CARTAS DE LECTORES
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
Ante la promulgación por del Poder Ejecutivo Nacional, del Decreto Nº
1.244/2013, (B.O. del 30/08/2013), por el cual se crea la nueva Unidad Ejecutora
para el Soterramiento de la Línea Sarmiento,
y el otorgamiento por parte del BNDS del Brasil, del primer tramo para
su financiación consistente en un crédito por U$S 1.500 millones, repagables a
10 años y a una tasa del 7% anual, a lo que se le suma un desembolso que deberá
adelantar el Gobierno Argentino de 700 millones de pesos, para que la
excavación comience en Haedo a partir de las primeras semanas del año 2014, me
siento inclinado a efectuar algunas reflexiones respecto a este proyecto, que a
mi juicio, para nada son halagüeñas para el futuro de este legendario
ferrocarril.
De concretarse este proyecto, implicaría sellar en una tumba de cemento,
al sufrido público que circula por los trenes del populoso Oeste en dos vías y
a 22 metros de profundidad. La
tuneladora que ya está preparada para tal fin en Haedo, y por la cual se está
pagando un cuantioso leasing, está diseñada para cavar dos tubos, uno para cada
una de las dos únicas vías, y encofrarlos en cemento.
Ello significará que los trenes diesel de larga distancia, así como los
cargueros, no llegarán a la cabecera Once, lo cual aparejará fatalmente, que
las cargas ya no ingresarán por vía férrea al puerto, pese a que existe un
túnel y una vía a tal fin que quedaría así olvidada, sino que habrá que
trasbordar las cargas a camiones, y los pasajeros de larga distancia a micros,
antes de ingresar a la boca del proyectado túnel, con el consiguiente
incremento de los accidentes viales, costosos y molestos transbordos, mayor
contaminación ambiental, la congestión del ya endemoniado tránsito, y
obviamente, un aumento brutal de los fletes, con lo cual quedaremos todos
rehenes del transporte automotor.
Esta línea una vez soterrada, o mejor dicho enterrada, será un mortal
sarcófago en caso de un descarrilamiento, un incendio o las frecuentes
detenciones de un tren por problemas técnicos entre dos estaciones, y las
indecibles dificultades y trágicas e inevitables demoras con que se producirá
el rescate de los 1.200 pasajeros en promedio que transportan los atestados
trenes eléctricos.
¿Cómo harán llegar un tren de auxilio al lugar del siniestro?. ¿En qué
transportarán a los autobombas y a los bomberos para extinguir un incendio a 22
metros de profundidad?. ¿Cómo harán para sacar a la superficie a los heridos,
accidentados y muertos cuando las rampas de subida estarán lejanas del lugar
del siniestro, y por ende, inaccesibles para bomberos, ambulancias,
paramédicos, etc.?. ¿Se persistirá en el sistema del anticuado patín para la
alimentación eléctrica de los trenes, o considerando la colosal inversión que
se hará, se optará por el sistema por catenaria, uniformándolo con el Roca?.
El consorcio Nuevo Sarmiento, (CNS) que encara este proyecto, está
integrado por el grupo Brasileño Odebrecht
en un 50%, Iecsa, (de Franco Macri, y que éste le transfirió hace unos
años a su sobrino Angelo Calcaterra), en
un 25%, y el otro 25%, por la italiana Ghella, estimándose que la primera etapa
de esta mega obra, que es de Haedo a Caballito, insumirá 44 meses, siempre y
cuando no se registren nuevas demoras y contratiempos.
Según los tiempos que manejan los funcionarios de Transporte y del
Consorcio, los trámites bancarios y administrativos pendientes, podrían
concluir en diciembre de este año, y en Enero del 2014 podría entrar en
operaciones la costosa y por ahora inactiva tuneladora instalada en la playa
sur de Haedo.
La principal mentora de este proyecto, fue la empresa TBA, propiedad del
grupo Cirigliano, ex concesionaria de las Líneas Sarmiento y Mitre, de triste
memoria a la que nunca le interesó ni mejorar, ni proyectar, ni propender a un
moderno ferrocarril para el siglo XXI, ni menos aún los los usuarios, sino sus
prósperas empresas de micros. Merced a los colosales subsidios que cobraron
cuando detentaban esas concesiones, ganaron licitaciones para prestar servicios
de autotransporte en Perú y EE. UU, conocidos como "Red Coaches", y
la remozada empresa Microómnibus Plaza, con sus característicos y modernos
ómnibus rojos que circulan por varios corrdores nacionales y por la Capital
Federal, mientras que las líneas ferroviarias cuya concesión tenían desde 1996,
todos sabemos de su estado calamitoso, su pésima gestión y el trágico epílogo
que tuvo con la tragedia de Once, el 22 de febrero de 2012.
Es increíble que los ingenieros ferroviarios avalen este proyecto,
cuando saben muy bien que lo correcto y técnicamente adecuado, es construir
viaductos en bajo nivel en los actuales pasos de las calles Donato Álvarez,
Boyacá, Nazca, Segurola, Goya, Barragán y Cuzco, que son los mas congestionados
y peligrosos, a un costo infinitamente mas bajo, y porque además, técnicamente
es más fácil, manteniendo las actuales cuatro vías y en superficie, en tramos
tales como Haedo, Ramos Mejía, Liniers, etc., ya que en el Sarmiento las calles
son perpendiculares, y el paso bajo las vías, sería mas corto que en las líneas
del Mitre, en el San Martín, Roca y en el Belgrano Norte y Sur, en las cuales
se los construye en ángulo cerrado. Entonces, ¿por qué no seguir con ese
temperamento en el Sarmiento que es mas fácil y menos costoso?.
