Instituciones
Los ex ferroviarios que administraban el espacio cultural en la Estación
Balcarce nunca fueron notificados formalmente. Hubo intimidaciones desde la
Unión Ferroviaria.
De un día para el otro les dijeron a los obreros que no había más lugar
para el Museo del Tren en la Estación Balcarce. Hasta el domingo pasado,
cientos de turistas pasaron por sus instalaciones y disfrutaron de las
reliquias que allí se exhibían.
José Stauffer, el titular del único Museo del Tren en todo el Noroeste,
no sabía cómo describir lo que estaba pasando. Se estaban tirando al piso años
de trabajo y esfuerzo independiente, desinteresado y a pulmón, junto a otros ex
ferroviarios, en pos de transmitir a las nuevas generaciones y a los visitantes
extranjeros la importancia que tuvo el ferrocarril en el desarrollo social,
económico y cultural del interior del país.
“Clausurado”, decía la faja que el lunes por la noche le pusieron en la
puerta del museo –ubicada en una de las salas de la Estación Balcarce- hombres
que estarían vinculados a la Unión Ferroviaria y la sociedad del Estado que
ahora administra el Ferrocarril Belgrano Cargas. “Nadie si identificó ni nos
llegó ninguna notificación formal para desalojarnos, solo pegaron esa faja y
nos dijeron que hoy nos teníamos que ir”, relató todavía sin poder creer
Stauffer, maquinista jubilado hace algunos años y además presidente de la
Asociación Amigos del Tren.
Por estas horas, los administradores del museo súbitamente clausurado, no
saben bien a ciencia cierta quién ordenó el desalojo: “vino gente de empresas
de seguridad privada a desalojar y hasta cambiaron las cerraduras: nadie vino a
explicarnos ni a solidarizarse con nosotros. Si no sacábamos nuestras cosas,
las perdíamos”.
Francisco Cirilo es un tucumano que el ferrocarril argentino de mediados
del siglo 20 trajo a Salta, donde se enamoró de su mujer y se quedó a vivir.
Era tallerista y con el tiempo aprendió el oficio de maquinista: el orgullo con
el que se jubiló. Conducía máquinas a vapor y luego las electro-diesel. “El
desalojo no contempló el valor histórico y emocional del museo”, dijo a LA
GACETA, aún conmovido por la inexplicable medida.
Intimidaciones de la Unión Ferroviaria
Alfredo Costello es el secretario gremial de la Unión Ferroviaria de
Salta y sería uno de los impulsores del desalojo, según señalaron los Amigos
del Tren a LA GACETA. Lo confirmaron los guardias privados que custodian la
Estación Balcarce: “si es por el desalojo, hablen con Costello”.
El gremialista ocupa una oficina en el primer piso de la estación
ubicada en Balcarce y Ameghino. LA GACETA quiso entrevistarlo. El funcionario
gremial pidió que se lo espere porque estaba ocupado. Sin embargo, 10 minutos
después un guardia volvió y dijo que “el señor Costello se enojó” y que no
concedería la entrevista. Según el vigilante que ofició de secretario privado,
el gremialista se molestó y se arrepintió de brindar su testimonio porque LA
GACETA tomó algunas fotografías en la estación –que es un lugar público-
durante el desalojo, y por haber entrevistado a uno de los ferroviarios
jubilados que administraban el museo.
La organización “Causa Ferroviaria”, que nuclea a trabajadores del Tren
a las Nubes y del Belgrano Cargas, había denunciado a Costello en 2011 por ser
ladero y cómplice del titular de la Unión Ferroviaria a nivel nacional, José
Pedraza, hoy preso por el asesinato en 2010 de Mariano Ferreyra, militante del
Partido Obrero.
“Los trabajadores ferroviarios no apoyan ni a Pedraza ni a Costello,
porque ellos son responsables del trabajo precario en la cooperativa Unión del
Mercosur, de los salarios bajos, los despidos, persecuciones a los compañeros
del Tren a las Nubes y de Güemes que nos organizamos por mejores condiciones
laborales”, sostuvieron en aquella oportunidad a través de una gacetilla de
prensa.
“Alfredo Costello, al igual que Pedraza, es un sindicalista empresario
que hace más de veinte años que regimenta y cercena la participación obrera en
la vida de nuestro gremio”, agregaron.LaGaceta