Gremiales
Los gremios ferroviarios iniciarán esta semana la discusión salarial del
sector con un reclamo de aumento del 30%. Así lo anticipó en una entrevista con
este diario el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, quien admitió que en
los gremios hay temor de que los precios
se desboquen. Maturano reprochó a los sectores que advierten que
si las demandas salariales se desbordan habrá despidos y, tras afirmar que la bonanza económica se terminó, pidió que también el Estado y los empresarios se ajusten el cinturón. No puede ser que el ajuste siempre pase por los
trabajadores, se quejó.
Secretario General del gremio La Fraternidad, Omar Maturano
¿Qué mirada tiene sobre la situación económica y sobre
la inflación antes de discutir salarios?
Vimos con preocupación el avance de la inflación desde
octubre, después vino la devaluación y esto nos preocupó más. El acuerdo de
precios que fijo el gobierno nacional, es como otros casos en que siempre que
hubo inflación hubo tope de precios y nunca resultó efectivo. Además los
precios se deberían haber retrotraído a octubre, no a enero ni a febrero, ahora
nos encontramos con una inflación en enero del 3,7%, calculamos que también en
febrero va a ser del 3%, y discutir paritarias con la idea de que acumulaste 7%
en dos meses es muy difícil.
Y el Gobierno les pide cerrar paritarias anuales...
Es muy difícil un acuerdo anual. Acá hace falta un
pacto social con todos. Está bien que haya ronda con empresarios, la CGT de Caló
y los funcionarios, pero se tiene que llegar a un acuerdo nacional para parar
esto porque llamando sólo a la gente que piensa como el Gobierno no se va a
llegar a nada.
¿Temen que la inflación se acelere aún más?
Tenemos miedo que los precios se desboquen. Aparte 190
productos con precios congelados tampoco le sirve a la gente. Tampoco nos
pueden venir a pedir a los trabajadores que tenemos que ser concientes con los
salarios cuando vemos que los precios se fueron muy arriba, se manipularon todo
el 2013 los índices de inflación del Indec. Recuerdo que Perón decía en un
momento que el que manipula los números de una institución nacional era como
una traición a la patria.
¿Con qué reclamo salarial se sentarán los gremios
ferroviarios a la paritaria?
En 2013 pedíamos un 25% y el Gobierno nos aseguró que
la inflación no iba a superar el 23%, así que firmamos por 23%. Cuando vemos
que la verdadera inflación rondó el 28%, ya ahí perdimos cinco puntos. Este año
no queremos perder y si hoy hacemos un balance donde en los dos primeros meses
del año la inflación ronda el 3%, siendo optimistas a fin de año llegará al
30%, así que no nos podemos sentar hoy a discutir por menos de un aumento del
30%. No creemos más en lo que nos dijeron el año pasado.
¿Cómo esperan avanzar con la discusión?
La semana pasada ya se habló y seguiremos esta semana
para llevar nuestro pedido formal como federación. Hay dos pasos a seguir,
discutir la paritaria anual y en ese caso vamos con un piso del 30%, o sino está
la otra salida de discutir una suma fija no remunerativa hasta fines de mayo
con una cláusula que nos inviten a rediscutir desde el 15 de mayo para terminar
de definir la suba. Calculamos que se va a basar en un porcentaje más la suma
adelantada con un retroactivo.
Ya son varios los sindicatos que están planteando
incluir una cláusula de revisión del aumento...
Nosotros la pedimos aunque seguro nos van a decir que
no, pero no importa porque si llegamos al mes de junio y la inflación supera el
30% los trabajadores tenemos el derecho de protestar y con la primera protesta
que haríamos nos van a citar para volver a negociar. Si no se logra por el
convenio la propia realidad va a llevarnos a sentarnos para rediscutir.
En algunos sectores advierten que si se desbordan los
reclamos salariales la situación podría impactar sobre el empleo...
Seguramente muchos actores dicen que hay que preservar
los puestos de trabajo ante el pedido de aumento, pero nosotros somos
trabajadores, no manejamos la economía, no manejamos las finanzas de las
empresas. ¿Qué nos están pidiendo, que por preservar puestos de trabajo seamos
esclavos?, ¿qué nos impongan las patronales o el Estado lo que tenemos que
ganar o lo que tenemos que pedir? La estabilidad laboral no justifica aceptar
un tope salarial. No, no lo justifica porque los empresarios si ganan tanta
plata, como dice la Presidenta, hoy no nos pueden venir a pedir a nosotros que
no seamos díscolos con los reclamos de aumento. Lo que si observamos los
dirigentes sindicales es que la bonanza en algún momento se iba a terminar.
¿Y se terminó la bonanza económica?
Se terminó este año y el año pasado también, no existe
la bonanza que existía. Pero acá nos tenemos que ajustar el cinturón todos, se
tiene que ajustar el Estado, los empresarios y los trabajadores, todos por
igual, no puede ser que el ajuste siempre pase por los trabajadores.
¿Comparte la frase de Caló de que algunos trabajadores no les alcanza para comer que tanto cuestionó la Presidenta?
Seguramente que si. Caló tiene un convenio que en las
categorías que recién inician cobran salarios de $ 4800 de básicos y hay otros
compañeros de otros sindicatos que también cobran esos básicos. Y otros como
docentes y municipales que cobran menos y a esa gente seguro que no le alcanza.
Los trabajadores no podemos decir que porque nuestros ingresos están por encima
de la pobreza no somos pobres, acá parece que si comemos guiso y sopa está todo
bien, pero nosotros no vivimos más en 1960, queremos otras cosas, y para que
hoy una familia de 4 personas se alimente bien como mínimo necesita $ 8.000. Lo
mismo pasa con la jubilación mínima y encima con un Pami que no da los
servicios que tiene que dar. Creemos que se tiene que volver a discutir el
esquema de movilidad y buscar otra salida.
¿Hay marco para avanzar en la reunificación de la CGT?
Falta mucho para la unidad. Con (Roberto) Fernández de
la UTA empezamos con la idea de trabajar para ver cómo podemos juntar a las 3
CGTs, hablamos con Moyano y Barrionuevo y tuvimos una charla para sumar. Pero
lo que pasa es que hay algunos dirigentes sindicales que están divorciados de
otros, parece que son matrimonios que no se pueden ver después del divorcio.
Eso le hace mal al movimiento obrero. Y hay otros dirigentes que me parece que
tienen otras ambiciones que son a pedido del poder político y supera lo que uno
quiere, tenemos que estar todos juntos. La unidad del movimiento obrero no sólo
puede pasar por lo que dicen los dirigentes sindicales, el poder político fue
el que a nosotros nos desunió con culpas compartidas por supuesto.Cronista.com