Nota de Opinión
Por:
Carlos Alberto Salgado
Ya
hace meses que esta noticia dio la vuelta al mundo. El primer día que tuve la
oportunidad de verla por televisión (casualmente no fue por ningún canal
argentino), mi sorpresa y envidia fue tal que ahí entendí por qué nos
encontramos a años luz, como país, de aquellos denominados del "primer
mundo".
El
título de la noticia decía: "La estación fantasma de Japón que permanece
abierta sólo para un pasajero". Después la nota discurre informando que "durante
años, sólo ha habido un pasajero esperando en la estación de Kami-Shirataki, en
la isla de Hokkaido, Japón: una estudiante de secundaria en su camino a clase.
El tren para allí sólo dos veces al día, para recogerla y para que vuelva a
casa".
"Suena
como de película, pero según la agencia CCTV News es una decisión que el Grupo
Japan Railways (empresa que opera los ferrocarriles en Japón) tomó hace tres
años".
"En
aquel momento el servicio en Kami-Shirataki había bajado dramáticamente por su
remota localización. Japan Railways estaba preparando el cierre, hasta que se
enteraron de que seguía habiendo un usuario. Así que decidieron mantenerla
abierta hasta que la joven se graduara. La compañía incluso ajustó el horario
del tren al de la estudiante. Está previsto que la chica acabe sus estudios en
marzo y entonces la estación se cerrará", concluye esta pequeña pero gran
noticia.
Qué
ejemplo de sentir lo social en todo el estamento de un país. Enseguida vino a
mi mente los problemas que están pasando, como uno de los tantos casos que
podemos citar, del tren de pasajeros que unía Basavilbaso - Villaguay (SOFSE) en la
Provincia de Entre Ríos y que era usado principalmente por alumnos y profesores
de escuelas que concurren a instituciones educativas de ambas ciudades
entrerrianas como de las estaciones intermedias donde realizaba parada dicha
formación ferroviaria.
Hoy
el servicio de ese fundamental tren que transporta generalmente pasajeros,
donde la educación es lo primordial, se encuentra suspendido hace tres meses
por falta de material rodante, ¿o de vergüenza?.