Gremiales
Redacción Crónica Ferroviaria
En un comunicado de prensa editado por el MO.NA.FE. y otras asociaciones
informan (en celebración del 66 Aniversario de la nacionalización de los
ferrocarriles) lo siguiente:
"Un día como hoy pero de 1948 el Presidente Perón anunciaba la
estatización de los ferrocarriles. La compra de los ferrocarriles ingleses
cierra a 2029 millones de pesos argentinos y
no solo incluía los ferrocarriles y las vías, sino también más de 25.000
bienes indirectos: destilerías de petróleo, el puerto de Dock Sud y el Ing.
White, de Bahía Blanca; empresas eléctricas, de tranvías y de automotores; un
medio de comunicación y miles de kilómetros de tierras, de bienes muebles e
inmuebles".
"Dicha compra fue ampliamente cuestionada por la oposición:
compraron “hierros viejos” a un alto precio. Lejos de esa realidad, el Estado
Argentino compró los ferrocarriles con trigo, pagando 20 pesos el costal a los
productores y vendiéndoselo a los ingles a 60, a través del IAPI, lo que redujo
la compra a un 33%, es decir a 676 millones. Luego vendieron una de las
propiedades indirectas adquiridas a mil millones y con eso cancelaron los 676
millones a los productores. Es así como se pagaron los ferrocarriles “hasta el
último centavo, sin un centavo”.
"Raúl Scalabrini Ortiz catalogó esta decisión como “compra de
soberanía”. Sus estudios demostraban como los ingleses dominaban la economía
argentina a través de los ferrocarriles. “El instrumento más poderoso de la
hegemonía inglesa entre nosotros es el ferrocarril. El arma del ferrocarril es
la tarifa… Con ella se pueden impedir industrias, crear zonas de privilegio,
fomentar regiones, estimular cultivos especiales y hasta destruir ciudades
florecientes. Es un arma artera, silenciosa y, con frecuencia, indiscernible
hasta para el mismo que es víctima de ella”.
"Nuestro ferrocarril llegó a contar con 45.000 kilómetros de vías,
92.000 empleados directos y conectaba toda la Argentina, desde Santa Cruz hasta
Jujuy y Misiones. La estatización impulsó economías regionales y la industria
ferroviaria nacional, el Ingeniero Porta mejoró el rendimiento de las
locomotoras a vapor y el Ingeniero Saccaggio, creador del primer tren diésel
eléctrico, comenzó con el plan de recambio a locomotoras diésel eléctricas, es
así como se crea la Empresa Grande Motores Diésel (hoy MATERFER) donde
construyen la primera locomotora Argentina, la FADEL, conocida como “La
Justicialista”.
"Dicho plan de recambio preveía la fabricación de 600 locomotoras,
cosa que nunca se logró, ya que gracias a la “revolución libertadora” la
empresa fue cerrada. Este cambio era necesario para la Argentina, las
locomotoras a vapor comenzaban a generar un déficit económico ferroviario
altísimo, déficit del cual Larkin se aferra para ordenar el cierre de 17.000km
de vías".
"Desde el gobierno de Frondizi hasta el día de hoy, las vías del
ferrocarril empezaron a decaer, hasta llegar a los menos de 7.000 kilómetros
que hoy se utilizan entre servicio metropolitano, de cargas y de pasajeros de
larga distancias".
"La última dictadura cívico militar, comenzó el ultimátum de los
ferrocarriles, sólo una pequeña tanda de coches eléctricos fabricados durante
la época de Alfonsín fueron la excepción, las vías se seguían levantando y no
se renovaba el material ferroviario".
“Ramal que para, ramal que cierra”, Menem se encargó de concesionar los
ramales que querían las empresas privadas y de cerrar los que no querían. Es
así como las provincias se quedaron sin ferrocarril; cientos de pueblos
desaparecieron, miles de personas migraron a las grandes ciudades del país y
más de 70.000 trabajadores se quedaron en la calle".
"El modelo de las concesiones demostró ser un fracaso rotundo:
miles de millones de pesos en subsidios desviados a otras iniciativas privadas
y la desinversión total en vías y material rodante dieron como resultado la
“tragedia de Once”, momento en el cual se dijo basta y pareció ser un punto de
inflexión en materia de ferrocarriles".
"Hoy, a veintitrés años de las privatizaciones, la cosa no ha
cambiado mucho, el ministro Randazzo dio un
guiño de mejorar las cosas y nada paso, todo sigue igual: se les volvió
a entregar las concesiones de la red metropolitana a Roggio y Romero; son pocas
las provincias que tienen servicios, en condiciones deplorables, interurbanos y
de largas distancias; las fábricas ferroviarias están en manos de Taselli,
Romero, Roggio y los Cirigliano; y el tren de carga transporta un tonelaje
ínfimo y cumple un rol colonial, solamente lleva materia prima a los
puertos."
"Es por esto que en el día de ayer se llevo a cabo el acto en
conmemoración a la nacionalización de los ferrocarriles. Entendemos que el
campo popular tiene que apoderarse de la historia y hacerse cargo del futuro
proponiendo alternativas superadoras y populares, como en su momento Scalabrini
Ortiz a Perón, hoy decimos “Queremos los trencitos”:
· Reconstrucción Integral de los FERROCARRILES ARGENTINOS, en manos de
una empresa estatal de ferrocarriles con control de usuarios y trabajadores.
· Recuperación de la Industria Ferroviaria Nacional y la expropiación de
Emfer, Materfer y Emepa.
· Desprocesamiento de los delegados de Emfer por denunciar a Cirigliano.
· Juicio y castigo a los responsables de la Tragedia de Once