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En la Cámara de Senadores bonaerense se elevó un nuevo pedido al gobierno bonaerense, para que el servicio se reactive nuevamente. Hasta el momento, cada pedido ha caído en bolsillos rotos.
Una nueva petición por la reactivación del servicio ferroviario de pasajeros desde y hacia Bahía Blanca desde Plaza Constitución, además de una advertencia sobre el mal estado de las líneas férreas, fue llevada a cabo desde la Legislatura bonaerense.
A casi un año y medio de la última vez que un tren de pasajeros circuló por las vías del Sudoeste Bonaerense, la situación no ha cambiado significativamente a la de marzo de 2023. Hasta el momento de la suspensión, las frecuencias eran pocas, la travesía podía hacerse solo a través de la vía La Madrid y la duración del viaje era casi eterna: casi 18 horas. El estado de las vías era siempre (y es todavía) el apuntado como el gran culpable de la situación.
Como se dijo, la coyuntura no dista mucho de lo que pasaba hasta el 21 de marzo del año pasado, cuando se descarriló una formación en cercanías de Olavarría, viajando hacia Bahía Blanca, con más de 300 personas a bordo. De hecho, más allá de diversas peticiones desde sectores institucionales o políticos, o pedidos de reuniones o reactivaciones que nunca llegan muy lejos, prácticamente no ha cambiado ni tiene visos de que lo vaya a hacer en el corto plazo.
En este marco, en la Legislatura alertaron nuevamente por la desaparición del servicio ferroviario de pasajeros en el interior de la provincia de Buenos Aires, puntualmente es nuestra región, y se elevó un nuevo reclamo al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que “gestione ante el Gobierno Nacional la recuperación y puesta a punto de las vías férreas existentes”.
El pedido fue realizado por la senadora provincial Nerina Neumann Losada, quien reclamó que el mandatario provincial gestione, en el marco de las privatizaciones o concesiones del sistema ferroviario que se realizará en el marco de la Ley N° 27.742, Decreto N° 695/2024, que considere prioritaria la recuperación y puesta a punto de las vías férreas para posibilitar un servicio de pasajeros de cercanía y larga distancia seguro y de calidad.
“Las privatizaciones surgidas en base a la denominada Ley de Emergencia Administrativa sancionada en el año 1989, resultaron altamente negativas para el sistema ferroviario argentino, debido a la permisividad otorgada a las empresas concesionarias y escasas condiciones de mantenimiento y mejoras de las vías férreas”, sostuvo.
Al respecto, consideró también que “haber otorgado la concesión de las vías férreas sin mayores requisitos, provocó el abandono o desmantelamiento de ramales, como también el escaso mantenimiento de aquellos que subsistieron destinados al servicio de carga prestado por las mismas empresas concesionarias”.
“Sin importar que jurisdicción del Estado brinde el servicio de pasajeros, este se encuentra con la limitante del inexistente o deficiente estado del las vías férreas, haciendo imposible o inseguro el tránsito de trenes de pasajeros”, explicó. Por esto, aclaró, no se prestan o han dejado de prestarse los servicios interurbanos, “pese a la mejora realizada con la compra de material rodante nuevo”.
La legisladora de UCR-Cambio Federal por la Sexta Sección aseguró también que “los continuos descarrilamientos, así como la baja velocidad a la que transitan las formaciones, son una muestra evidente del estado de las vías luego de tres décadas en manos privadas”, que terminaron ocasionando que los últimos servicios de pasajeros que se prestaron fueran más lentos que el momento en que “los trenes eran a vapor”.
“Por ejemplo, de Plaza Constitución a Bahía Blanca (vía La Madrid), tiene una velocidad promedio inferior a los 40 kilómetros por hora, tardando 19 horas para hacer 680 kilómetros”, recordó.
Al respecto, explicó que “el vencimiento de las concesiones surgidas del marco privatizador menemista y el nuevo proceso privatizador iniciado con la aprobación de la Ley N° 27.742 –NdR: Ley de Bases-, nos da la posibilidad de no repetir malas experiencias y de recomponer con aporte privado el sistema ferroviario argentino, posibilitando la prestación segura y de calidad del servicio de pasajeros con trenes de cercanía y de larga distancia”.
“Ahora es el momento justo para que tantos reclamos realizados por el regreso o la continuidad del tren de pasajeros por los intendentes, concejos deliberantes y vecinos de localidades del interior se hagan escuchar. Es necesario que los nuevos concesionarios de las vías estén obligados por contrato a repararlas y mantenerlas”, argumentó.
Neumann Losada sostuvo que “debatir si el servicio de pasajeros en el interior lo debe prestar un privado, la Provincia o el estado nacional es prematuro”.
“Si no garantizamos la reparación de las vías, nadie se hará cargo de un servicio inseguro para poner en riesgo la vida de quienes viajen”, concluyó.
Sin noticias desde marzo del año pasado
La última formación del tren de pasajeros que partió desde Plaza Constitución hacia Bahía Blanca, por vía La Madrid, lo hizo el mediodía del 21 de marzo de 2023. Algunos minutos antes de la medianoche, y a poco más de 12 meses de haber ocurrido un hecho similar, descarriló con más de 300 personas a bordo llegando a Olavarría: el 8 de marzo de 2022, era casi medio millar el número de pasajeros, también en cercanías a la ciudad ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, en Estación Pourtalé.
Más allá del último accidente en sí, que terminó con la locomotora, el furgón y dos coches pullman fuera de la vía y –afortunadamente- no causó víctimas aunque sí heridos, las consecuencias a la corta y a la larga terminaron siendo desastrosas para nuestra región. La posibilidad de la continuidad y/o vuelta de un servicio fundamental de transporte, comunicación y logística terminó perdiéndose en una maraña de resoluciones, decisiones judiciales, investigaciones, gestiones sin final y cajones y más cajones quién sabe en qué oficinas.
Para ese entonces, el servicio distaba mucho de ser el ideal. Las más de 18 horas que se tardaba en desandar el trayecto entre Bahía Blanca y Capital Federal a través de la vía La Madrid –el ramal Pringles estaba desactivado hacía ya varios años- eran soportables gracias al buen estado de los vagones y del valor del pasaje. El servicio no se utilizaba exclusivamente desde y hacia Bahía Blanca, sino que también permitía la comunicación de poblaciones intermedias, como Tornquist, Saavedra o Pigüé, por ejemplo.
Del otro lado de las sierras, la situación era –por entonces- distinta para el ramal Pringles de la línea Roca. Cerrado a principios de 2018 por decisión de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal (Cambiemos), desde ese entonces el corredor se había destinado exclusivamente para el transporte de cargas, con una concesión para Ferrosur y Ferro Expreso Pampeano que debería haber finalizado en 2023, pero fue prorrogada. Todas y cada una de las gestiones llevadas a cabo para la reactivación del servicio de pasajeros terminaron en la nada.
La totalidad de las gestiones y reclamos realizados por ONGs, instituciones intermedias locales y zonales, municipios, legisladores y demás, terminaron siendo casi independientes unas de las otras. Tampoco nunca hubo un pedido institucionalizado y uniforme por parte de todos y cada uno de los municipios involucrados.
“Siempre te van pateando al córner –lamentan quienes vienen realizando gestiones que solo terminan en promesas o compromisos de nuevas gestiones-. Las respuestas siempre son inciertas. Después del descarrilamiento de 2023 quedó una causa judicial abierta y te dicen que el mal estado de las vías también es un condicionante, porque están complicados con el presupuesto. Así es como llegamos a esta situación, en que hace más de un año que el tren de pasajeros no llega a Bahía Blanca”.DiarioLaNueva.com