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La tuneladora
bautizada Argentina, que hará el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, ya
comenzó a ensamblarse en una imponente trinchera de 25 metros de profundidad
a metros de la estación Haedo. El 15 de septiembre próximo comenzará a cavar el
túnel de 17 kilómetros
hasta el barrio porteño de Caballito, donde llegaría en diciembre del año
próximo, según adelantaron los profesionales a cargo de la obra. Recién dentro
de 44 meses, en 2015, el soterramiento de ese tramo reemplazará a la actual
traza de superficie.
La obra fue
adjudicada en 2008 por el gobierno nacional a un pool de empresas y ya debería
haberse terminado . Los trabajos se demoraron por la falta de adecuación de
precios ante la suba del índice inflacionario, según confiaron algunos
empresarios del sector. Pero después del accidente en la estación de Once,
donde 51 personas murieron, el gobierno nacional aceleró el inicio de los
trabajos.
La trinchera en Haedo por donde entrará la tuneladora. Foto: LA NACION / Mariana Araujo
Hoy, el
obrador de Haedo, de 11
hectáreas , funciona a pleno. Ya se construyeron 8000 m2 de oficinas,
dormitorios, comedores, enfermería, galpones para talleres, almacenes, y una
planta de prefabricación de revestimientos de hormigón. Allí, Consorcio Nuevo
Sarmiento, conformado por las empresas Iecsa, Odebrecht, Comsa y Ghella, le dan
vida al ensamble de la imponente tuneladora alemana, cuya última obra fue la
construcción de un túnel bajo la comercial calle Serrano, en Madrid. Es la más
grande utilizada en América latina, costó 40 millones de euros, será operada
por 60 técnicos y tiene 125
metros de longitud (ver infografía). Avanza 450 metros por mes -20 metros por día- y en
la primera etapa, desde Haedo hasta Caballito, se construirán seis estaciones
de pasajeros bajo tierra, que en la superficie tendrán un diseño moderno y
vistoso.
En una
segunda etapa, la máquina correrá en sentido inverso y hará el tramo hasta la
estación Castelar. En la última etapa completará el recorrido soterrado hasta
la estación cabecera de Moreno. Estos dos tramos demandarán 50 meses de
trabajo. La obra completa, con un túnel de 32,6 kilómetros y
la construcción de 12 estaciones, demandará una inversión de 11.000 millones de
pesos -6000 millones para el tramo Haedo-Caballito, y 5000 para los
siguientes-.
Augusto Adur,
presidente del Consorcio Nuevo Sarmiento, dijo a LA NACION que el soterramiento
del Sarmiento permitirá eliminar los pasos a nivel, con su riesgo de
accidentes, así como las calles interrumpidas por el tendido férreo. "En
la actualidad, en las horas pico, por cada hora, la barrera permanece baja
durante 40 minutos, con la nueva infraestructura esto no sucederá. Y, además,
permitirá mejorar sustancialmente el servicio, logrando una frecuencia de 3
minutos entre formaciones. A su vez, la puesta en funcionamiento de las
formaciones nuevas aumentará de manera significativa la capacidad de transporte
actual de pasajeros de 100 millones a más del doble: unos 280 millones de
usuarios entre ambos sentidos", dijo Adur.
El túnel de 10,40 metros de
diámetro por donde circularán las formaciones tendrá dos vías. Y cada 400 metros habrá salidas
de emergencia con escaleras metálicas con descanso y espacios para bajar
camillas.
"El
proyecto contempla también la renovación y la modernización total de la
infraestructura de electrificación, señalización y control de trenes y la
instalación de sistemas antiincendios y de evacuación que exigen las normas
internacionales para esta tipología de proyectos", dijo Adur.
Mario
Cenciarini, ingeniero a cargo del proyecto de obra, explicó que los trabajos en
ejecución ocupan en la actualidad a 500 personas. "En el pico generarán
10.000 nuevos puestos de trabajo: 2000 relacionados en forma directa a la
construcción y 8000 asociados indirectamente a la provisión de los distintos
servicios, materiales y equipos que conforman el proyecto."
Cenciarini es
un italiano que trabajó en la construcción de túneles y vías en otras ciudades
del mundo. "Esta máquina tiene la capacidad para construir túneles de
aproximadamente 11,50
metros de diámetro, equivalente en altura a un edificio
de cuatro pisos, lo que permitirá la circulación de formaciones ferroviarias de
doble piso y nueve coches cada una exclusivamente para servicio de pasajeros.
Los trenes podrán ir a 120
kilómetros por hora porque las vías serán nuevas",
aseguró Cenciarini.
Jesica
Martínez es, desde hace 11 años, usuaria del ferrocarril Sarmiento. El 22 de
febrero pasado, cuando el tren de la entonces concesionaria TBA colisionó en la
estación de Once, ella iba en el primer vagón. "Esta iniciativa del
soterramiento del Sarmiento es muy positiva, porque así se evitaría un montón
de accidentes. Hace tiempo que los usuarios lo pedíamos, pero se tardó un
montón en comenzar con las obras. La verdad es que mejorará mucho el servicio,
que hoy es muy malo", dijo la mujer, de 24 años,
El
soterramiento del Sarmiento es de vital importancia para la conexión entre el
oeste del conurbano y el centro. En el tramo Caballito-Once, donde el tren
corre en trinchera, está previsto que el gobierno porteño construya un techo
sobre las vías, con espacios verdes y apertura de calles. Aunque para que los
usuarios disfruten de estas mejoras deberán pasar entre tres y siete años.
HISTORIA
Creación: el
ferrocarril Sarmiento se creó el 13 de febrero de 1947, al nacionalizarse el
Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (FCO), siendo administrado desde ese momento
por la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos.
Cancelación:
a principios de 1990, con la disolución de Ferrocarriles Argentinos y la
cancelación de servicios ferroviarios establecida por el entonces presidente,
Carlos Saúl Menem, la mayoría de los servicios dejaron de operar.
Concesión: el
servicio de pasajeros pasó temporalmente a la empresa estatal Femesa y luego
dado en concesión a Trenes de Buenos Aires (TBA).
Accidente de
Flores: el 13 de septiembre de 2011, un colectivo cruzó las vías y fue
embestido por un ferrocarril metropolitano, que descarriló y embistió a otra
formación: 11 personas fallecieron y 228 resultaron heridas.
Tragedia de
Once: el 22 de febrero de 2012, un tren no pudo detener su marcha y colisionó
con los sistemas de paragolpes de la estación de Once. Murieron 51 personas y
más de 703 resultaron heridas.
Quita de
ramales: La presidenta Cristina Kirchner decidió quitarle la concesión de las
líneas Sarmiento y Mitre a TBA por el deficiente estado de los trenes y el
deterioro en el servicio.Lanación