Exterior
El
directorio de AFE resolvió ayer destituir a su gerente general, Américo
Fernández, luego de meses de malos resultados y de disconformidad con la manera
de actuar del jerarca, aseguraron a El Observador fuentes de la empresa. El
ente olvidado, que sólo genera pérdidas para el Estado y que a pesar de los
intentos de la izquierda sigue en caída libre, se quedó ahora sin el principal
gestor. De forma interina asumirá el secretario general de la empresa, Fernando
Valls, que al igual que el presidente, Freddy Rodríguez, integra la lista 711
de Raúl Sendic.
Si
bien desde el 1° de julio de 2015 el transporte de carga lo gestiona una
empresa privada (Servicios Logísticos Ferroviarios, SLF), los números vienen en
picada y se comparan con los peores momentos de la historia de AFE. El 51% de
las acciones de SLF están en poder de AFE y su directorio tiene incidencia
directa en sus políticas, a pesar de la impronta de la gerencia de esa
sociedad.
Hacía
tiempo que el directorio de AFE tenía previsto destituir a Fernández, a quien
de hecho se le había pedido la renuncia. Según contaron a El Observador
funcionarios de la empresa, el ahora exgerente general tenía una particular
forma de manejarse frente a los mandos medios y demás trabajadores. De
formación militar (integró batallones de ingeniería del Ejército), Fernández
intentaba imprimir una gestión ágil y "pragmática", según confesó él
mismo anoche a El Observador. "Mi manera de trabajar es muy expeditiva y a
veces eso no acompasa los tiempos de la política", agregó. El funcionario
removido puntualizó también que su trabajo había generado un "desgaste"
en la empresa.
Fernández
(que había sido asesor del expresidente de AFE Jorge Setelich, ahora
subsecretario del Ministerio de Transporte) aseguró a El Observador que su
salida estaba prevista hace un tiempo en el marco de una renovación, luego de
haber concretado algunos de sus planes "ambiciosos". Mencionó en ese
sentido el avance de los proyectos Focem, los contratos de Participación
Público Privada (PPP) y la puesta en marcha de la empresa privada que gestiona
la carga en tren. Sin embargo esos tres temas habían sido iniciados en la
gestión anterior.
No
hace falta hurgar mucho en las cifras del ente ferroviario para observar su
delicada situación.
El
transporte de carga es lo único que le da dinero a AFE, y desde hace varios
meses viene en caída y sin miras de recuperación. El año pasado cerró al borde
del mínimo histórico en toneladas transportadas, lo cual es síntoma objetivo de
la situación comprometida. Como si fuera poco, en los primeros cuatro meses de
2016 cayó 38% con respecto al mismo período del año pasado, y a esta altura las
esperanzas de recuperación pasan por no alcanzar niveles de la década de 1970,
cuando se registró el peor momento de la empresa.
Para
Fernández esos números comenzarán a ser revertidos en lo que resta del año, y
para muestra de ello están las cifras (aún no divulgadas) de la carga de mayo
de este año. Lo cierto es que hace dos años que las caídas son moneda
corriente.
En
el plan de obras públicas anunciado con bombos y platillos por el gobierno de
Tabaré Vázquez en julio del año pasado se mencionaba una inversión de US$ 360
millones para el ferrocarril. Pero del estudio básico de esas cifras se
desprende que no hay en esa suma ninguna inversión nueva, ya que se trata de
obras ya proyectadas y en ejecución desde el período anterior. Una de ellas se
financia con dinero del Focem, fondos no reembolsables que provee el Mercosur.
El
ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, ha manifestado su
preocupación por la situación del ente ferroviario. "AFE tiene que
resolver su razón de ser, recobrar el protagonismo del transporte de carga,
para luego centrarse en cómo mejorar el servicio de traslado de personas",
declaró a El País a principios de junio de este año.ElObservador.uy
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