Gremiales
La UTA y La Fraternidad, gremios clave para la contundencia de una huelga, se suman a la presión de los camioneros de Moyano para realizar la semana que viene la medida, junto con un posible anuncio de Macri con el FMI.
Los sindicatos del transporte público, claves para garantizar la contundencia de un paro nacional, apoyarán la iniciativa de realizar la medida el jueves de la semana próxima como plantean los sectores opositores de la CGT y que adelantó ayer este diario. Lo consensuaron ayer la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio de colectiveros, y los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad. La posición de ambas organizaciones, relacionada con promesas incumplidas del Gobierno al sector así como la amenaza de anular sus regímenes jubilatorios anticipados, promete inclinar la balanza en la discusión de mañana del Consejo Directivo de la central para definir la fecha de una huelga.
El encuentro de la cúpula de la CGT mostrará una vez más la distinción entre dialoguistas y confrontativos. En el primer segmento, donde militan los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" de buen diálogo con Cambiemos, había acuerdo con el resto en la necesidad de llevar adelante un paro durante junio aunque con preferencia para hacerlo hacia fin de mes, una vez que estuviesen más claras las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno para firmar un acuerdo.
En tanto que los dirigentes más identificados con Hugo Moyano y la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que encabeza Sergio Palazzo, presionan por realizarlo la semana que viene, antes del arranque del equipo argentino en el Mundial de Fútbol. Con ese calendario en vista los dirigentes opositores al Ejecutivo propusieron convocar a la huelga entre el martes y jueves próximos. Y, entre esas alternativas, sugirieron hacerlo el 14 por tratarse de la fecha en la que se presume que Mauricio Macri podría anunciar públicamente un entendimiento con el FMI, además de coincidir con la inauguración del Mundial.
El acuerdo entre los jefes de UTA, Roberto Fernández, y de La Fraternidad, Omar Maturano, será determinante el jueves. Es que más allá del reparto de poder hacia adentro del Consejo Directivo, un paro sin esas organizaciones está destinado al fracaso. La prueba más reciente de ello fue la huelga por 24 horas que arrancó el mediodía del 18 de diciembre último y que pasó prácticamente inadvertida por la determinación de la UTA de desobedecer el mandato del triunvirato que integran Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. También en esa ocasión La Fraternidad paró por pocas horas y suspendió la medida con el alegado propósito de permitir la vuelta a sus hogares de los trabajadores que habían ido a sus empleos el mismo 18.
Una vez más, ambas organizaciones del transporte tienen sus propias razones para endurecerse frente al Gobierno. Además de los motivos comunes en contra del veto presidencial a la ley que ponía freno a las tarifas y de un posible acuerdo con el FMI, los gremios nucleados en la Confederación del Transporte (CATT) le facturan al equipo de Macri no haber cumplido con una negociación que contemplaba exenciones puntuales en el impuesto a las Ganancias para los trabajadores del rubro. Entre ellas, el pago de adicionales por feriados, horas extras y viáticos.
Pero la gota que colmó el vaso fue la publicación este lunes en el Boletín Oficial de una resolución del Ministerio de Trabajo que crea una "Comisión Técnica Permanente" para evaluar los regímenes jubilatorios especiales. Ese tipo de sistemas rige en particular en el segmento del transporte, en donde la edad promedio de jubilación es a los 55 años, con 30 años de aportes. Son los casos de los colectiveros, los maquinistas de trenes, los pilotos aeronáuticos y varios de los gremios portuarios que tienen ese diferencial a favor en la edad de retiro por la condición desgastante de sus tareas y que temen la eliminación de esos esquemas en un contexto de recortes generalizados en el gasto público.
En paralelo con la discusión por el paro la CGT continuó ayer con su acción política para sumar volumen y llamar la atención del Gobierno. El triunvirato y buena parte del Consejo Directivo mantuvieron una reunión en la central sindical de Azopardo con varios senadores peronistas encabezados por Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque.
Pichetto les volvió a garantizar a los gremialistas que no avanzarán con las reformas laborales que el Gobierno impulsa sin un acuerdo con la CGT. Se trata de una nueva señal en contra de esas iniciativas, que contemplan un blanqueo laboral, la baja en las indemnizaciones, la vuelta de las pasantías y la creación de una agencia de tecnología médica para salvaguardar a obras sociales y prepagas de los juicios de sus afiliados.
En ambos sectores hubo coincidencias en la necesidad de conformar una oposición fuerte para el año que viene y en el diagnóstico de la crisis económica que atraviesa tanto a las provincias de los legisladores como a los trabajadores representados por los gremialistas.
Volumen. Miguel Ángel Pichetto fue la figura estelar invitada ayer por la cúpula de la CGT a un encuentro tras sanción del proyecto opositor antitarifas y posterior veto presidencial. Hubo consenso sobre la crisis económica.
