ACTUALIDAD
Redacción CRÓNICA
FERROVIARIA
Desde Crónica
Ferroviaria hace años que venimos pregonando por la pronta vuelta de los
trenes de pasajeros de media y larga distancia.
El mes que viene se cumplen 7 años de nuestra existencia,
y desde el Boletín Informativo Nro. 001 de Crónica
Ferroviaria ya escribíamos que era necesario que en vez de pensar en un
Tren de Alta Velocidad (era lo que se prometía desde el gobierno nacional allá
por el 2006), esa inversión debería volcarse en la infraestructura de vía de
algunos ramales troncales, para de esa forma poder prestar futuros servicios de
pasajeros que pudieran realizarse con confort, menor tiempo de viaje, y
competir en el valor del boleto con el sistema de transporte automotor.
Fue todo al revés. Durante esos años se vivió de promesas
en promesas (ya las hemos escrito hasta el cansancio), de compra de material
ferroviario a España y Portugal que la mayoría de ellos se encontraba en pésimo
estado, y ya sabemos todos cómo terminó la cosa, ni hablar de los subsidios que
fueron a parar vaya saber dónde. O sea,
se hizo la "plancha" durante los años de gestión de Secretarios de
Transporte de la Nación
de este gobierno nacional como el Ing. Ricardo Jaime y Ing. Juan Pablo Schiavi.
Si bien reconocemos que se vivió un momento de euforia
(allá por el 2004) cuando se comenzó a brindar servicios de pasajeros a
distintos destinos del país que fueron saludados por la mayoría de los
ciudadanos, estos se fueron suprimiendo uno a uno, quedando el ferrocarril con
ínfimas prestaciones, sacando la empresa Ferrocentral S.A. que es subsidiada
por el Estado Nacional y brinda sus 2 únicos servicios semanales a Córdoba y
Tucumán con gran demanda, que para conseguir un boleto hay que hacerlo, mínimo,
2 meses antes, pero que no hace un ápice en poner más trenes para poder
satisfacer a quienes solicitan viajar Las demás empresas lo realizan precariamente con anulaciones varias en
sus servicios.
Hoy, si miramos el 2004, se suprimieron servicios de trenes
de pasajeros a la ciudad de Santa Fe, 25 de Mayo, Bolívar, Pinamar, Miramar,
Carmen de Patagones y desapareció El Gran Capitán de la empresa T.E.A. que unía
las Provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones (este último
tendría que investigarse bien por qué no se corre), entre otros, sumados a los
míseros servicios que se realizan a la ciudad de Mar del Plata, Bariloche,
Realicó, Rosario, etc.
Reconocemos que después de la tragedia de la estación Once
de Septiembre (que costó la vida de 51 personas y dejó heridas a más de 700)
cuando el sistema ferroviario pasó de la órbita de la Secretaría de
Transporte de la Nación
(dependiente del Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios
que dejó mucho que desear) a ser ministerio bajo la orden de Florencio
Randazzo, la cosa empezó a cambiar, y la verdadera inversión parecería ser que
se encamina hacia cosas que son necesarias para el buen desenvolvimiento de los
trenes.
Ahora bien. Entonces cuando expresamos que se perdieron
hermosos años, que se vivieron de promesas de inversiones no realizadas y de
corrupción, que hicieron que el deterioro del sistema fuese cada año mayor
hasta llegar a la eclosión final el 22 de Febrero, no estábamos equivocados.
Al respecto, hoy recibimos una gacetilla de prensa de la Comisión Nacional
de Regulación del Transporte (C.N.R.T.), que con motivo de las vacaciones de
invierno que comienzan el próximo lunes 15 de Julio, dice lo siguiente:
"La Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), a cargo
del Dr. Fernando Manzanares, informa sobre el movimiento previsto para el
comienzo del receso invernal en la
Terminal de Ómnibus de Retiro".
"Según datos brindados por área de
Fiscalización de la CNRT,
entre hoy y el lunes inclusive, van a salir de Retiro 7300 servicios. Para hoy
se programaron 1492 salidas, y 871 para el día de mañana".
"El 24% de los servicios tienen como destino
el interior de la Provincia
de Buenos Aires; 15% el Litoral Argentino y el 12% la Costa Atlántica".
"Se realizarán
operativos de control en las principales terminales de ómnibus del país, en los
que se verificará la jornada laboral y el descanso de los choferes y se les
harán controles de alcoholemia. Asimismo, se inspeccionarán las condiciones de
seguridad de los vehículos y la prestación del servicio".
"Cabe destacar
que, por disposición de la Agencia Nacional
de Seguridad Vial (ANSV), también se controlará la restricción a la circulación
de camiones en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en las distintas rutas
nacionales del País".
Si las cosas se hubiesen realizado, como muchos pedíamos
allá por el 2006, hoy, seguramente, tendríamos más y mejores trenes de pasajeros
que habrían absorbido parte de lo que hoy lo hace por el medio de transporte
automotor (con el consiguiente alivio para las recargadas rutas de la Patria), a la vez que
incluiría a gente que por ser de bajos recursos económicos hoy no lo puede
hacer por los valores de los boletos que hoy se cobran en los ómnibus (por ser
un monopolio que fija los precios) y que sí lo hacía en los trenes.
Queremos ser optimistas. Sabemos que las cosas en materia
ferroviaria no se hacen de la noche a la mañana, pero también el gobierno
nacional debería reconocer los errores pasados de su gestión y empezar a ser
más ejecutivos en las promesas, y como decimos siempre, proyectar a corto,
mediano y largo plazo y pensar en un ferrocarril como política de Estado.
Tenemos fe que el año que viene será mejor, y eso nos hace
mirar las cosas con otro optimismo