Nota de Opinión
Ing. Román Ballesteros (Para Crónica Ferroviaria)
Las notas publicadas recientemente por La Voz del Interior advierten sobre una delicada cuestión urbana, pero que tiene una estrecha relación con nuestra historia cordobesa y nacional. Se trata de las playas ferroviarias diseminadas por el área urbana de nuestra capital mediterránea.
Estos espacios ferroviarios, han desempeñado una función vital durante decenios luego de la llegada del ferrocarril a nuestra ciudad y sus alrededores, en plena época de su extensión durante los siglos 19 y 20 en la República Argentina. Esta referencia no es menor en este análisis, ya que significó el notable avance y el progreso del desarrollo económico y social de nuestras comunidades del territorio interior. Hoy son reliquias del pasado, puesto que la tecnología de las comunicaciones terrestres ha evolucionado considerablemente, pero por otra parte, han cambiado los desplazamientos poblacionales y los ejes económicos del país, en detrimento de las redes ferroviarias.
Este fenómeno ha marcado un giro sustancial en el movimiento de la economía y las motivaciones poblacionales, mientras algunas políticas oficiales erradas, para colmo, fueron eliminando el crecimiento del ferrocarril. Un fenómeno con efectos consecuentes y en ambos sentidos. El progreso se desplazó a las ciudades y el campo abandonado hizo paralizar al tren, lamentablemente. Lo que fue progreso en otras épocas, hoy es atraso y miseria por el vacío social que permitió, que es lo más grave.
¿Qué soluciones tenemos ahora?
Lo que plantean las notas publicadas van desde los efectos colaterales del fenómeno descripto, pero no abordan los ejes de un plan para fomentar el progreso acorde con las nuevas facilidades de las tecnologías disponibles actualmente, y su relación con las economías regionales.
Las realidades actuales nos indican que mantener espacios inservibles en las ciudades es caro y costoso, pese a que su valor es cada vez alto y demandado. Faltan espacios para viviendas sociales, parques, instalaciones de esparcimiento y recreación. Mientras que al contrario, esos espacios marginales sólo “se ocupan” para actividades u ocupaciones forzadas y/o indebidamente miserables.
En tanto que el estado de prioridades en cuanto a recuperar esos espacios en forma de retornos económicos, y a la par procure e impulse la venta de esos terrenos para el beneficio inmobiliario y comercio de unos pocos, no será posible equilibrar el crecimiento demográfico de nuestras regiones. Sólo habrá progreso residual en centros urbanos y se perderá una importante fortaleza como lo fue el propio ferrocarril hasta hace pocas décadas en vastas regiones.
La relación del rédito social, impulsado por el Estado y la Comunidad, en un sentido y en el otro, es inmensamente diferente a la vista de sus efectos macroeconómicos. Esto se advierte aquí seriamente para quienes tienen facultades decisivas en materia de promover el crecimiento económico, integral, regional y nacional de la República.
Los nuevos usos del suelo en Córdoba. Prioridades
Una rápida revisión de los terrenos disponibles para desarrollar en nuestra ciudad, nos indica que es obligación y prioridad de la provincia en exigir que esos espacios sean usados por el ferrocarril para emprendimientos utilitarios para el transporte urbano masivo de toda la ciudad Capital y la región metropolitana, incluyendo superficies destinadas para uso de instalaciones e infraestructuras públicas de abastecimiento de energía, agua potable, plantas de efluentes y centros de abastecimiento frutihortícolas comunitarias, talleres y depósitos-guarda de vehículos de transportes públicos, etc. como ejemplo inicial. Una regulación comunal coordinada del uso del suelo en esta región ya resulta urgente e indispensable a los efectos de ordenar la ocupación territorial del conglomerado urbano central de la Provincia de Córdoba.
Téngase en cuenta que el costo de esos espacios utilitarios para uso público, a su tiempo será alto y costoso en tanto a no resolver oportunamente y a tiempo esta problemática tan compleja.
No es cuestión de vender terrenos públicos para luego destinar el uso del suelo a sólo un sector de la comercalización inmobiliaria habitacional. Es necesario ya priorizar la asignación de espacios disponibles para el uso público y comunitario.
