2 de febrero de 2015

España: El ferrocarril camina hacia la liberalización y la rentabilidad

Exterior

Renfe ha aprobado un plan para reducir su elevada deuda y mejorar sus ingresos. La compañía ferroviaria pretende dejar atrás las pérdidas ante un escenario en el que se liberalizará el transporte de viajeros, el área más rentable junto con mercancías.

España cuenta con la mayor red de ferrocarril de alta velocidad en toda Europa, con 3.100 kilómetros de vías en servicio. Sin embargo, Renfe, la empresa pública que opera el transporte de viajeros, no consigue ser rentable. Entre enero y noviembre de 2014, el grupo Renfe ha perdido 172,3 millones de euros, un 39,1% más que en el mismo periodo del año precedente. Las pérdidas de la operadora ferroviaria no provienen de su servicio de transporte de viajeros (alta velocidad y larga distancia, Cercanías [entre ciudades con gran población] y de Media Distancia [entre las diversas regiones españolas]) que se mantiene en la rentabilidad, sino de las otras áreas de negocio. La empresa ingresó 2.743 millones de euros hasta noviembre, un 6% más y la mitad de esta facturación provino del servicio de alta velocidad.

Tren AVE de Renfe | Foto: Renfe Operadora

La actividad del grupo Renfe se divide en cuatro sociedades que gestionan los negocios de transporte de viajeros, mercancías, alquiler de material rodante (trenes) y fabricación y mantenimiento. Todas ellas se integran en el grupo. El área de viajes ingresó 1.854,47 millones de euros en 2013 por la venta de billetes y oros servicios, a los que se suman los 729 millones de euros que el Estado transfiere a la compañía para que opere los trenes de Cercanías y Media Distancia, que por los precios de los billetes, se encuentran en pérdidas. En total, 2.583,47 millones de euros que produjeron unos beneficios en el área de viajes de 58,9 millones de euros en 2013. No sucede lo mismo con fabricación, donde las pérdidas ascendieron a 2,89 millones, alquiler de material, donde se prevé una pérdida para 2014 de 305.000 euros, y mercancías, donde los números rojos ascenderán a 67,77 millones de euros en las cuentas de 2014.

Uno de los problemas del grupo ferroviario para ser rentable es su elevado endeudamiento. En total, Renfe debía a diversas entidades de crédito 4.395 millones de euros al cierre del año 2013. Los bancos prestatarios son europeos, como el Banco de Inversiones Europeas (BEI) o Eurofima, una entidad creada por diversoas países de la Unión Europea para gestionar los préstamos al sector ferroviario. Esta deuda supone un lastre cada año le supone a la compañía devolver entre 490 y 600 millones de euros, dinero que se resta de su cuenta de resultados y de los ingresos que consigue en sus diversas áreas de operación.

Con la idea de dar la vuelta a este panorama y conseguir la rentabilidad, la empresa pública de ferrocarriles ha ideado Plan + Renfe, una estrategia que intentará minimizar la dependencia financiera del Estado, recortar la deuda y salir de los números rojos. En realidad, Renfe está obligada a ello, porque durante 2015 se producirá la liberalización de la primera línea de AVE, la que cubre Madrid con Valencia, lo que supondrá la aprición de competencia en el sector ferroviario. La operación de una nueva compañía en el escenario llevará los precios a la baja y, si Renfe no prepara su cuenta de gastos, podrá sufrir mayores pérdidas.

La cuestión es a qué precio se preparará Renfe para hacer frente a una privatización del sector ferroviario que será lenta, pero segura. La mejora de los ingresos y el aumento de la rentabilidad es una de las claves, seguida de una mejor atención al cliente. En el AVE ya se nota esta política, tras la reducción de precios un 11% en 2012, lo que ha reportado a la compañía 29,67 millones de pasajeros de alta velocidad, un 15,9% más. ¿Se puede trasladar esta estrategia a Media Distancia o incluso Cercanías? La respuesta es difícil, puesto que se trata de áreas intervenidas por el Estado para garantizar la prestación de servicios que en la mayoría de los casos no son rentables económicamente, pero sí socialmente, porque facilitan la movilidad de las personas e intervienen en la generación de trabajo y el incremento de la productividad. Sin embargo, Renfe puede jugar aún con los precios en AVE y con la calidad y mejora del servicio, lo que puede atraer a clientes con mayor poder adquisitivo y a más empresas.

La reducción de costes, entre ellos los laborales, será otro de los pilares de este plan. Renfe se gasta cada año más de 800 millones de euros en retribuir a sus trabajadores. Uno de los colectivos más numerosos es el de conductores, al que se han aplicado reducciones salariales y se han realizado cambios de categorías en los últimos años. Es el grupo laboral más fuerte y al que será más difícil convencer de que ajusten sus costes a la baja. No será de forma inmediata, pero a largo plazo, una vez que la competencia en las líneas de AVE, sea mayoritaria, nos les quedará más remedio que aceptarlo.Revista80Días.es

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