Proyectos Ferroviarios
Ricardo Partal Silva, presidente de la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas, advirtió que el actual proyecto del tren a Vaca Muerta podría afectar a ciudades y economías regionales, y planteó una alternativa sostenible.
El futuro del tren a Vaca Muerta vuelve a estar en debate. Ricardo Partal Silva, presidente de la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas, planteó que el actual proyecto ferroviario aprobado por Nación y las provincias “no es sostenible” y podría poner en riesgo tanto a las ciudades que atraviesa como a las economías regionales.
Según explicó, el plan vigente implica un trazado exclusivo para cargas peligrosas, con convoyes de hasta 100 vagones que transitarían por decenas de localidades de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén, afectando tanto al Tren Trasandino del Sur como a la producción frutícola, hortícola y ganadera del Alto Valle.
“Un monotren para un monoproducto no es viable. No se puede mezclar el transporte de insumos peligrosos del fracking con alimentos y pasajeros”, advirtió.
La alternativa propuesta
Partal Silva propuso un trazado alternativo que contempla dos ramales separados: uno para cargas petroleras y otro para producción no contaminante. La idea es que el tren a Vaca Muerta escale la barda desde Chichinales hasta Añelo, y desde allí se conecte mediante un “by-pass” de 63 kilómetros hacia Plaza Huincul y Cutral Có, vinculándose también con Zapala, su parque industrial y la Zona Franca, además de conectarse con Chile por el paso Pino Hachado.
El esquema permitiría centros de transferencia en Zapala y ofrecería un corredor logístico integral para cargas energéticas y productivas.
Riesgos y desafíos
El especialista alertó que el paso de 26 formaciones diarias podría afectar la napa freática del Alto Valle, elevando la salinidad y comprometiendo la producción agrícola. Además, recordó que la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) no avala la convivencia de trenes que transporten alimentos junto con cargas peligrosas.
Insumos del fracking
Un pozo shale en Vaca Muerta requiere entre 3.000 y 7.500 toneladas de arena, además de entre 20.000 y 30.000 m³ de agua por fractura, junto con una amplia gama de químicos (ácido clorhídrico, metanol, etilenglicol, surfactantes y poliacrilamida, entre otros). Estos insumos son los que se trasladarían en el tren proyectado.
Si bien comienzan a surgir alternativas con aditivos biodegradables de origen vegetal, su aplicación masiva aún es limitada.
Con este debate abierto, la definición del trazado ferroviario a Vaca Muerta será clave para equilibrar el desarrollo energético con la protección de las ciudades y la producción regional.NoticiasNQN.com