26 de febrero de 2014

¿De qué década ganada hablan nuestros gobernantes?

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria:

Agradezco cada circular informativa que recibo, y los felicito por la valiosa información y opinión de cada ferroviario, propio o aficionado como yo (supe que mi bisabuelo paterno trabajaba en el FFCC Urquiza en los talleres de V.Lynch, por ahí viene seguro mi interés y admiración por los rieles). Y cada vez que leo sus comunicaciones y los libros del señor Juan Carlos Cena, me conmuevo aún más con la causa.

¿Cómo puede ser que nadie se dé cuenta de la importancia vital que tienen los ferrocarriles en el mundo, y con la red que supimos conseguir en tantos años, no estemos reactivándola en serio, como corresponde, volviendo a correr trenes de pasajeros y de carga en el contexto económico mundial que se está viviendo?.

Ramal troncal del Urquiza en cercanías de estación Toro

Cómo estiman que rutas y autopistas puedan reemplazar, temporal o definitivamente a los trenes, con los beneficios que sabemos que estos representan, tanto por ser económicos, ecológicos y de vida?. 

¿De qué década ganada hablan nuestros gobernantes?

De sólo ver el ramal troncal del Urquiza (lo observo a diario porque transito la zona de Hurlingham), dan ganas de llorar...

Y ni hablar de la enorme tarea de los titanes que mantienen ramales esperando que los ciegos gobernantes se acuerden que por allí deben volver a pasar los trenes. ¡Señores!, es aquí nomás, ¿y si se dieran cuenta que con una baja inversión podrían recuperar esos ramales para siempre?

Pero claro, el poder que les han dado a los camiones y ómnibus, destruyendo rutas, y peor, quitando vidas, parece que es más barato que renovar rieles y poner a funcionar nuestros ferrocarriles. Ojalá seamos muchos más los que aportemos lo nuestro para recuperar los ferrocarriles.

Abracemos esta causa, como la del señor Juan Carlos Cena y la que uds. que día a día enarbolan, para creer que puede ser posible volver a ver pasar los trenes por donde nunca debieron dejar de correr. Un abrazo y gracias por todo, como siempre.
Gabriel Mercolli