ACTUALIDAD
Pese a las
necesidades de los porteños y la recaudación cada vez más alta, el gobierno de la Ciudad no realiza las obras
prometidas, informa el semanario Democracia.
Los porteños
aportan a un fondo para obras de infraestructura de los subtes que Macri no
realiza. Esto surge de lo establecido y recaudado por el Fondo Permanente para la Ampliación de la Red de Subterráneos. Este
Fondo fue creado por ley para pagar “exclusivamente” obras en la red de
subterráneos, como así también para el mantenimiento del material rodante.
El jefe de
gobierno de la Ciudad ,
como es habitual en él, ha desconocido un acta acuerdo firmada por él mismo con
el Gobierno nacional en los primeros días de este año, y también decidió
ignorar la ley que votó en marzo el Congreso: ordenaba el traspaso del subte a
la órbita del gobierno porteño.
Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri
En ambos
casos, Macri y sus funcionarios argumentaron que todavía no estaban dadas las
condiciones para hacerse cargo del control y la fiscalización del servicio,
concesionado desde 1994 a
la empresa Metrovías. La excusa es que hasta que el Gobierno nacional no aporte
el dinero necesario para las obras que se encuentran “pendientes”, ellos no
pueden cargar con la responsabilidad de tener el subte en sus manos.
Sin embargo,
el acta acuerdo firmada en enero establecía que el Gobierno nacional se
comprometía a depositar todos los meses el dinero del subsidio que venía
recibiendo la empresa, algo que efectivamente sucedió. Se trata de unos $30
millones mensuales que la administración nacional destina al mantenimiento de
un servicio que solo se presta en la Capital Federal.
Como si esto
no alcanzara, otro de los puntos incluidos en el acta que también se cumplió
fue el que consistía en la potestad del gobierno porteño para fijar en forma
unilateral las tarifas del servicio, lo cual se llevó a cabo apenas 24 horas
después del acuerdo, cuando Macri dispuso un aumento de 127% del pasaje,
llevándolo de $1,10 a $2,50.
Todo esto
podría ser interpretado como parte de una pelea entre dos jurisdicciones que no
logran ponerse de acuerdo sobre una cuestión que se encuentra empantanada desde
la sanción misma de la ley que le dio autonomía a la Ciudad , de no ser porque el
gobierno porteño les cobra a sus ciudadanos un impuesto que va destinado a un
fondo que financia obras que nunca se hicieron.
Se trata del
Fondo Permanente para la
Ampliación de la
Red de Subterráneos, creado por ley, que de una u otra forma
pagan casi todos los habitantes de la
Ciudad , ya que se encuentra presente en distintas
contribuciones que los ciudadanos tributan al gobierno porteño.
Este Fondo
está conformado por la contribución territorial por “cercanía”, que pagan en la
tasa de ABL todos aquellos habitantes que viven en un radio de 400 metros de alguna
estación del subte, que es un 2,4% sobre el total del impuesto. Además, lo
integran un 10% del total de lo recaudado por el impuesto a los automotores
(patentes); el 0,03% de la contribución por “mejoras” que pagan los
propietarios de inmuebles comprendidos dentro de la zona influencia antes
mencionada, y el 5% de la facturación de Autopistas Urbanas (AUSA). Así, el
cálculo estimado de recaudación para este año de todas estas contribuciones es
de $267 millones.
Si se divide
esa cifra por la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad , que son 2.890.151
según el Censo 2010, el cociente da unos $92,3 por habitante. A esta cifra hay
que sumarle, por supuesto, el dinero que se va a recaudar este año por venta de
pasajes, que luego del aumento se puede estimar en $794.500.000 al año
(suponiendo que este año va a viajar la misma cantidad de gente en el subte que
años anteriores).
La ley que
creó el Fondo es la 23.514, y fue votada por el Congreso de la Nación en 1987, más de diez
años antes de la autonomía porteña, aunque ninguno de los sucesivos gobiernos
que tuvo la Ciudad
exigió revisar su contenido.
Por el
contrario, siguieron recaudando sin invertir ese dinero en las obras, con el
agravante en el caso de Macri de haber inaugurado solo cuatro estaciones en
cinco años (Puán, Carabobo, Corrientes y Parque Patricios), durante el mayor
período de bonanza económica que recuerde el país en más de 60 años.
Si bien sus
antecesores no descollaron, pudieron inaugurar once estaciones entre 1997 y
2007, teniendo que soportar en el medio la peor crisis de la historia
argentina. Con todo esto, es evidente que la subejecución y la ausencia de
control también son políticas aplicadas en el caso del subterráneo. Los
porteños han venido aportando con mayores impuestos a un medio de transporte
que viene decayendo sin pausa.
