EMPRESAS
Talgo reconduce su estrategia en Latinoamérica tras el anuncio del
Gobierno brasileño de que se retrasa el AVE de Brasil. El fabricante
ferroviario se centrará en el proyecto de compra de nuevos trenes en México,
según explicó a este periódico Joao Constantino Meireles, director de
desarrollo de negocio del área latinomericana.
"Ahora que este proyecto está congelado como mínimo un año estamos
mirando hacia México, que quiere sacar tres proyectos de trenes en 2014",
explica Meireles, que asistía a un acto de presentación de la nueva ruta de Air
Europa a Sao Paulo en el Instituto Cervantes.
En principio, no se trataría de trenes de alta velocidad, sino de largo
recorrido. "Todavía no han salido los pliegos. De momento, estamos
trabajando con las ingenierías que están haciendo los estudios y sí podríamos
ir con el Patito, el modelo reúne las condiciones que solicitan. También se
podría pujar con coches remolcados Depende de lo que digan las ingenierías del
producto", recalca el directivo de Talgo en Latinoamérica.
Estudios en 2014
Según han confirmado las autoridades mexicanas al fabricante español, se
prevé que estos estudios preliminares estén listos para finales del primer
trimestre de 2014. "Hay que hacer números para saber si podría ser
rentable, pero no es un concurso de alta velocidad", añade Meireles.
No obstante, Talgo sigue muy de cerca el proceso de licitación del AVE
Rio de Janeiro-Sao Paulo, que se retraso en septiembre del año pasado. Desde la
compañía se explica que las garantías que ofrecía el Gobierno "eran muy
bajas" y que no había "condiciones para participar".
Pese a ello, el directivo de Talgo nota mucha voluntad política del
Gobierno para sacar el proyecto adelante. "El problema es que ahora hay
una fase de precampaña, otra de campaña y después, casi con toda seguridad,
habrá una fase de segunda vuelta, que es cuando se va a decidir todo".
Con este calendario político, Meireles detalla que "siendo
realistas el proceso se comenzará a retomar a mediados de 2015. Eso es lo que
nos han dicho en privado fuentes del Gobierno". No hay que olvidar que una
vez que se anuncia el comienzo del proceso, después hay todo un trabajo para
poder preparar el pliego de condiciones.
La postura oficial del Gobierno es un retraso de, como mínimo, un año
sin dar fechas concretas. Lo que sí tiene que cambiar en el nuevo proceso, a
juicio del directivo de Talgo, es todo lo relacionado con los aspectos
financieros. "Al ser una concesión necesita una fuerte inversión por parte
de las empresas y lo que nos tiene que ayudar el Gobierno brasileño es a
conseguir inversores locales". En el concurso que se retrasó se logró en
cierta medida ya que iban a participar, entre otros, el correo brasileño y
algunos fondos privados del país.
El problema para Meireles es que "las cartas de participación
salieron 15 días antes de la fecha de la entrega de la oferta y las condiciones
no estaban cerradas. Eso es lo que falta por conseguir para cuando se reanude
el proyecto: que el Gobierno nos ayude con la oferta financiera del
concurso".
Interés por el 'Avril'
Respecto al producto que iba a ofertar el consorcio español liderado por
Talgo, Meireles confirmó a elEconomista, que la empresa había tenido muchas
conversaciones con el Gobierno, quien le había transmitido que no quería tener
riesgos. "Con nosotros no los tenía, porque nuestro tren corre a 300
kilómetros por hora y está certificado y homologado. En este escenario, el
Avril es, al fin y al cabo, una evolución tecnológica del Pato", explica.
Talgo le transmitió en todo momento al Gobierno brasileño que no tiene
sentido sacar un concurso con trenes de ahora que se van a entregar en 2020.
"No nos podían pedir el tren del año 2010 porque iban a tener un producto
desactualizado. En cambio, proponerle el Avril es asegurarle un producto de la
próxima década", recuerda Meireles.
Sobre el papel, lo lógico es que dentro de año y medio se presentan los
mismos miembros del consorcio, entre los que destacaban Indra, Cobra (que se
retiró por la precipitación del concurso) y Elecnor. Al mismo tiempo, todos los
protagonistas del Ministerio de Fomento participarían en calidad de
subcontratados: Renfe, Adif y la consultora Ineco.
Lo que sí que tiene claro Meireles es que no tienen ningún sentido
fusionar la oferta de CAF y de Talgo. "Vamos a ser sinceros: son productos
distintos. Lo nuestro es la alta velocidad", sentencia.ElEconomista.es
Luis Giuliani dijo...
ResponderEliminarEl de Argentina... ¿ya lo terminaron....???
José Miguel Donofrio dijo...
ResponderEliminarSeguí soñando, amigo
Luis Giuliani dijo...
ResponderEliminarNo sueño, los políticos no mienten... fijate que hasta los de la "Banelco" son inocentes, hasta el que se echó la culpa es inocente.... o sea.... fue todo un invento y hoy todavía estamos en $1=u$s1 ¿o no?