30 de septiembre de 2014

Juicio por Once: expulsado Dalbón se profundizó la interna sindical entre La Fraternidad y la UF bordó

Actualidad

Tras estar suspendido por un escándalo entre abogados, ayer volvieron las audiencias. Duras críticas de Gregorio Dalbón, que patrocina a familiares de víctimas. El rol del sindicalismo en las declaraciones de sus trabajadores y la guerra de acusaciones cruzadas. Todavía deben declarar 200 testigos.

Se reanudaron esta semana en los tribunales federales de Comodoro Py las audiencias del juicio por el accidente ferroviario de Once, con declaraciones de testigos que pusieron en evidencia la puja sindical entre los conductores del gremio La Fraternidad, seccional Haedo, liderados por Ernesto “gallego” González y los trabajadores del Taller Castelar que responden al sector bordó de la Unión Ferroviaria liderado por los delegados gremiales Rubén Sobrero y Edgardo Reynoso.

Dr. Gregorio Dalbón que patrocina a familiares de víctimas

El juicio oral y público por el accidente de Once se reinició tras una breve suspensión derivada del incidente entre abogados querellantes y defensores, que culminó en la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 de expulsar al querellante Gregorio Dalbón de las audiencias y delegar la defensa de sus clientes en sus dos socios: Antonio García y Virginia Cassola.

El TOF 2 está integrado por los jueces Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Ana D’Alessio, esta última en calidad de jueza sustituta. Las últimas audiencias que fueron las más conflictivas con expulsiones, apercibimientos y sanciones incluidas están siendo presididas por el juez Giménez Uriburu.

A primera hora de la mañana Dalbón improvisó una conferencia de prensa en la puerta de la sede judicial con duras críticas al Tribunal oral que lo expulsó del juicio y a las actuaciones hechas en la instrucción de la causa llevada adelante por el Juez Claudio Bonadío. El abogado dijo que responderá con denuncias por abuso de autoridad, discriminación e incumplimiento de deberes de funcionario público contra los jueces del TOF 2.

“Es un abuso de autoridad alevoso del Tribunal, no se bancan que ponga huevos y me meta con la mafia sindical” disparó Dalbón en las puertas de Comodoro Py. Tras ello, se acercó con un escribano hasta la oficina del TOF 2 en el sexto piso, donde le notificaron que si bien la resolución que lo sancionó no estaba firme los jueces no le iban a permitir concurrir a la sala de audiencia.

Dalbón había adelantado públicamente que como la resolución no estaba firme, pensaba presentarse en la sala de audiencia. Ello a pesar de que el Tribunal había anticipado que podría usar la fuerza pública si desobedecía la orden de no presentarse.

Ante posibles incidentes derivados de las declaraciones del abogado, el lunes la seguridad se reforzó con diez policías de la Guardia de Infantería que se ubicaron con escudos en el pasillo de acceso a la sala de audiencia, en el subsuelo de Comodoro Py 2002. Una escena intimidatoria que nunca se había dado en el juicio.

“Este abogado los está molestando. Es una vergüenza, esto es inédito en el país, en la historia. Evidentemente, la verdad les molesta mucho”, afirmó Dalbón quien además  anunció que pedirá revertir la medida y que se le permita el acceso ya que considera que hubo “prejuzgamiento” por parte del Tribunal. “Quizás políticamente esto esté armado”, dijo también el abogado.

Finalmente, Dalbón no ingresó a la sala de audiencias, donde el juicio se reanudó en forma pacífica y comenzaron a declarar como testigos los conductores de trenes de la Línea Sarmiento pertenecientes al gremio La Fraternidad propuestos como testigos por el Ministerio Público Fiscal y por la abogada Valeria Corbacho defensora del principal imputado: el joven motorman Marcos Antonio Córdoba.

Ante la negativa del TOF 2 de permitir la presencia de Dalbón en la sala de audiencias, los abogados que habían quedado al frente de la querella mayoritaria (García y Cassola) decidieron retirarse del recinto en clara actitud de protesta y como una señal de planteamiento de nulidades a futuro. También abandonó la audiencia a media mañana el abogado defensor Mariano Fragueiro Frías que había sido sancionado por el Tribunal debido al incidente suscitado por la curiosa presencia del subcomisario Mariano Cousteau dentro de la sala de audiencias.

En el debate iniciado con la declaración testimonial del motorman Carlos Alberto Palacio y luego de Juan Facundo Matías Aiger se vivió un nuevo capítulo que puso en escena la feroz interna sindical entre los gremios La Fraternidad y la Unión Ferroviaria por las tareas de mantenimiento realizadas a los coches eléctricos Toshiba dentro del Taller Castelar que controla la Seccional Oeste de la UF, liderada por Sobrero y Reynoso.

