20 de julio de 2012

MENDOZA: EL TREN, ENTRE LAS PROMESAS Y EL MUSEO


ACTUALIDAD

Las promesas sobre la recuperación del servicio de trenes de pasajeros entre Mendoza y Buenos Aires, al igual que el Trasandino, se han multiplicado pero nunca concretado. De allí que resulte ingenioso un museo para mostrar cómo funciona un tren.

No pueden quedar dudas de que se trata de una idea ingeniosa. Recuperar un vagón del ferrocarril para instalar un museo resultará valioso para los mendocinos menores de 20 años porque, tal como están dadas las circunstancias, será la única forma de conocer cómo es y cómo funciona un tren. La iniciativa de los ex empleados ferroviarios tiene muy buenas intenciones y hasta contempla la posibilidad de funcionamiento de una escuela de conductores pero, en los hechos concretos y al paso que van las cosas, terminarán manejando sólo el metrotranvía, cuando funcione.



A casi dos décadas de la partida del último tren de pasajeros que unió a Mendoza con Buenos Aires, los anuncios que se formularon respecto de la recuperación del servicio han quedado sólo en eso: simples anuncios y nada de concreciones. Es un problema que no sólo afecta a Mendoza sino que fueron muchas las provincias que plantearon situaciones similares y sólo obtuvieron respuestas positivas respecto de la puesta en marcha en las épocas cercanas a las elecciones.

La debacle ferroviaria se produjo en la década del 90, cuando se estableció la suspensión de todos los servicios de pasajeros de mediano y largo recorrido en las seis líneas troncales que por ese entonces tenía la empresa Ferrocarriles Argentinos. Sólo quedaron en funcionamiento las que se mueven en el Gran Buenos Aires y la Capital Federal, donde se concentra la mayor cantidad de población -y de votos- con aportes y subsidios millonarios en dólares que pagamos todos los habitantes del país.

Mendoza y San Juan, que contaban con trenes de pasajeros a través del ramal San Martín, quedaron incluidas dentro de la decisión de cierre de ramales, una medida que provocó la pérdida de importantes puestos de trabajo y la caída de la actividad económica en algunos distritos, como Palmira. Paralelamente, la decisión de cerrar también gran parte de los ramales del transporte de cargas, terminó perjudicando a pueblos importantes, como Monte Comán, que había crecido como consecuencia de haberse convertido en un centro de concentración de la producción agrícola del Sur de la provincia para su traslado al gran mercado porteño.

Las informaciones surgidas en el ámbito nacional indican que el desguace ferroviario en el país significó la pérdida de 146 trenes que corrían para media y larga distancia, dejando inactivas 492 estaciones, que pasaron a convertirse en lugares fantasma. De allí que desde distintas provincias surgió el planteo de recuperar el servicio ferroviario y se repitieron, a lo largo de la última década, las promesas que, en todos los casos, surgieron previas a las elecciones, formando parte de la campaña electoral. Con el agravante de que en algunos casos sólo se trató de inauguraciones "testimoniales", que corrieron una sola vez y después desaparecieron.

En el caso de Mendoza, las promesas también se repitieron respecto de la recuperación del funcionamiento del tren de pasajeros y las esperanzas se multiplicaron con la solución de los inconvenientes que presentó históricamente la laguna La Picasa, en Buenos Aires, promesas que nunca se concretaron, como también sucedió con los anuncios respecto de qué se hará con el Trasandino.

Es muy factible que los anuncios respecto de uno y otro servicio vuelvan a aparecer el año próximo, por ser electoral y que después vuelva la decepción entre los mendocinos. Los hechos demuestran que la situación económica no permite grandes inversiones nacionales y, de haberlas, volverán a implementarse en los lugares de mayor concentración de votantes. De allí que la iniciativa de los ex empleados ferroviarios de mostrar cómo es y cómo funciona un tren es ingeniosa, porque pareciera que sólo podremos verlos en un museo.Los Andes

3 comentarios:

  1. UNA PARTE DE LOS HABITANTES DE MENDOZA , ADORA Y EXTRAÑA VER NUEVAMENTE TRENES CIRCULANDO COMO EN LA EPOCA DE FERROCARRILES ARGENTINOS . SOLO , QUE ESTA PARTE ES MINORIA . LA OTRA PORCION ENORME , LO ODIABA Y LO SIGUEN HACIENDO . NADA HA CAMBIADO , NI CAMBIARA . ME CONSTA , PUES , LO VIVI ALGUNOS AÑOS DE MI VIDA EN LA TIERRA DEL BUEN SOL Y EL BUEN VINO .

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  2. Yo personalmente xtraño mucho a "El Aconcagua" y a "El Libertador". El primero de ellos unía 4 capitales en un solo recorrido Buenos Aires (Retiro, con San Luis, con Mendoza y finalizaba en San Juan, pasando por localidades importantísimas como Junín, Justo Darak, Villa Mercedes, Laboulaye, Rufino, La Paza, entre muchas otras. Salía repleto de gente. El segundo era de lujo, y llegaba a Mendoza casi con la misma rapidez que el micro, sumando la comodidad de poder embarcar el automóvil, que lo hacía turísticamente aún más rentable. Se salvaron algunos servicios de aquel ferrocidio como el ramal Retiro-Tucumán y Retiro-Córdoba, y hasta hace un tiempo el ramal Fco Lacroze-Posadas; por éso nunca voy a entender por qué no se pudo salvar "El Aconcagua", el tren de las 4 capitales".

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  3. Pienso que tampoco se pudo salvar al tren "Aconcahua" por los intereses creados. Tampoco veremos más a los trenes de TEA. Por las dudas le sacaron a los coches partes vitales.
    Y no sigamos con la lista, ¿Para que?

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