Actualidad
Se
encuentra en la Comisión de Transporte de la Honorable Cámara de Diputados un
proyecto de Ley solicitando la sustitución del nombre Línea Bartolomé Mitre por
Línea Raúl Scalabrini Ortíz.
Dicho
trámite recayó en el Expte. 2609-D-2015 del 11 de Mayo del corriente año,
siendo los firmantes de dicho proyecto de ley los Diputados Nacionales: Juan
Cabandié (Frente para la Victoria - PJ - CABA), Carlos Salomón Heller (Frente
Nuevo Encuentro - CABA), Marcos Cleri (Frente para la Victoria - PJ - Santa
Fe), Horacio Pietragalla Corti (Frente para la Victoria - PJ - Buenos Aires),
Anabel Fernández Sagasti (Frente para la Victoria - PJ - Mendoza), Adela Rosa
Segarra (Frente para la Victoria - PJ - Buenos Aires), Mayra Soledad Mendoza
(Frente para la Victoria - PJ - Buenos Aires), Josefina Victoria González
(Frente para la Victoria - PJ - Santa Fe), Carlos Raimundi (Frente Nuevo
Encuentro - Buenos Aires), Ana María Ianni (Frente para la Victoria - PJ -
Santa Cruz) y Juan Carlos Isaac Junio (Frente Nuevo Encuentro - CABA).
Fundamentos
"Nada
resiste la voluntad del hombre puesta al servicio de una gran causa", Raúl
Scalabrini Ortíz.
Hablar
de los ferrocarriles argentinos es hablar de ese gran pensador nacional del
siglo XX llamado Raúl Scalabrini Ortiz. Desde sus obras "Historia de los
Ferrocarriles Argentinos", publicada en 1940, y "Los Ferrocarriles
deben ser del pueblo argentino", publicada en 1946, pero también haciendo
referencia en cada semanario, revista o folleto en el que participara, Scalabrini
Ortíz dedicó buena parte de su vida a revelarle al pueblo argentino cómo a
través de una herramienta estratégica como los ferrocarriles el Imperio
Británico dominaba los hilos internos del país desde fines del siglo XIX y
principios del XX, estableciendo y desarrollando un modelo de dominación
económica.
Nacido
en la provincia de Corrientes el 14 de febrero de 1898, Raúl Scalabrini Ortiz
se mudó en su juventud a la Ciudad de Buenos Aires para estudiar la carrera de
Ingeniería en la Facultad de Ciencias Exactas, donde adquiriría una rigurosidad
matemática que lo acompañaría toda su vida. Alcanza con revisar "Historia
de los Ferrocarriles Argentinos" en donde demuestra, con análisis de
balances e informes sobre las cuentas nacionales, cuán ínfimo había sido el capital
inicial invertido por las empresas inglesas en los ferrocarriles y el alto
grado de dividendos y ganancias que habían obtenido por ello.
Pero
no sólo las ganancias, sino también el control sobre la explotación y las
tarifas de una red ferroviaria que abarcaba gran parte de Argentina y permitió
al poder británico quebrar o beneficiar a las industrias agrícolas y
manufactureras del interior del país según su conveniencia y en función de los
productos que importaban. Este accionar no fue exclusivo del sector ferroviario,
sino que se repetía en la banca, los teléfonos, el transporte marítimo, los
seguros y el gas.
Es
decir que hablar de ferrocarriles es una cuestión de soberanía.
En
1934, Scalabrini Ortiz comenzó a participar en el espacio político Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), rodeado de pensadores
nacionales como Arturo Jauretche y Homero Manzi, entre otros, con quienes pensó
y escribió sobre el colonialismo al que estaba sometido el país y por qué debía
librarse. La recuperación de los ferrocarriles era, para todos ellos, parte
fundamental de la reconstrucción nacional. Acerca del control sobre las vías
férreas que tenían los británicos Scalabrini Ortiz decía: "se trata de una
inmensa telaraña metálica donde está aprisionada la República".
El
1° de marzo de 1948, el Estado Nacional tomó posesión de los ferrocarriles que
el gobierno de Perón había recuperado de manos inglesas el 13 de febrero de
1947. Entonces, Scalabrini Ortiz sintió que parte de su esfuerzo no había sido
en vano: "Hice todo lo que pude a favor de la nacionalización de los
ferrocarriles extranjeros. Creo haber cumplido con mi deber de ciudadano".
Y agregó: "Cuando el silbato de la Porteña anunció que volvía a ser
argentina se abría un mundo de inmensas posibilidades".
En
la segunda mitad del siglo XX, la red ferroviaria argentina, luego de su
recuperación durante la década peronista, sufriría nuevos retrocesos. Primero
con el denominado Plan Larkin, programa que puso en marcha el gobierno de
Arturo Frondizi por el se contempló el abandono de 32% de las vías férreas
existentes, se despidieron a 70 mil ferroviarios y se redujeron a chatarra
todas las locomotoras a vapor, con la idea de renovar la flota con compras en
el exterior. Las paradojas de la historia hicieron que mientras esta política
de desguace se llevaba a cabo la vida de Raúl Scalabrini Ortiz se apagaba para
siempre, pero sus ideas seguían vigentes.
