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Mientras
tanto, el subsistema ferrovial se regirá por la normativa que regula a los
colectivos. Se aprobó sólo con los votos del oficialismo. La oposición, con
críticas: “La normativa es lo primero que debió planificarse antes de comprar
los coches”.
El
ya conocido “trencito de Barletta”, frase que se ha vuelto vox populi entre los
santafesinos, volvió a ser tema de polémica en el Concejo local. Otra vez y
van: siempre que se tocó ese tema hubo voces cruzadas. Ahora se aprobó una
ordenanza que establece un plazo máximo de 24 meses para que el Ejecutivo
resuelva un marco normativo específico para el funcionamiento de ese subsistema
ferrovial. Mientras tanto, se regirá por la ordenanza Nº 11.580, que regula el
transporte por colectivos.
La
norma se sancionó sólo con los votos del interbloque oficialista, que todavía
tiene mayoría. Cuatro ediles de la oposición votaron en contra, por calificar
que la normativa para el funcionamiento del tren urbano “debió haberse
planificado y resuelto desde el principio, incluso antes de comprarse los
coches”, resumió Ignacio Martínez Kerz (PJ / Santa Fe es una sola).
Él,
sus compañeros de bloque -Sebastián Pignata y Juan J. Saleme- y Fernando
Fleitas (bloque unipersonal Santa Fe Mi País) acompañaron la postura. Martínez
Kerz pidió moción de orden para que el despacho vuelva a comisión; hasta le
tuvo que pedir al presidente del Concejo, Leonardo Simoniello, que se vote la
moción solicitada, porque éste último ya pedía pista para sancionar en general
y en particular la norma. Nada: el oficialismo lo aprobó tal como se envió
desde el Ejecutivo.
Qué
dice la norma
La
ordenanza sancionada establece que el Ejecutivo tendrá un plazo máximo de 24
meses desde la puesta en funcionamiento del servicio de transporte público
ferroviario de pasajeros, para elaborar un marco regulatorio específico sobre
la prestación del subsistema ferrovial.
Para
ello, deberá considerar una serie de puntos, como la compatibilización del tren
urbano en el marco general del sistema de transporte público de pasajeros de la
ciudad; medidas de protección de la seguridad de los usuarios del servicio;
difusión de información cierta, clara y adecuada a los usuarios; previsión de
condiciones de accesibilidad del servicio, y análisis de costos y tarifas.
El
Ejecutivo también deberá enviar al Concejo informes semestrales donde se
especifiquen cuestiones vinculadas a la planificación, implementación y
proyección del servicio de transporte por tren urbano. ¿Qué pasará hasta que
esté la regulación específica? El tren urbano se regirá por la ordenanza que
regula el funcionamiento de sistema de colectivos en la ciudad.
Posturas
encontradas
Desde
la vereda oficialista, el radical Ariel Rodríguez defendió la norma
regulatoria. “Es una buena noticia. En 2014 se sancionó la ordenanza Nº 12.156
que establece un principio de adecuación en el sistema. Y se le encomendó al
Ejecutivo que prepare un marco regulatorio específico. En ese momento se
preveía que el sistema ferrovial ya iba a estar en funcionamiento”.
Pero
la autorización de Nación al municipio para poner a andar el tren se demoró
mucho más de lo previsto, con los coches ya adquiridos.
La
oposición elevó sus críticas: “Este tren urbano, que ya lleva más de 6 años de
gestación, fue insertado en el ideario de nuestra ciudad de manera irregular
sin ninguna norma que avale, regule y propicie el emprendimiento. Además se
compraron los coches sin tener la autorización, sin haber hecho las obras de
infraestructura correspondientes, sin la autorización necesaria para establecer
su recorrido”, disparó en el recinto Martínez Kerz.
Al
sancionar la norma “estamos otorgando mayores plazos para que el Ejecutivo haga
lo que debió haber hecho hace mucho tiempo. Y avalaríamos el funcionamiento en
fecha incierta de un transporte que no se encontraría contemplado por nuestra
legislación”, agregó el concejal opositor.
Las
palabras no alcanzan más que las mayorías: habrá dos años de plazo para
planificar cómo regular el tren.ElLitoral.com