INFORME
ESPECIAL
Los sistemas
ferroviarios serán vitales en las ciudades del futuro, a juzgar por las
importantes inversiones para ellos anunciadas en la cumbre.
La reciente
cumbre Río+20 de la ONU,
desarrollada entre el 20 y el 22 de junio en Río de Janeiro, Brasil, tuvo entre
sus temas más importantes el desarrollo de un transporte sostenible en las ciudades
del futuro. En ese marco, el ferrocarril se situó como uno de los ejes de los
nuevos esquemas de transporte público, anunciándose fuertes inversiones para el
impulso de los sistemas ferroviarios en distintas partes del mundo.
Ocho bancos multilaterales de desarrollo se han comprometido a aportar 175 mil millones de dólares (139 mil millones de euros) para la mejora del transporte público en los países en vías de desarrollo. Fuente: ONU.
La creación y
gestión de nuevos esquemas de transporte urbano sostenible, como una forma de
viabilizar el desarrollo de megaurbes cada vez más caóticas, fue uno de los
puntos centrales de las discusiones entabladas en el marco de la cumbre Río+20
de la ONU,
realizada recientemente en Brasil. En ese contexto, los ferrocarriles se
situaron como una de las alternativas más convenientes desde distintos puntos
de vista, ya que se han anunciado grandes inversiones para el desarrollo de
nuevas líneas férreas en todo el planeta.
Las
conclusiones de Río+20 no provocaron demasiado optimismo en términos generales,
vivenciándose como una nueva oportunidad perdida para avanzar en cuanto al
desarrollo sostenible, pero sin embargo en el campo del transporte público (y
específicamente en el terreno ferroviario) se concretaron algunos anuncios de
importancia.
Según un
artículo publicado recientemente en el medio especializado Railway Technology,
ocho bancos multilaterales de desarrollo se comprometieron a invertir un total
de 175 mil millones de dólares (139 mil millones de euros) para mejorar los
sistemas de transporte público en los países en desarrollo, siendo los trenes
una parte vital en estos planes.
El convenio
incluye al Asian Development Bank, al Banco Mundial, al Inter-American
Development Bank y al European Investment Bank. Asimismo, tres organizaciones
internacionales centrales en el campo ferroviario se asociaron para presentar
una declaración conjunta al mundo sobre el transporte sostenible: la UIC (International Union of
Railways), UNIFE y la UITP
(International Association of Public Transport).
Transporte
público y desarrollo urbano sostenible
Como se
establece en una nota de prensa de UNIFE, las tres asociaciones indicadas
hicieron un llamado a todas las partes en Río+20 para alentar a fuertes
acciones internacionales que permitan apoyar un cambio trascendental en el
mundo del ferrocarril y el transporte público, orientado hacia la
sostenibilidad y el acceso a las nuevas tecnologías por parte de los países en
vías de desarrollo.
En ese
contexto, se remarcó el incremento de la magnitud de las grandes urbes en todo
el mundo, ya que el 60% de la población mundial se concentrará en las ciudades
y sus alrededores en los próximos 20 años, según las predicciones de la mayoría
de los especialistas. En consecuencia, el desarrollo urbano sostenible ha sido
un tema importante en Río +20.
En ese
sentido, el desarrollo de formas accesibles de transporte público, metro y en
especial los nuevos proyectos en trenes de alta velocidad van de la mano con el
concepto de desarrollo urbano sostenible, según afirmaron los representantes de
las organizaciones ferroviarias internacionales en el marco de la cumbre.
Un importante
crecimiento en el transporte público será fundamental, de acuerdo a lo
sostenido por los especialistas, si las ciudades quieren promover el desarrollo
sostenible y buscan reducir las emisiones contaminantes generadas por un parque
de automóviles particulares cada vez más amplio, además de reducir los problemas
de congestión del tráfico.
El transporte
del futuro
Por otro
lado, la declaración conjunta de las organizaciones ferroviarias
internacionales expone los argumentos que permiten considerar al desarrollo
ferroviario como motor de distintos beneficios económicos y ecológicos,
facilitando la reducción de la contaminación y mejorando la movilidad para los
residentes urbanos, especialmente aquellos con pocos ingresos.
Desde un
punto de vista económico, se afirmó que los costes relacionados con la congestión
del tráfico urbano y otras problemáticas conexas constituyen alrededor del uno
al tres por ciento del producto interno bruto (PIB) en los distintos países, y
que el mantenimiento de un coche significa para muchas familias hasta el 30% de
sus ingresos totales.
En
consecuencia, poner un mayor énfasis en los sistemas de transporte público
reduciría la contaminación del aire, mejoraría la movilidad urbana, reduciría
la mortalidad relativa a la congestión del tráfico y las carreteras, y además
permitiría crear al menos 20 millones de empleos “verdes” en todo el mundo.
Para
concluir, las organizaciones ferroviarias indicaron que mientras el transporte
automotor genera la mayor parte de las emisiones contaminantes en todo el
mundo, el transporte ferroviario es parte de la solución al problema urbano,
siendo vital invertir hoy en el mismo para garantizar el futuro.
En resumen,
los especialistas destacaron que incluso con las tecnologías que están
disponibles actualmente, el ferrocarril puede mejorar la vida de los ciudadanos
de todo el mundo, proporcionando un transporte cómodo y confiable con una
mínima incidencia en el medio ambiente.Tendencias Ferroviarias