Informes
Se necesitan 833 trenes ferroviarios con 40 vagones cada uno o 40 mil camiones para transportar un millón de toneladas de un punto a otro. Son realmente datos impactantes si pensamos en los detalles de tales opciones.
Eso explica el porqué hace 34 años un grupo de empresarios fluviales visionarios de la región junto a un puñado de inteligentes políticos del Cono Sur, dieron origen más tarde al proyecto de la hidrovía Paraguay-Paraná suscrito en Las Leñas en 1992. Y es que el sistema de transporte fluvial continúa siendo un recurso estratégico de las naciones porque su desarrollo agrega valor a nuestro trabajo, respalda al productor, atrae inversión y es un factor de integración social.
Es sin duda el medio más económico de transportar mercaderías cuando se dispone de un río, y debemos considerarlo como de alta prioridad en la cadena económica del país o de la comunidad. Es política de Estados Unidos, China y Europa que todo lo que se pueda transportar por vía fluvial tiene prioridad este medio. Las ventajas de las hidrovías en todo el mundo están más que probadas y aceptadas por sus beneficios económicos, protección del medio ambiente, y porque además contribuye al descongestionamiento de las carreteras con reducción de accidentes.
En Europa 800 millones de toneladas son transportadas anualmente por más de 28 mil kilómetros de hidrovías, de las cuales más de 10 mil kilómetros son canales artificiales a través de esclusas que cuestan millones de dólares construirlas y manternerlas. Lo increíble es que nuestra hidrovía P. P. a lo largo de 3.500 kilómetros en números redondos, no tiene una sola esclusa y lo asombroso es que el desnivel desde su comienzo en Cáceres, Brasil, hasta Nueva Palmira, casi 3.500 kilómetros, solo tiene un desnivel de 10 metros, o sea un 3%; bien dicen que son ríos de llanura.
En los Estados Unidos 2 mil millones de toneladas de carga se movilizan a través de 40 mil kilómetros de recorrido. Especialmente sobre el río Misisipi se desplazan convoyes de 60 mil toneladas y más de carga, el equivalente de dos mil camiones. Si una gran parte de soja brasileña producida en el estado de Mato Grosso saliera por la hidrovía hacia el Atlántico, algo así como 10 millones de toneladas, los productores de esa parte del Mato Grosso se pondrían en el bolsillo como 17 millones de dólares por concepto de economía de fletes.
Un reciente informe de la Unión Europea conocido por “Políticas de Transporte y Medio Ambiente” compara el costo social de la contaminación del aire y del ruido, sus exigencias de tierras, obras viales, mantenimiento de las mismas, y accidentes provocados por los otros medios de transporte, y llega a la conclusión de que el transporte fluvial es el que produce el menor impacto ambiental. Según un informe emanado de la Administración Marítima de los Estados Unidos, en su página 15 afirma que la combustión de los derivados del petróleo, y los neumáticos en particular, y el tráfico carretero son los principales contribuyentes de la contaminación mundial.
Contaminación
Aunque en estos últimos 20 años los motores automotores, los marinos y los industriales son más eficientes, más pequeños y menos consumidores de combustible, y a su vez los carburantes son menos contaminantes por su alta refinación y menor contenido de azufre y carbón, el daño ambiental igual existe porque se ha incrementado el consumo mundial de los carburantes.
Esto lo vemos en Uruguay donde el parque automotor -camiones y autos de paseo- ha crecido enormemente, aunque suponemos que el nivel de contaminación ambiental habría decrecido en virtud de la importante producción de energía a través de los molinos eólicos. En las últimas semanas hemos hecho consultas a viajeros que en Europa alquilaron autos de alta gama que consumen gasoil, y todos nos dicen que este combustible precisamente es tan refinado que se asemeja a la nafta y cuando uno mismo carga el tanque en estaciones europeas si se impregna la mano no importa porque casi al instante se evapora. Más aún, nos dicen que en toda Europa, menos los Ferrari y Rolls Royce y los de esa categoría, casi todos los autos son a gasoil.
Datos
A continuación ofrecemos datos comparativos del rendimiento de los combustibles en los distintos modos de transporte. Un HP, o sea un caballo de fuerza, mueve 150 kilos en camión, 500 kilos en ferrocarril y 4.500 kilos por agua.
Una barcaza carga aproximadamente 1.500 toneladas, o sea que 12 barcazas pueden transportar 18 mil toneladas que son movidas por un remolcador de 4 mil caballos de fuerza navegando a 10/12 kilómetros por hora. Vamos a otro ejemplo: un convoy de 16 barcazas con 24 mil toneladas de carga -que es lo común en la hidrovía Paraguay-Paraná- equivale a la carga de 20 trenes ferrocarrileros de 40 vagones cada uno, o a 960 camiones cargando cado uno 25 toneladas. Por lo tanto, como dijimos al principio, para transportar un millón de toneladas se necesitan 40 mil camiones u 833 trenes ferrocarrileros con 40 vagones cada uno.
Extrapolando esas realidades con las nuestras, hay que admitir que nosotros y los argentinos somos afortunados en compartir un hermoso, ancho y profundo río Uruguay al que pueden acceder buques “panamax” a sus puertos fluvio-marítimos como Concepción del Uruguay, Paysandú, Fray Bentos y Nueva Palmira. Debemos celebrar entonces que ambas naciones hermanas trabajen juntas para profundizar hasta los 25 pies sus canales de navegación. NuestroMar.com (Nota enviada por nuestro colaborador señor Jorge Zatloukal)
Se necesitan 833 trenes ferroviarios con 40 vagones cada uno o 40 mil camiones para transportar un millón de toneladas de un punto a otro. Son realmente datos impactantes si pensamos en los detalles de tales opciones.
