NOTA EDITORIAL
Por Carlos Alberto Salgado (Director Crónica
Ferroviaria)
Siento dentro mi ser una
gran tristeza, porque observo la división que comienza a gestarse dentro de
este sistema de transporte, que seguramente hará que aquellos que siempre
estuvieron en contra de su recuperación, hoy estén acechando para que la misma
no se materialice.
Ya saben todos cual es mi
pensamiento sobre el sistema ferroviario, ya que durante estos siete años al
frente de Crónica Ferroviaria lo he
expresado en todos los temas que sobre trenes se ha escrito. Lo que me alarma
es que estoy observando algunos síntomas antiferrocarril que hemos vivido
durante la década de los 90, que, aunque el vocero de esa desventura ya no
esté, empiezan aparecer escondidos algunos que quieren suplantarlo y desde el
anonimato sutil, empezar a batallar a la opinión pública desde los medios
corporativos en contra de los trenes.
Todos saben que fui
crítico de la actual gestión del gobierno nacional en lo que se refiere a
ferrocarriles. Durante estos años siempre expresé que eran más las promesas
realizadas que los hechos cristalizados. Que año tras año se observaba la
decadencia en la que iba cayendo el sistema de transporte ferroviario. Aunque
ahora, debo reconocer que después del trágico accidente de Once las cosas
viraron 180º y parece que la inversión comienza a aparecer para que tengamos
mejores trenes y mayor seguridad.
Pero, lamentablemente,
observo que algo se ha roto entre los principales actores (Estado - Gremios) y
que nada bien le hará a este medio de transporte si la lucha se vuelve
fraticida, sería como darle de comer a quienes están esperando que el proyecto
de resurrección y modernización de los trenes no se cumpla, y ellos sigan
poblando las rutas con más y más ómnibus. Seguimos estando divididos, cuando
tendría que ser lo contrario.
Para colmo se avecinan
nuevas elecciones para renovar las Cámaras de Senadores y Diputados y observo a
los candidatos no hablar una sola palabra de trenes, a no ser algún que otro
ya conocido que siempre estuvo en el tema, los demás sólo aparecen opinando
cuando ocurre algún accidente o algo por el estilo, pero también veo a otros
que suplen el sistema por riel (subtes, tranvías) por Metrobus, cuando en sus
plataformas políticas prometían construir 10 km . de subtes por año. No quiero pensar que
pasaría con los trenes si fuesen gobierno.
Por eso, tengamos memoria.
Recordemos quiénes fueron los enemigos y quiénes, dentro del mismo sistema
ferroviario, hicieron lo imposible para llegar a la mayor decadencia que tuvo
este noble y necesario sistema de transporte que es el ferroviario. No dejemos
que estas lacras vuelvan a salirse con la suya. Sigamos desde nuestros lugares
de lucha expresando lo bueno y haciendo saber lo malo que se pueda estar
haciendo. No dejemos que otra vez vuelva algún traidor a la patria con el
maldito dicho: "Ramal que para, ramal que cierra".