Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
La verdad es que la capacidad de asombro de uno es inagotable. Veamos,
la triste y famosa Revolución Ferroviaria iniciada por el Sr. Florencio
Randazzo terminó como comenzó: Mal.
El Estado bobo, o sea nosotros los 40 millones de argentinos, pagamos ya
sea vía impuestos, inflación, etc. la pésima compra de vagones y locomotoras a
la República Popular de China. Compra directa sin licitación pública ni nada...
Yo me pregunto y les pregunto a los lectores si cuando van a comprar una
herramienta compran una china, de otro origen o una nacional?.
Quién gestiono todas estas compras fue el Sr. Franco Macri, (capo de la
Patria Contratista) hoy y ayer siempre amigo de
los gobiernos de turno.
Todos los coches de pasajeros y locomotoras duermen a cielo abierto en
Retiro, en el puerto o playa ferroviaria; pregunto para qué y por qué se
apuraron a comprar y traer al país dichas formaciones ?
¿No sabían que los andenes del San Martín son bajos, no sabían que las
vías a Rosario y Mar del Plata están destruidas?.
Pregunto, ¿nadie se va a hacer responsable de tantos desaguisados ?
Y ahora voy con el colmo:
Los 40 millones pagamos los trenes nuevos " CHINOS " no "
Argentinos " y graciosamente se los vamos a entregar a Roggio y Romero;
¿podemos ser tan bobos todos nosotros los ciudadanos argentinos?. ¿Lo vamos a
permitir ?. Ya permitimos, por inocentes, que Menem y Cavallo liquidaran
nuestros Ferrocarriles Argentinos.
Permitimos que se robe material ferroviario con complicidad del ONABE;
permitimos que se vendan terrenos del ferrocarril; permitimos que se asienten
barrios precarios en tierras ferroviarias, vamos a seguir permitiendo que no
quede nada de lo que fue una maravillosa red ferroviaria?.
Como extraño los Ferrocarriles Argentinos, que según el fallecido
periodista Sr. Neustad perdían un millón de dólares por día (de ser verdad lo
que decía este señor, qué barato nos costaba a lo que es ahora), ya que
podíamos viajar a todo el país como pasajeros, gran parte de la carga se hacia
en tren y las rutas no estaban atestadas de camiones, consecuencia menos
accidentes y menos contaminación y ahorro en combustible.
Y ni hablar de todos los puestos de trabajo que se perdieron directa e
indirectamente.
Conciudadanos hagamos algo para Recuperar Nuestros
Ferrocarriles.Atentamente
Javier
Ripoll