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El
jefe de Gobierno dijo que el incremento del boleto “es producto de la inflación
que vivimos en los últimos años”. La Auditoría porteña y legisladores
consultados por Página/12 rechazaron esa afirmación y criticaron el nuevo
precio.
El
aumento anunciado para la tarifa del subte, que costará 7,50 pesos desde una
fecha aún no precisada de julio, “es producto de la inflación que vivimos en
los últimos años”, aseguró el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez
Larreta. Durante una visita a una escuela de San Telmo, el funcionario advirtió
que el incremento del boleto de subterráneo “estaba anunciado” y “es lo mismo
que se había anunciado hace dos meses”. Sin embargo, consultados por este
diario, ni distintos legisladores porteños ni por la Auditoría General porteña
consideraron correctos el aumento –que había sido informado el martes por Juan
Pablo Piccardo, presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase)– ni la
afirmación sobre la inflación como causa.
“El
aumento tarifario, dispuesto por el Gobierno, no cumple con las recomendaciones
de los informes de la Auditoría”, señaló la presidenta de la Auditoría General
de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), Cecilia Segura. “Además de este aumento,
nos preocupa que el Gobierno de la Ciudad continúa teniendo una deuda que es el
desarrollo de una buena red de subterráneos para los vecinos. No se traduce el
valor de la tarifa con la calidad del servicio que brinda, y esta es una
realidad que la viven todos los usuarios”, añadió.
Por
su parte, el ex auditor porteño Eduardo Epszteyn advirtió que “cualquiera sabe
que el incremento de la tarifa del subte es muy superior a la inflación del
período, pero en cualquier caso lo que Rodríguez Larreta debería saber es que
el incremento de la tarifa va a producir un descenso de la cantidad de
pasajeros del subte, gente que seguramente va a optar por viajar en colectivo”.
Para Epsz- teyn, serán alrededor de 42 mil los pasajeros que abandonen este
método de transporte, “de acuerdo con las curvas de demanda de los últimos
años”. Eso significará, señaló, “no sólo que la empresa va a recaudar menos por
el servicio, sino que, además, al ser más caro y viajar menos gente, porque
mucha seguramente va a optar por el colectivo el subte va a ser una especie de
bien suntuario. Porque la gente deja de recurrir a ese servicio pero se sigue
trasladando”.
Epszteyn
subrayó que, “desde que el Gobierno de la Ciudad tomó a su cargo el servicio,
la tarifa aumentó casi el 700 por ciento, eso es muy superior a la inflación
registrada desde entonces y al mismo tiempo continúan los subsidios a
Metrovías”. En el mismo sentido, el legislador porteño Patricio Del Corro (PTS)
aseguró que “eso de que el aumento es por la inflación está desmentido por cómo
se han dado los aumentos desde que el subte está en manos de la Ciudad”. “El
aumento es más del doble de lo que en el mismo período aumentaron las
paritarias docentes, que llegaron al 240 por ciento, lo que claramente
demuestra que el incremento del subte pega un salto por sobre la inflación”,
evaluó el legislador.
Del
Corro señaló, también, que “además hay una discusión acerca de cómo se conforma
la tarifa técnica, que es aquella sobre la cual luego se decide el precio para
los pasajeros”. “Cuando se hace la tarifa técnica, se discute el costo de los
sueldos de los trabajadores, de la electricidad, de la depreciación del
material rodante y otros materiales, pero ya la Auditoría de la Ciudad dijo que
no debería ser así, porque, por ejemplo, no es la empresa la que compra los
coches nuevos, sino la Ciudad. Que los compre la Ciudad es correcto, porque la
red es propiedad del Gobierno porteño, pero que el concesionario cobre la
depreciación por el uso no corresponde”, agregó el legislador.
Por
otra parte, el jefe de Gobierno aseguró: “estamos haciendo mejoras para la gente,
para que viaje mejor. Estamos comprando más vagones para eso, para que se viaje
mejor y no tan apretada”. “Estamos comprando 350 vagones para mejorar la
frecuencia en todas las lineas de subte. En hora pico a la gente le cuesta
mucho entrar y por eso puse como objetivo llegar al próximo verano con una
frecuencia menor a tres minutos”, agregó, al tiempo que dijo que “en los
últimos meses aumentó casi un 10% (la cantidad de pasajeros del subte), que es
un aumento muy alto”. Esa tendencia, de confirmarse, sería lo contrario a las
cifras evaluadas por la AGCBA con los datos disponibles hasta 2015 inclusive
(ver aparte).
“No
se entiende la política de transporte de este Gobierno, pero creo que están
tratando de llevar el servicio a ser más caro y tener gente, de modo que sea
más elitista. En vez de expandir las líneas e incorporar más cantidad de
pasajeros, hacen exactamente lo contrario: lo encarecen y lo segmentan para
menor cantidad de gente”, advirtió el ex auditor Epszteyn. “Por eso hacen los
metrobuses: como el subte requiere más inversión y más tiempo, privilegian lo
otro.”Página12.com