“En 2011 el
Programa de Expansión y Ampliación del Subterráneo arrojó un sobrante de $ 81,5
millones que no se ejecutaron producto de la ineficiencia del macrismo –le dijo
a “Democracia” el diputado Rafael Gentili (Proyecto Sur)–. Resulta evidente la
escasa preocupación que tiene el Ejecutivo porteño para con vecinos y
pasajeros.
Lo que ha
ocurrido hace dos semanas es inadmisible –sostuvo Gentilli respecto de la
salida de servicio de 20 trenes–. La pérdida de pasajeros del subte no hace más
que evidenciar la escasa preocupación del macrismo por el transporte público.
La subejecución del Programa de Expansión y del Fondo Permanente para la
ampliación de la red –dijo– son dos expresiones de una política desinteresada
para con los trabajadores que diariamente toman el subte”.
Mientras
tanto, una grave disfunción institucional, según lo explicado a este medio por
el diputado porteño Daniel Amoroso (presidente del Bloque Unión Federal),
impide que las inversiones del Fondo Permanente para la Ampliación de la Red sean fiscalizadas como
disponeLey 23.514, sancionada por el Congreso nacional en 1987. Por ella fue
creado el Fondo Permanente.
“El Artículo
1º –señala Amoroso– dice que este fondo será destinado exclusivamente a las
inversiones que originen los proyectos, construcciones, instalaciones, material
rodante, gastos financieros y demás erogaciones necesarias para la habilitación
de nuevas líneas subterráneas o ampliación de las existentes. Es decir, que no
es solo para las nuevas. También explica cómo se integra el fondo: por ejemplo,
con un incremento del 5% del ABL y un incremento del 10% del monto que se
recauda en concepto de patentes sobre vehículos en general”, detalla el
legislador. Esa ley dice además que el gobierno de la Ciudad debe depositar esos
importes en el Banco de la
Ciudad.
Si bien ese
dinero se deposita y se envía a la
Comisión de Tránsito de la Legislatura un detalle
de lo recaudado y de lo invertido, ese fondo debe ser fiscalizado por una
comisión integrada por el Legislativo y el Ejecutivo de la Ciudad. Pero , ¿qué
pasó? Amoroso fue contundente con “Democracia”: “¡No se constituyó nunca!”.
A todo esto,
entre los fondos que tiene “frenados” para las obras del subte, más la
discrecionalidad del manejo de los fondos destinados a las escuelas, las
privadas por sobre las públicas, más “el desentendimiento” por la basura, hacen
un cóctel intragable para cualquier funcionario. Macri, mientras tanto, desoye
todo, hace lo que quiere, solo piensa en las encuestas, en sus vacaciones y en
los viajes al exterior a visitar “alcaldes” de otros países –algunos exóticos–.
A muchas de
estas “tareas”, las de mirar para otro lado, las maquillan con acciones de
marketing, algunas payasescas, como si ese fuera el único fin de la gestión.
Una lástima para todos los vecinos de la Ciudad que confiaron en su gestión. Parece que
mientras él no se salga de la bicisenda, hace “la bicicleta” y la Ciudad “funciona” a su
manera.BAE
Bueno, de este engendro liberal conservador qué se puede esperar.
ResponderEliminarRogelio Rodríguez
Que raro. No se habló más de los Metrobuses. Otro enjendro. Y van...
ResponderEliminarComo exprecion de deseos,Ojala que los vecinos de la ciudad,ayudado por algunos medios no juzga casi su desastroza gestión, sino como la esperanza blanca contra el gobierno fenomeno sociologico interesante.
ResponderEliminarSi pensamos en los giros de los votantes en los ultimos tiempos,son casi inexplicables,disculpas por estas disgreciones, en voz alta.
El artículo es en general muy acertado y aporta datos interesantes, aunque yerra en un punto y omite otros. Yerra en que los anteriores gobierno porteños no descollaron en el tema subte. La verdad es que sí descollaron porque todos los gobiernos porteños desde la autonomía (y alguno anterior también) sostuvieron una polñitica de avance constante en las obras de ampliación del Subte, lo que fue paralizado por Macri, reduciendo el presupuesto y subejecutando partidas, igual que como lo hizo con Educación, Salud, etc. Asimismo omite la nota señalar que Macri ignora la Ley Nº 2930, cuyo artículo 7º enuncia el Plan de Movilidad y Transporte de la Ciudad, que por primera vez incluye a los modos guiados. Contra eso Macri puso un asesor colombiano que es el lobbysta del BRT a nivel internacional, con oficinas en Nueva York. Procesado por un grave delito, dejó a la Ciudad convertida en un basural a cielo abierto y está en evidente defraudación administrativa y fiscal (además de otras graves irregularidades ...), Macri debe ser inmediatamente despojado de su cargo por la Legislatura. Pero no sucederá. Queda el camino de la Intervención Federal, pero no sucederá. Entonces solo queda el voto para Legisladores en 2013, a fin de cambiar la mayoría y mandar a este personaje a Juicio Político, como mínimo.
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