Nota de Opinión
Por: Carlos Alberto Salgado
En el día de ayer, la señora Presidenta de la Nación hizo un importante anuncio para el sector ferroviario, que consiste en invertir una importante suma de dinero que será destinada para la recuperación de diversos ramales del estratégico Ferrocarril Belgrano Cargas (SOESA), que como se recordará sus vías recorren por 13 provincias (la mayoría del NOA y NEA), teniendo además, conexión con las Repúblicas de Chile y Bolivia.De cumplirse la millonaria promesa de inversión realizada por la más alta magistratura del país, creo que se haría justicia hacia un ferrocarril que fuera abandonado a su suerte, desde el mismo momento de la época privatizadora, cuando se llamó a licitación nacional e internacional y ninguna empresa quiso hacerse cargo por encontrarse prácticamente destruido en su infraestructura de vía, material rodante y tractivo, etc. y ser muy grande la inversión que había que hacer para ponerlo en movimiento.
Es así, que al quedar desierto el llamado a licitación, durante el menemismo se crea la empresa Belgrano S.A., que estuviera dirigida por el Ing. Ignacio Ludueña, quien durante su corta gestión llegó a transportar alrededor de 2 millones de toneladas y se instaló el sistema satelital de comunicación. Posteriormente en época del entonces Ministro de Economía Cavallo, Menem como presidente de la nación, el ferrocarril es ofrecido al gremio Unión Ferroviaria, quien se hace cargo de la operación a cambio de un dinero que según el sindicato nunca fue aportado por el Estado, llegando la empresa a sufrir una parálisis casi total, ya que de las casi 100 locomotoras (de varios modelos) que tenía a su cargo, llegó a operar trenes con tan sólo 5 en buenas condiciones para toda la red.
En estos últimos dos años, pudimos observar alguna recuperación, pues hubo inversión en material rodante, tractivo y de infraestructura de vía, sobre todo en la Provincia del Chaco.
De invertirse verdaderamente la cifra millonaria que se dice se realizará en el ex Ferrocarril General Belgrano (que espero esta vez sea cierta), la misma dará un impulso impresionante en la operación y transporte de mercaderías. Hay que recordar, entre otras cosas, que está proyectada la conexión ferroviaria del Mercosur con Brasil, Paraguay y Chile para la unión bioceánica por tren, y el valor del flete cobra un valor importante, y el ferrocarril es fundamental, por eso la recuperación del Ramal C-25 (Formosa - Embarcación) es de suma necesidad.
Ahora bien, estamos en un año electoral que se elije nada más y nada menos que Presidente de la Nación. Durante estos últimos años a nivel ferroviario tuvimos siempre, en época de elecciones, anuncios y promesas que nunca se cumplieron y fueron base del desencanto de la población. Muchos se sintieron defraudados. La lista de las promesas incumplidas es muy larga y ustedes ya lo saben, porque lo hemos escrito hasta el hartazgo en varias de nuestras notas y en reportajes que otros medios nos han realizado.
Por eso señora Presidenta, esta vez confío en usted porque observo en sus palabras, expresadas en el día de ayer, que se encuentra al tanto sobre lo que está pasando con los trenes. El ferrocarril de esta forma no dá para más, y sino se invierte en grande y no se lo toma como política de Estado, con parches la cosa no va a funcionar. Ojala que esta promesa, al menos, se haga realidad.