El paso siguiente, y del que habrá que estar alerta de este proyecto
demencial, será que harán con las valiosas tierras que queden liberadas una vez
levantadas las vías de superficie, cuando esté finalizado el soterramiento del
ferrocarril, el cual, quedará transformado en un trencito subterráneo, paralelo
a la Línea A de Subte, que corre a 100 metros. Mientras tanto, el CNS ya ha
anulado la playa sur para cargas de Haedo, sepultando sus vías tras gruesas
plataformas de cemento y dejando tan
sólo dos vías, para la circulación de los trenes de obra.
¿Habrán evaluado con seriedad y profundidad el señor Ministro del
Interior y Transporte de la Nación y su equipo, cómo será la rampa para
articular, el ingreso a talleres Liniers, o piensan lotear este predio ahora
que se están reactivando estos talleres ?. ¿Cómo harán para empalmar en Haedo, con el ramal a
Témperley-La Plata, y hacia el norte con la Línea San Martín en Caseros?.
¿Idem, con el empalme Merlo-Lobos?, y en Moreno, con los eléctricos soterrados.
¿Cómo articularán con los trenes de afuera, procedentes del oeste que circulan
en superficie, y ya no podrán ingresar en el tramo soterrado?. ¿Son partícipes
entonces de eliminar los trenes de larga distancia, que al no poder ingresar ya
a la zona local a partir de Moreno privarán a todo el Oeste de llegar a la
cabecera Once por este medio?. ¿También piensan eliminar para siempre el
ingreso de las cargas al puerto, mediante la línea que parte de la playa Once a
Puerto Madero?. ¿Seguirán premiando al transporte automotor para cargas y
pasajeros?. ¿Habrán tomado las autoridades debida nota del colosal despropósito
y manifiesta insensatez que supone invertir casi U$S 5.000 millones en un tramo
de este ferrocarril, cuando por esa suma se puede recuperar mas de un tercio de
nuestra devastada red, que salvo las magnas obras afortunadamente en marcha de
la renovación de los corredores Retiro-Rosario, y Plaza Constitución Mar del
Plata, sigue siendo postergada y abandonada?. ¿Habrán evaluado las autoridades de transporte que
casi ¾ del presupuesto ferroviario está dedicado a este demencial
emprendimiento ?.
Es de toda obviedad, que a un
costo infinitamente menor el tantas veces alegado pretexto de la interferencia
que produce el ferrocarril en el ejido urbano de la Capital Federal, y de los pasos a nivel, es fácilmente
solucionable mediante una trinchera a cielo abierto, preservando las cuatro
vías, con puentes sobre su traza como en la bien concebida e histórica
trinchera inglesa, en el tramo Once-Caballito, o mediante viaductos en bajo
nivel, tal como se lo hace en todo el mundo y se lo está ejecutando actualmente
en las líneas Mitre, Urquiza, San Martín, Roca, Belgrano Norte, y Belgrano Sur.
Por otra parte, y en esto están correctamente orientadas tanto el
Gobierno Nacional como las autoridades del ferrocarril, prosiguen y están ya casi concluídos los trabajos de renovación de vías en el
tramo Castelar- Once, con rieles 0 km. de procedencia europea, y durmientes de
hormigón pretensado, con una necesaria e impostergable inversión millonaria en
dólares, con lo cual, en todo el tramo
eléctrico Moreno-Once, el Sarmiento tiene ya vías a nivel de Europa, idóneas
para implementar servicios a velocidades
del orden de los 160 kilómetros horarios, cuando lleguen los nuevos equipos en
abril del año 2014.
Luego, ¿han evaluado el sin sentido de que esas vías renovadas a nuevo
deban ser luego desarmadas y levantadas, y por lo tanto, tamaña inversión habrá
sido tirada por la borda?. ¿Cómo se entiende esto?. ¿Cómo es posible que ni el
Ministro del Interior y Transporte, ni el Ministro de Planificación Federal, ni
el Subsecretario de Transporte Ferroviario, ni todos sus equipos no adviertan y
nada digan sobre este descomunal desatino?. ¿Qué espurios intereses están
motorizando esta locura, y por qué se los avala a espaldas del pueblo
argentino?. ¿Sabe la señora presidenta de este descabellado emprendimiento y
sus funestas consecuencias para las futuras generaciones de argentinos?.
A mi juicio, la solución para salvar al ferrocarril y salir de este
atolladero pasa por una renegociación que el Poder Ejecutivo debe encarar seria
y enérgicamente, y con urgencia, con el consorcio CNS, rescindiendo los
contratos firmados, para que, sin violentar la seguridad jurídica, se
reencaucen las negociaciones y todo este torrente de dinero mal gastado, sea
canalizado y destinado en obras de auténtica recuperación y reconstrucción de
la devastada red ferroviaria Argentina, continuando y profundizando con las
sensatas, importantes y encomiables
obras en marcha de renovación de vías en los corredores Retiro-Rosario y
Plaza Constitución-Mar del Plata, a las que me he referido precedentemente.
Es evidente que, las autoridades competentes, están asesorando muy mal a
la Señora Presidenta de la República, por lo que se impone hacerle saber
urgentemente de todo este brutal desmanejo, y de las nefastas consecuencias que
tendrá para el futuro del país.
En cuanto al consorcio CNS, es harto evidente que para nada le interesa
el ferrocarril, y sí solo facturar esta cuantiosa y descomunal hipoteca, que
deberán afrontar las futuras generaciones de argentinos, además del daño que ya
se habrá consumado irreversiblemente. Saluda atte.
Dr. Marcelo
Merlino
SECRETARIO DEL INSTITUTO ARGENTINO DE FERROCARRILES