Desde que se ha hecho público mi nombramiento para encabezar la lista socialista en San Martín del Rey Aurelio, han sido frecuentes las preguntas que tratan de averiguar cuáles son las prioridades de nuestro proyecto político. Como bien podréis imaginar, no ha sido sencillo afrontar la situación, puesto que esta pregunta requiere una respuesta extensa y lo habitual es que los medios de comunicación: televisión, radio y prensa, te ofrezcan un tiempo o un espacio muy reducido.
Por esa razón, en estos días he tenido que limitarme a dar titulares y a hablar de ciertas prioridades como son el empleo, la finalización de grandes obras y la atención a pequeños detalles, las mejoras en la gestión municipal, la solidaridad con colectivos y zonas que tienen especiales dificultades, o la transparencia y cercanía de la gestión municipal a las vecinas y vecinos.
En cualquier caso, como digo, estas son sólo prioridades que responden a las demandas que percibimos en nuestra sociedad, y cuyo desarrollo, junto con otros temas, conformará el programa electoral en el que ya estamos trabajando.
En esta ocasión, agradezco a este diario que me permita haceos llegar estas líneas en relación con una de las grandes obras en la que los socialistas tenemos depositada la firme voluntad de que sea ejecutada y puesta en condiciones óptimas de funcionamiento: el proyecto de tren-tranvía.
Este proyecto marca la actualidad de nuestra Comarca, como consecuencia del debate suscitado entre sus partidarios y sus detractores. Con absoluto respeto a la libertad con la que cada parte manifiesta su legítima opinión, mi intención en este artículo es aportar las razones que explican nuestra firme defensa del proyecto desde San Martín del Rey Aurelio. Primero, porque la actual línea ferroviaria y sus estaciones fueron diseñadas en su día con la finalidad de transportar carbón, y hoy en día nuestra Comarca demanda servicios para el transporte de personas. Y también porque el estado actual de esta infraestructura: muros, vallas, vías, traviesas, grava, etc.; son un foco de deterioro y suciedad que el nuevo proyecto erradicará, creando, en cambio, nuevos espacios para los ciudadanos en lo que hemos denominado «hacer ciudad».
Segundo, porque a los vecinos de San Martín se les entregará un nuevo Municipio, con nuevas calles que surgirán al eliminar la actual barrera ferroviaria y los desniveles que genera el trazado actual. Para quien no lo haya hecho aún, le propongo hacer una visita a las poblaciones de Sotrondio, Blimea o al barrio de San Vicente en El Entrego, para hacerse una idea del favorable impacto urbanístico que tendrá este proyecto.
Tercero, porque aunque se habla de un coste de 140 millones de euros, hay que decir que esa cantidad incluye los 30 millones que irán destinados al equipamiento del tramo soterrado en Langreo. Por tanto, la inversión que se cuestiona son 110 millones de euros para un tramo de 15 Km. entre San Martín y Laviana, y que no se pueden considerar excesivos si se comparan con los 80 millones que costará finalmente el soterramiento del tramo de sólo 2,5 Km en Langreo, y que ya está siendo ejecutado sin tanto revuelo mediático.
Cuarto, porque toda vez que ya se han realizado importantes inversiones en los otros dos ejes vertebradores de la Comarca (la limpieza del río Nalón y la creación de un corredor que circunvala los núcleos urbanos), el tercer eje que nos queda por modernizar para que se adecue a los patrones urbanísticos actuales es la red ferroviaria.
Quinto, porque la ejecución del proyecto del tren tranvía, puesta en cuestión ahora, debe ser la única prioridad actual. Y una vez hayamos avanzado en este punto, las prioridades serán ubicar de forma inteligente las paradas, establecer servicios directos que permita acortar los tiempos de comunicación con los centros motores del empleo en nuestra región y con el aeropuerto de Asturias, apostar por un sistema que regule las paradas únicamente si hay viajeros que las solicitan, o realizar una adecuada promoción de su uso, por ejemplo, y como se ha hecho en otras ciudades, prestando un servicio gratuito en los primeros meses, lo que además permitirá ir progresivamente optimizando los servicios.
Sexto, porque aunque este proyecto está recibiendo críticas, hay que recordar que otros proyectos que han demostrado su capacidad de contribuir a la dinamización de nuestro territorio, como son el Museo de la Minería, o el centro comercial de El Entrego, encontraron en su día resistencias, o generaron suspicacias que fueron similares, o incluso superiores, a las que genera actualmente la erradicación del actual trazado ferroviario.
Séptimo, porque no es cierto que los trenes urbanos sean un transporte peligroso para los ciudadanos, y la prueba está en la menor siniestralidad que registran los existentes en Bilbao, o el que atraviesa el paseo marítimo de Alicante, por poner sólo algunos ejemplos en el caso español. En este punto, hay que ser consciente de la mayor peligrosidad que tiene el sistema actual de pasos a nivel y que será suplantado por un sistema de semáforos.
Octavo, porque como vecinos de San Martín (y me imagino que al igual que los vecinos de Laviana), aunque reconocemos los derechos legítimos a recibir ayudas que tienen todos los municipios amigos que atraviesan dificultades similares a las nuestras, no podemos considerar justo que unos fondos que ya estaban destinados a nuestro territorio, vuelvan a la mesa de negociación en la que estamos en cierta manera compitiendo por las ayudas mineras. En ocasiones, incluso con algún municipio cuya situación es manifiestamente mejor que las nuestra.
Noveno, porque siguiendo el transcurso normal de los acuerdos tomados en su día, y que ahora parece haber interés en alterar, ya se han invertido alrededor 5 millones de euros en la realización del proyecto, que en su mayor parte puede ser considerado aceptable, y que en ningún caso podemos permitirnos el lujo de tirar a la basura.
Y décimo, porque la solución al grave problema del desempleo en nuestra Comarca es, sin duda, cuestión de conseguir atraer y generar tejido empresarial en nuestro territorio. Pero también se lucha contra esta lacra desde otros frentes, como son aumentando el atractivo de nuestro territorio, fijando población, o que, en tanto y cuanto luchamos para generar empleo en nuestro Valle, los desempleados puedan tener un buen acceso a los centros de creación de empleo actuales de nuestra región. Y ciertamente, en mi opinión, hablar del proyecto urbanístico y de comunicaciones que supone el tren-tranvía es también referirse a estos últimos tres aspectos.
En cualquier caso, mi intención es que este artículo sirva también como ejercicio de la transparencia a la que también me refería al inicio del artículo. Ejercicios de explicación de nuestras posiciones, similares al que he hecho en este artículo, son siempre útiles si lo que de verdad queremos es contribuir al progreso y al bienestar de nuestra sociedad y de nuestro territorio.(Fuente: lne.es)