La UTA y La Fraternidad, gremios clave para la contundencia de una huelga, se suman a la presión de los camioneros de Moyano para realizar la semana que viene la medida, junto con un posible anuncio de Macri con el FMI.
Los sindicatos del transporte público, claves para garantizar la contundencia de un paro nacional, apoyarán la iniciativa de realizar la medida el jueves de la semana próxima como plantean los sectores opositores de la CGT y que adelantó ayer este diario. Lo consensuaron ayer la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio de colectiveros, y los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad. La posición de ambas organizaciones, relacionada con promesas incumplidas del Gobierno al sector así como la amenaza de anular sus regímenes jubilatorios anticipados, promete inclinar la balanza en la discusión de mañana del Consejo Directivo de la central para definir la fecha de una huelga.
El encuentro de la cúpula de la CGT mostrará una vez más la distinción entre dialoguistas y confrontativos. En el primer segmento, donde militan los "gordos" de los grandes gremios de servicios y los "independientes" de buen diálogo con Cambiemos, había acuerdo con el resto en la necesidad de llevar adelante un paro durante junio aunque con preferencia para hacerlo hacia fin de mes, una vez que estuviesen más claras las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno para firmar un acuerdo.
En tanto que los dirigentes más identificados con Hugo Moyano y la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que encabeza Sergio Palazzo, presionan por realizarlo la semana que viene, antes del arranque del equipo argentino en el Mundial de Fútbol. Con ese calendario en vista los dirigentes opositores al Ejecutivo propusieron convocar a la huelga entre el martes y jueves próximos. Y, entre esas alternativas, sugirieron hacerlo el 14 por tratarse de la fecha en la que se presume que Mauricio Macri podría anunciar públicamente un entendimiento con el FMI, además de coincidir con la inauguración del Mundial.
El acuerdo entre los jefes de UTA, Roberto Fernández, y de La Fraternidad, Omar Maturano, será determinante el jueves. Es que más allá del reparto de poder hacia adentro del Consejo Directivo, un paro sin esas organizaciones está destinado al fracaso. La prueba más reciente de ello fue la huelga por 24 horas que arrancó el mediodía del 18 de diciembre último y que pasó prácticamente inadvertida por la determinación de la UTA de desobedecer el mandato del triunvirato que integran Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. También en esa ocasión La Fraternidad paró por pocas horas y suspendió la medida con el alegado propósito de permitir la vuelta a sus hogares de los trabajadores que habían ido a sus empleos el mismo 18.
Una vez más, ambas organizaciones del transporte tienen sus propias razones para endurecerse frente al Gobierno. Además de los motivos comunes en contra del veto presidencial a la ley que ponía freno a las tarifas y de un posible acuerdo con el FMI, los gremios nucleados en la Confederación del Transporte (CATT) le facturan al equipo de Macri no haber cumplido con una negociación que contemplaba exenciones puntuales en el impuesto a las Ganancias para los trabajadores del rubro. Entre ellas, el pago de adicionales por feriados, horas extras y viáticos.
Pero la gota que colmó el vaso fue la publicación este lunes en el Boletín Oficial de una resolución del Ministerio de Trabajo que crea una "Comisión Técnica Permanente" para evaluar los regímenes jubilatorios especiales. Ese tipo de sistemas rige en particular en el segmento del transporte, en donde la edad promedio de jubilación es a los 55 años, con 30 años de aportes. Son los casos de los colectiveros, los maquinistas de trenes, los pilotos aeronáuticos y varios de los gremios portuarios que tienen ese diferencial a favor en la edad de retiro por la condición desgastante de sus tareas y que temen la eliminación de esos esquemas en un contexto de recortes generalizados en el gasto público.
En paralelo con la discusión por el paro la CGT continuó ayer con su acción política para sumar volumen y llamar la atención del Gobierno. El triunvirato y buena parte del Consejo Directivo mantuvieron una reunión en la central sindical de Azopardo con varios senadores peronistas encabezados por Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque.
Pichetto les volvió a garantizar a los gremialistas que no avanzarán con las reformas laborales que el Gobierno impulsa sin un acuerdo con la CGT. Se trata de una nueva señal en contra de esas iniciativas, que contemplan un blanqueo laboral, la baja en las indemnizaciones, la vuelta de las pasantías y la creación de una agencia de tecnología médica para salvaguardar a obras sociales y prepagas de los juicios de sus afiliados.
En ambos sectores hubo coincidencias en la necesidad de conformar una oposición fuerte para el año que viene y en el diagnóstico de la crisis económica que atraviesa tanto a las provincias de los legisladores como a los trabajadores representados por los gremialistas.
Volumen. Miguel Ángel Pichetto fue la figura estelar invitada ayer por la cúpula de la CGT a un encuentro tras sanción del proyecto opositor antitarifas y posterior veto presidencial. Hubo consenso sobre la crisis económica.