16 de julio de 2021

El ferrocarril como política de Estado, el camino que debemos seguir

Nota de Opinión

Luego de 30 años de manejo privado, las líneas Sarmiento, Mitre y Roca volverán a ser gestionadas por el Estado. Durante este período, el manejo privado dejó un balance negativo en lo que respecta a infraestructura, velocidad y ramales perdidos comparándolos desde el momento en que recibieron la concesión. Debemos desmentir la imagen que quieren contar algunos sectores: esto no implica una estatización, ni una ruptura de contratos o expropiación. El Gobierno decidió no renovar los acuerdos y concesiones a las firmas que se encontraban operando.

Esta medida demuestra que el Gobierno Nacional se encuentra avanzando en un fuerte plan de inversión para recuperar el rol del ferrocarril en el mercado interno. El ferrocarril como una política de estado, recuperando la importancia y valor que siempre tuvo en nuestro país. Es por eso que Trenes Argentinos Cargas (TAC) encabezará a partir del 2022 la transición de las operaciones y Trenes Argentinos Infraestructura tendrá a cargo la administración de las grandes obras de envergadura ferroviaria y la gestión de los bienes, como lo viene haciendo con las otras líneas ferroviarias.

El traspaso deberá realizarse en forma ordenada y para eso hay un plan de transición para que las operaciones pasen a manos del Estado. En este sentido, no se descarta a las empresas privadas en el día a día. Ellas tendrán la posibilidad de ofrecer servicios de transporte de carga, pero para ello deberán desembolsar un canon por el uso de las vías, una posibilidad de operar entre publico y privado donde el Estado recibe el beneficio económico como propietario de las vías.

La apuesta del Gobierno es incorporar a las líneas Sarmiento, Mitre y Roca al plan de modernización del transporte ferroviario realizando las inversiones necesarias para ponerlas nuevamente en valor. Estas inversiones se sumarán al programa de obras integrales con el que el Estado busca recuperar el rol del tren en el crecimiento y desarrollo del mercado interno: un símbolo histórico del país que en los noventa comenzó a perder brillo junto a las privatizaciones.

Sin ir más lejos, hace pocas semanas, la sociedad estatal Trenes Argentinos Infraestructura movilizó casi 38 mil toneladas de durmientes, en una de las acciones que es parte del plan nacional de modernización del transporte ferroviario. En los próximos 4 años, también, se invertirán cerca de 5.000 millones de dólares para reactivar los trenes de carga. Esta inversión permitirá transportar productos de forma más eficiente sin daños al medio ambiente hacia los puertos e impulsar las economías regionales.

Es una gran oportunidad. Tenemos un Gobierno que prioriza la industria nacional. La conexión ferroviaria traerá nuevas posibilidades económicas que tendrán consecuencias positivas en la demanda interna y externa. Además, el plan de modernización de trenes de carga trabajará sobre más de 4.000 kilómetros de vías y permitirá la creación de alrededor de 31.000 puestos de trabajo, lo que seguirá reactivando nuestra economía. Las obras mencionadas unirán al menos 12 provincias,  donde transita la red ferroviaria imprimiéndole un sentido federal como siempre lo tuvo el Ferrocarril en nuestra patria.

En época de pandemia, donde la prioridad para el Gobierno Nacional es la salud, esta decisión demuestra que hay un plan para crear trabajo, fortalecer la industria nacional y tratar de levantar las persianas que se cerraron por las políticas implementadas en los cuatro años del Gobierno de Cambiemos y por las consecuencia de la situación sanitaria.

No hay dudas de que la decisión del Gobierno es acertada y tenemos un norte fijo: recuperar nuestra historia ferroviaria y potenciarla para que cada sector y actividad de nuestro país crezca. Este es el camino que debemos seguir para poner a la Argentina de pie.Por Víctor Colombano (Secretario Administrativo de ALAF) Fuente: BAENegocios

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