Al
embate que le produjo el Plan Larkin a la red ferroviaria argentina en la
década del 60 le siguió un largo período de decadencia y la dolorosa década del
90, en donde la profundización de las políticas neoliberales iniciadas en la
dictadura cívico militar acabaron con la privatización y desmantelamiento del
sistema ferroviario nacional.
Entonces,
concesionarios privados se hicieron cargo de la explotación de un servicio en
donde la prestación al usuario, la seguridad, el mantenimiento del material
rodante y la calidad del servicio eran poco relevantes, como también el destino
de la patria, y lo único que estaba garantizado era el lucro de las empresas a
costa del Estado. Esta política fue acompañada del cierre de talleres
ferroviarios y la reducción drástica de empleados con una mano de obra
altamente calificada.
Como
Raúl Scalabrini Ortíz añorara alguna vez a través de sus escritos, sus estudios
y su militancia, primero en FORJA y luego en el gobierno de Juan Perón, la
república Argentina ha experimentado en la última década, a partir de la
decisión política de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, un
proceso de fuerte recuperación de su red ferroviaria.
En
el año 2008 se reconfiguró la gestión a través de la sanción de la Ley N°
26.352 de Reordenamiento del Sistema Ferroviario, por la cual se crearon la
Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIFSE) y la
Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), separando la
gestión de la infraestructura ferroviaria de la explotación.
Es
a partir de esta política de Estado que se concretó el restablecimiento de
ramales, el cambio de vías, la compra de nuevo material rodante, la
electrificación de nuevos ramales, los nuevos centros de monitoreo y seguridad,
y la paulatina re estatización de servicios, haciendo que el ferrocarril vuelva
a ser parte fundante de la conciencia nacional y una herramienta estratégica de
soberanía.
La
presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció el 1° de marzo
de 2015, en la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación, el
envío de un proyecto de ley para la recreación de la empresa pública estatal
Ferrocarriles Argentinos y la recuperación de la administración de la red por
parte del Estado.
Esta
medida viene a consolidar la toma de control y modernización que el Estado
venía llevando adelante en materia de transporte, priorizando el bienestar del
pasajero, reasumiendo el control de gestión de las cargas, garantizando un
servicio eficiente y de calidad para todos los argentinos, y volviendo a poner
al servicio del desarrollo argentino una herramienta estratégica, causas a las
que Scalabrini Ortíz dedicó su vida.
Por
decisión del Gobierno Nacional, el año 2009 fue elegido como el "Año
Homenaje a Raúl Scalabrini Ortíz", al cumplirse medio siglo de su muerte.
En el decreto firmado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de
Kirchner, se destaca que "la vida e historia del pensador Scalabrini Ortiz
son un ejemplo a seguir por la ciudadanía argentina", y agrega:
"Scalabrini Ortiz perteneció a una generación que hizo propias las
consignas del desarrollo de la industria nacional y la lucha contra el colonialismo
dilucidando la historia oficial".
Previo
a ello, en el año 2008 la presidenta de la Nación inauguró los Centros Estudios
FLACSO en Quito, Ecuador, donde se tomó unos minutos para hablar de este prócer
del ser nacional: "Hombres como Arturo Jaureche, como Scalabrini Ortiz,
como Hernández Arregui, como Homero Manzi - que fue famoso por los tangos, pero
no por tener un pensamiento nacional - son el símbolo de aquellos hombres que
renunciaron a los oropeles, momentáneos y circunstanciales para elegir quedarse
en la historia, que es una opción".
Raúl
Scalabrini Ortíz vivió durante 25 años con su familia en la localidad de
Olivos, en el partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires. En su casa,
ubicada en la calle Juan Bautista Alberdi al 1100, se observan hoy dos placas
que recuerdan al pensador nacional. En el año 2009, al cumplirse 50 años de su
muerte, el congreso de la Provincia de Buenos Aires sancionó una ley por la
cual declaró a este edificio como Monumento Histórico y Bien incorporado al
Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires por tratarse de la casa
donde residiera y muriera Scalabrini Ortíz. La traza del actual Ferrocarril
General Bartolomé Mitre Ramal Tigre, en su estación Olivos, pasa a solo 500
metros de este inmueble.
Por
todo lo expuesto, nos parece fundamental para legar en la memoria de futuras
generaciones de argentinos que el Ferrocarril General Bartolomé Mitre lleve el
nombre de Raúl Scalabrini Ortíz como un reconocimiento a ese patriota que luchó
como nadie por la recuperación y el desarrollo del sistema ferroviario
argentino para dejar un legado enorme al pueblo argentino que ve en el
ferrocarril una herramienta de transformación y desarrollo social, económico y
cultural.