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El ramal
cerraría el 2012 con unos 225 servicios cada 24 horas. En 2008 había logrado su
mejor performance, con 335 servicios corridos por día. Esto provoca más
aglomeración de pasajeros.
Una extraña
maldición persigue a los sufridos pasajeros del ferrocarril Sarmiento. A las
inversiones incumplidas, los problemas operativos, el mal estado de las
formaciones y la tragedia de Once se ha sumado ahora otro hecho que empeora las
condiciones que rodean a la prestación de los servicios.
La línea que
une la Capital Federal
con los partidos de la zona oeste del Gran Buenos Aires tiene en funcionamiento
la menor cantidad de trenes de los últimos veinte años y va camino a cerrar
2012 con uno de los peores registros de servicios corridos desde los primeros
años del menemismo hasta ahora. Eso provoca más aglomeración e incomodidad a
los pasajeros.
A punto de salir. Una formación del Sarmiento en Estación Once. Los pasajeros viajan más apretados porque la cantidad de trenes se redujo. Y en lo que queda del año empeorará. Mario Quinteros
En junio —el
primer mes de operación de la nueva concesionaria que reemplazó a TBA--, la
línea Sarmiento operó un total de 6.819 trenes , la segunda peor marca desde
que había sido privatizada a mediados de los años 90.
Según los
registros oficiales, hay que remontarse hasta julio de 1996 para encontrar una
menor cantidad de trenes en servicio. En ese mes, bajo el manejo de TBA, el
Sarmiento sólo había podido correr un total de 6.782 servicios.
Las
estadísticas también muestran que febrero de 1997 fue otro de los períodos
mensuales con menos trenes en circulación. En total fueron 6.878 servicios, 59
salidas más que las de junio de este año.
Lejos de
mejorar, la situación para los usuarios promete empeorar en lo que resta del
año. A partir del 30 de julio, se pondrá en vigencia un acotado diagrama de
servicios por, según el Gobierno, la necesidad de contar con más horas de
trabajo para realizar las demoradas obras que requiere la línea.
En el ramal
que une Once con Moreno, se interrumpirán todos los servicios nocturnos entre
las 22 y las 4. En tanto, los domingos no habrá trenes durante todo el día
entre la estación Liniers y la terminal porteña de Once.
En principio,
la supresión de estos servicios sería por el término de dos meses , pero no
habría que descartar una probable extensión de ese plazo si es que no se pueden
ejecutar todas las obras previstas en tiempo y forma.
Los datos de
los últimos cuatro años reflejan con claridad el creciente deterioro que padece
la línea Sarmiento.
Tras haber
alcanzado en 2008 la mejor performance anual en cantidad de trenes corridos
(122.276 o 335 por día), comenzó a declinar hasta alcanzar el año pasado un
total de apenas 92.400 servicios.
Tal como se
perfilan las condiciones operativas, el Sarmiento se encamina a finalizar este
año con algo menos de 82.000 trenes corridos: 225 diarios. Dicho registro
resulta significativo por los siguientes motivos: -Es prácticamente el mismo
promedio anual de servicios prestados que tuvo la línea entre 1993 y 1995,
durante los últimos años de la anterior administración estatal.
-Implica unos
40.300 trenes menos que los de 2008.
-Representa
una nueva caída de 11,3% respecto a la insuficiente cantidad de trenes que se
pusieron en servicio en 2011.
Junto con la
línea Mitre, el ferrocarril Sarmiento había pasado a manos de TBA —la
concesionaria privada controlada por el grupo Cirigliano— el 25 de mayo de
1995. En marzo de este año, tras la tragedia de Once donde murieron 51
personas, el Gobierno designó un interventor que se hizo cargo de la empresa
durante un lapso de dos meses y medio.
El 24 de mayo
pasado, por medio del decreto 793, la administración kirchnerista le puso fin a
la concesión de TBA y designó como nueva operadora a la UGOMS , la sociedad integrada
por las dos concesionarias ferroviarias metropolitanas que aún permanecen en
actividad: Metrovías —la empresa del grupo Roggio que explota los subtes y la
línea Urquiza-, y Ferrovías, la operadora del Belgrano Norte que pertenece al
grupo Romero-Emepa.Clarín
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