Ing. Román Ballesteros (Para Crónica Ferroviaria)
Las notas publicadas recientemente por La Voz del Interior advierten sobre una delicada cuestión urbana, pero que tiene una estrecha relación con nuestra historia cordobesa y nacional. Se trata de las playas ferroviarias diseminadas por el área urbana de nuestra capital mediterránea.
Estos espacios ferroviarios, han desempeñado una función vital durante decenios luego de la llegada del ferrocarril a nuestra ciudad y sus alrededores, en plena época de su extensión durante los siglos 19 y 20 en la República Argentina. Esta referencia no es menor en este análisis, ya que significó el notable avance y el progreso del desarrollo económico y social de nuestras comunidades del territorio interior. Hoy son reliquias del pasado, puesto que la tecnología de las comunicaciones terrestres ha evolucionado considerablemente, pero por otra parte, han cambiado los desplazamientos poblacionales y los ejes económicos del país, en detrimento de las redes ferroviarias.
Al fondo se observa la estación Córdoba (Mitre)
Este fenómeno ha marcado un giro sustancial en el movimiento de la economía y las motivaciones poblacionales, mientras algunas políticas oficiales erradas, para colmo, fueron eliminando el crecimiento del ferrocarril. Un fenómeno con efectos consecuentes y en ambos sentidos. El progreso se desplazó a las ciudades y el campo abandonado hizo paralizar al tren, lamentablemente. Lo que fue progreso en otras épocas, hoy es atraso y miseria por el vacío social que permitió, que es lo más grave.
¿Qué soluciones tenemos ahora?
Lo que plantean las notas publicadas van desde los efectos colaterales del fenómeno descripto, pero no abordan los ejes de un plan para fomentar el progreso acorde con las nuevas facilidades de las tecnologías disponibles actualmente, y su relación con las economías regionales.
Las realidades actuales nos indican que mantener espacios inservibles en las ciudades es caro y costoso, pese a que su valor es cada vez alto y demandado. Faltan espacios para viviendas sociales, parques, instalaciones de esparcimiento y recreación. Mientras que al contrario, esos espacios marginales sólo “se ocupan” para actividades u ocupaciones forzadas y/o indebidamente miserables.
En tanto que el estado de prioridades en cuanto a recuperar esos espacios en forma de retornos económicos, y a la par procure e impulse la venta de esos terrenos para el beneficio inmobiliario y comercio de unos pocos, no será posible equilibrar el crecimiento demográfico de nuestras regiones. Sólo habrá progreso residual en centros urbanos y se perderá una importante fortaleza como lo fue el propio ferrocarril hasta hace pocas décadas en vastas regiones.
La relación del rédito social, impulsado por el Estado y la Comunidad, en un sentido y en el otro, es inmensamente diferente a la vista de sus efectos macroeconómicos. Esto se advierte aquí seriamente para quienes tienen facultades decisivas en materia de promover el crecimiento económico, integral, regional y nacional de la República.
Los nuevos usos del suelo en Córdoba. Prioridades
Una rápida revisión de los terrenos disponibles para desarrollar en nuestra ciudad, nos indica que es obligación y prioridad de la provincia en exigir que esos espacios sean usados por el ferrocarril para emprendimientos utilitarios para el transporte urbano masivo de toda la ciudad Capital y la región metropolitana, incluyendo superficies destinadas para uso de instalaciones e infraestructuras públicas de abastecimiento de energía, agua potable, plantas de efluentes y centros de abastecimiento frutihortícolas comunitarias, talleres y depósitos-guarda de vehículos de transportes públicos, etc. como ejemplo inicial. Una regulación comunal coordinada del uso del suelo en esta región ya resulta urgente e indispensable a los efectos de ordenar la ocupación territorial del conglomerado urbano central de la Provincia de Córdoba.
Téngase en cuenta que el costo de esos espacios utilitarios para uso público, a su tiempo será alto y costoso en tanto a no resolver oportunamente y a tiempo esta problemática tan compleja.
No es cuestión de vender terrenos públicos para luego destinar el uso del suelo a sólo un sector de la comercalización inmobiliaria habitacional. Es necesario ya priorizar la asignación de espacios disponibles para el uso público y comunitario.