16 de febrero de 2023

Ferrocarril Trasandino Central: La madre naturaleza dijo la última palabra

Actualidad

Hace 25 años que venimos predicando las ventajas de reactivar el Ferrocarril Trasandino Central – FCTC, ajustando la traza e infraestructura existentes a las nuevas opciones tecnológicas, contribuyendo a facilitar la movilidad del transporte carretero.

Con todas las certificaciones necesarias y con la anuencia de los gobiernos de Argentina y Chile realizamos el proyecto multimodal de desarrollo evolutivo capaz de multiplicar exponencialmente la capacidad de transporte de cargas en el corredor bioceánico central, recuperando el FCTC. Los gobiernos de turno lo aprobaron, lo licitaron e ingenuamente lo forzaron al fracaso. Los funcionarios se dejaron llevar por una extemporánea propuesta basada en un túnel de baja altura de más de 35km de longitud, que luego de 8 años de estudios debió ser descartada por inviable.

Mezquinos intereses contrapuestos, de sectores involucrados en el transporte de cargas sumados a decisiones políticas que optaron por lo más fácil, derivaron en el cuestionado proyecto de ampliación del viejo Túnel de Caracoles para desactivar definitivamente la posibilidad de su uso para el paso de trenes. Desde que se anunció la errónea decisión de llevar adelante esta obra, hemos alzado nuestra voz para advertir sobre su inconveniencia. Desde hace meses nos llegaron vagas noticias acerca de “situaciones imprevistas” que podrían poner en riesgo la continuidad de las obras.

Por nuestra cuenta, y a través de colegas vinculados con las empresas contratistas, supimos de primera fuente que “los imprevistos” estaban derivando en el despido de los ingenieros y técnicos afectados a esa sección de la obra. Sin duda que dada la gravedad del caso, se evita todo tipo de filtración de noticias relacionadas con la suerte que podría correr este controvertido proyecto. Un único comentario periodístico menciona como causal de los atrasos, unos “durmientes en mal estado” que entorpecerían el paso y retrasarían temporalmente el avance hasta que se definan las soluciones del caso.

Desde el punto de vista geológico la cordillera de Los Andes es muy joven, con importante presencia de formaciones de yeso que por su propia naturaleza se comportan con alta inestabilidad ante la presencia de las aguas de infiltración natural por deshielo.

Nuestro proyecto FCTC aprobado en 2005 y aún vigente, contó con la colaboración de consultoras internacionales de tunelería, que en sus informes preliminares nos anunciaron esta especial característica como factor de alto impacto en los plazos y costos en estudios y obras especiales.

Ante la coyuntura que hoy nos ocupa, de primera fuente recibimos información de colegas de máxima confianza que comprobó in situ que, con los primeros impactos de demolición de la bóveda de hormigón armado existente, se produjo un derrumbe sin consecuencias de pérdidas humanas. Causal del misterioso fin de la obra en vista de ser abortada, quedó al descubierto la carencia de estudios geológicos que hubieran indicado la necesidad de trabajos de altísimo costo que atentarían contra la viabilidad de una obra que forzadamente se aprobó, se inició y hoy está paralizada.

La madre natura dijo la última palabra, el viejo Túnel de Caracoles del ferrocarril trasandino, no se puede tocar. El tren es el único medio de transporte masivo que puede transitarlo; profecía cumplida que debe dejar de ser ocultada por los responsables de errores cometidos en defensa de intereses particulares adversos al interés comunitario. Por: Carlos de Jong. Arquitecto – Director de Proyecto para MDZ.com

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