10 a $ 2,50.
¿Dónde conviene
poner la plata?, es la pregunta del millón. La respuesta es un clásico de la
economía: Depende.
Si se trata
de un ahorrista conservador, un plazo fijo en un banco puede llegar a rendir un
14% anual. Si el inversor es más agresivo, buscará un retorno mayor que, desde
luego, traerá aparejado un nivel de riesgo más alto, quizás comprando alguna
acción del mercado de capitales.
Ahora, si la
persona quiere una alternativa sin riesgo alguno y con una alta tasa de
retorno, la viveza criolla le dice que puede empezar con la precompra de
boletos de subte, un negocio que puede llegar a arrojar una utilidad neta de
hasta el 140% anual, el equivalente a diez veces más que un plazo fijo.
Rentabilidad que podría ser aún mayor de concretarse una segunda suba en el
transcurso del año.
De ahí que en
el mercado se especula con que se produzca una corrida boletera en las
estaciones una vez anunciado el nuevo valor del boleto.
Lo que hay
que tener en cuenta es que no conviene recargar la SUBE , ya que cuando uno pase
por los molinetes se debitará el importe con el nuevo aumento.
El jefe de
gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, ya advirtió que el valor
técnico del viaje de subte, sin subsidio, es de $ 6. Por lo tanto, si el precio
llegara a aumentar de $ 2,50
a $ 6, la suba llegaría a 140%.
Además, si
uno tomó el subte en una cabecera de estación y logró el anhelo de conseguir un
asiento, obtendría la placentera sensación de estar viajando más cómodo que
alguien que va parado, y que pagó más del doble que uno por el trayecto.
De todos
modos, vale aclarar que se descuenta que el servicio contará finalmente con
algún tipo de subsidio, por lo que lo más lógico sería que el ex-cospel se vaya
a $ 4,50, lo que implicaría una ganancia neta para el ahorrista del 80%. En ese
caso, casi sextuplicaría el rendimiento de un plazofijista.
El peor
escenario para el busca interesado en hacer esta diferencia sería que el boleto
sólo se eleve a $ 4. De todas maneras, implicaría un incremento del 60%, con lo
que más que cuadruplicaría de lo que se obtiene por dejar la plata depositada
en el banco. Con la diferencia de que, en este caso, uno tiene las tarjetas en
su bolsillo y que puede hacerlas efectivo en cualquier momento.
De hecho,
cuando fue el aumento de $ 1,10
a $ 2,50, a principios del año pasado, muchos usuarios
salieron a comprar tarjetas, al punto que se produjeron largas filas en las
boleterías. Por entonces, se limitaban a vender un máximo de 20 pases por
persona, tope que luego redujeron a solamente 10 a medida que la demanda
crecía.
No pasó mucho
antes de que aparecieran en Mercado Libre anuncios con la venta de pasajes a $
2. ¿No pudiste comprar viajes de subte antes del aumento? Compralos a $ 2 en
vez de a $ 2.50, consignaba uno de los anuncios publicados. Se explicaba
también la existencia de una compra mínima de 30 viajes.
En el sitio
DeRemate.com también había oportunidades. Un usuario llegó a ofrecer tarjetas
de diez viajes cada una a $ 20, con la posibilidad, además, de poder pagarlas
en seis cuotas.
Esto mismo
podría suceder una vez que se establezca la nueva tarifa. Por lo tanto, tener
un Subtepass sería como contar con billetes constantes y sonantes. Claro que,
para hacer el negocio, hay que estar preparado y acercarse a la boletería para
adquirir las tarjetas antes de que se produzcan las largas filas y las
limitaciones en la venta de pasajes.ElCronista
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