Eso explica el porqué hace 34 años un grupo de empresarios fluviales visionarios de la región junto a un puñado de inteligentes políticos del Cono Sur, dieron origen más tarde al proyecto de la hidrovía Paraguay-Paraná suscrito en Las Leñas en 1992. Y es que el sistema de transporte fluvial continúa siendo un recurso estratégico de las naciones porque su desarrollo agrega valor a nuestro trabajo, respalda al productor, atrae inversión y es un factor de integración social.
Es sin duda el medio más económico de transportar mercaderías cuando se dispone de un río, y debemos considerarlo como de alta prioridad en la cadena económica del país o de la comunidad. Es política de Estados Unidos, China y Europa que todo lo que se pueda transportar por vía fluvial tiene prioridad este medio. Las ventajas de las hidrovías en todo el mundo están más que probadas y aceptadas por sus beneficios económicos, protección del medio ambiente, y porque además contribuye al descongestionamiento de las carreteras con reducción de accidentes.
En Europa 800 millones de toneladas son transportadas anualmente por más de 28 mil kilómetros de hidrovías, de las cuales más de 10 mil kilómetros son canales artificiales a través de esclusas que cuestan millones de dólares construirlas y manternerlas. Lo increíble es que nuestra hidrovía P. P. a lo largo de 3.500 kilómetros en números redondos, no tiene una sola esclusa y lo asombroso es que el desnivel desde su comienzo en Cáceres, Brasil, hasta Nueva Palmira, casi 3.500 kilómetros, solo tiene un desnivel de 10 metros, o sea un 3%; bien dicen que son ríos de llanura.
En los Estados Unidos 2 mil millones de toneladas de carga se movilizan a través de 40 mil kilómetros de recorrido. Especialmente sobre el río Misisipi se desplazan convoyes de 60 mil toneladas y más de carga, el equivalente de dos mil camiones. Si una gran parte de soja brasileña producida en el estado de Mato Grosso saliera por la hidrovía hacia el Atlántico, algo así como 10 millones de toneladas, los productores de esa parte del Mato Grosso se pondrían en el bolsillo como 17 millones de dólares por concepto de economía de fletes.
Un reciente informe de la Unión Europea conocido por “Políticas de Transporte y Medio Ambiente” compara el costo social de la contaminación del aire y del ruido, sus exigencias de tierras, obras viales, mantenimiento de las mismas, y accidentes provocados por los otros medios de transporte, y llega a la conclusión de que el transporte fluvial es el que produce el menor impacto ambiental. Según un informe emanado de la Administración Marítima de los Estados Unidos, en su página 15 afirma que la combustión de los derivados del petróleo, y los neumáticos en particular, y el tráfico carretero son los principales contribuyentes de la contaminación mundial.
Contaminación
Aunque en estos últimos 20 años los motores automotores, los marinos y los industriales son más eficientes, más pequeños y menos consumidores de combustible, y a su vez los carburantes son menos contaminantes por su alta refinación y menor contenido de azufre y carbón, el daño ambiental igual existe porque se ha incrementado el consumo mundial de los carburantes.
Esto lo vemos en Uruguay donde el parque automotor -camiones y autos de paseo- ha crecido enormemente, aunque suponemos que el nivel de contaminación ambiental habría decrecido en virtud de la importante producción de energía a través de los molinos eólicos. En las últimas semanas hemos hecho consultas a viajeros que en Europa alquilaron autos de alta gama que consumen gasoil, y todos nos dicen que este combustible precisamente es tan refinado que se asemeja a la nafta y cuando uno mismo carga el tanque en estaciones europeas si se impregna la mano no importa porque casi al instante se evapora. Más aún, nos dicen que en toda Europa, menos los Ferrari y Rolls Royce y los de esa categoría, casi todos los autos son a gasoil.
Datos
A continuación ofrecemos datos comparativos del rendimiento de los combustibles en los distintos modos de transporte. Un HP, o sea un caballo de fuerza, mueve 150 kilos en camión, 500 kilos en ferrocarril y 4.500 kilos por agua.
Una barcaza carga aproximadamente 1.500 toneladas, o sea que 12 barcazas pueden transportar 18 mil toneladas que son movidas por un remolcador de 4 mil caballos de fuerza navegando a 10/12 kilómetros por hora. Vamos a otro ejemplo: un convoy de 16 barcazas con 24 mil toneladas de carga -que es lo común en la hidrovía Paraguay-Paraná- equivale a la carga de 20 trenes ferrocarrileros de 40 vagones cada uno, o a 960 camiones cargando cado uno 25 toneladas. Por lo tanto, como dijimos al principio, para transportar un millón de toneladas se necesitan 40 mil camiones u 833 trenes ferrocarrileros con 40 vagones cada uno.
Extrapolando esas realidades con las nuestras, hay que admitir que nosotros y los argentinos somos afortunados en compartir un hermoso, ancho y profundo río Uruguay al que pueden acceder buques “panamax” a sus puertos fluvio-marítimos como Concepción del Uruguay, Paysandú, Fray Bentos y Nueva Palmira. Debemos celebrar entonces que ambas naciones hermanas trabajen juntas para profundizar hasta los 25 pies sus canales de navegación. NuestroMar.com (Nota enviada por nuestro colaborador señor Jorge Zatloukal)