El delegado Edgardo Reynoso ya había quedado en el centro de la escena meses atrás cuando acompañó a prestar declaración testimonial a los guardas Miguel Jerónimo y Patricio Juárez quienes fueron detenidos y acusados de presunto falso testimonio por sus contradicciones y reticencia a contestar preguntas. Ahora, los dos guardas que fueron a declarar acompañados por Reynoso deberán enfrentar juicios paralelos por falso testimonio, en los que podrían recibir hasta diez años de cárcel.

En aquella oportunidad, una vez finalizada la audiencia, Dalbón escribió en su cuenta de Twitter: “#ONCE El guarda de Andrada preso por falso testimonio. Siempre dije que fueron los sindicatos y los motorman. Todos procesados. Querés más” y luego añadió “#ONCE La Unión ferroviaria y La Fraternidad impunes por Claudio Bonadio. Y vengan que les daré batalla. Porque: “La Verdad es inevitable”.

Durante la audiencia, que por momentos se tornaba muy reiterativa y circular con la reiteración sistemática de las mismas preguntas formuladas por el fiscal Fernando Arrigo a los testigos, se evidenció la directiva establecida por la base Castelar que lidera el “gallego” González, quien se encuentra enfrentado a la conducción nacional del gremio liderado por Omar Maturano, contra las tareas de mantenimiento y alistamiento que realiza el personal del Taller Castelar.

“Había que reiterar los pedidos de revisión al taller porque los trabajos no estaban bien realizados y las falencias persistían. A veces decían que no podían efectuar las reparaciones y se cancelaban los trenes. Arreglaban las ventanillas así nomás y los pisos con chapas. No funcionaban ventiladores ni calefacción. Los furgones no tenían ventanillas. Si se detectan inconvenientes con el funcionamiento o el jefe de tren avisa de irregularidades se pide cambio de equipo y se envía el tren al Taller”, fueron algunas de las frases que se escucharon en la audiencia a modo de reclamo.

La extensa jornada de ayer se cerró cerca de las 20.30 horas con la declaración de Walter Francisco Schafer, motorman del ferrocarril Sarmiento, quien también manifestó el poco apego a las tareas de mantenimiento que mostraban los trabajadores del Taller Castelar en cuanto a la reparación de burletes, ventanas, pisos, luces y demás problemas suscitados en las formaciones ferroviarias, como así también la preponderancia que el Taller Castelar poseía sobre las decisiones inherentes a la continuidad o no del servicio, en caso de reclamos por parte de los motorman.

El concepto de “tren dominado” fue otro mensaje que trasmitieron los motorman que declararon en la jornada 43, más allá las particularidades de cada uno para llevarlo a cabo en el momento de frenar el tren en una estación.

—¿Por qué no desconectaría el sistema de “hombre muerto” en movimiento?— lo interpelaron a Schafer.

—Tengo que proteger la seguridad de todos los pasajeros y la mía.

—¿Y hacerlo atenta contra la seguridad?

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque si yo me desmayo, ¿quién para ese tren?— se preguntó el testigo.

Los tres motorman que declararon dejaron una sentencia en común: jamás desactivarían el sistema de “hombre muerto” con el tren en movimiento. “Aprovechaba para descansar la mano en las estaciones”, dijo Walter Schafer. “Sólo lo hacía en las estaciones”, coincidió Aiger.

Lo mismo describió el primero de los testigos de la extensa jornada de hoy, Carlos Palacio. Ante la pregunta sobre si desactivar el sistema de hombre muerto con el tren en marcha es una maniobra incorrecta, no dudó en la respuesta: “Sí”.

Los tres condenaron elípticamente la determinación de Marcos Córdoba, quien prescindió de esa modalidad de emergencia desactivando el freno de “hombre muerto” antes de su ingreso a la estación de Once el 22 de febrero de 2012.


Por el accidente de Once, se encuentra imputado el motorman Marcos Córdoba por el delito de descarrilamiento culposo (art. 196), con pena de 1 a 5 años de prisión, junto a otras 28 personas, entre ellas los ex secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, el ex interventor de la CNRT Eduardo Sícaro, el ex Subsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna y los directivos del grupo empresario que tenía la concesión del ferrocarril Sarmiento.LetraP

11 comentarios:

  1. Con la disculpa del caso.
    Letra P,es la autora del árticulo,
    Desconosco dicha fuente, gracias por
    aclarar.

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  2. Horacio Bonutti dijo...
    Muy bien por la expulsión. Este ya en varias oportunidades acusó deliberadamente al conductor Córdoba, dejando de lado la culpabilidad de los "grandes " directivos y el mal estado del material. Con anterioridad ya le habían pedido comportamiento y que por visto desoyó.-

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  3. ¿Desactivar el "hombre muerto" es igual a poner a neutro la llave de inversión ("reversa") ... ?
    En ese caso la obsolescencia del sistema exime la culpabilidad del maquinista. Un sistema de "hombre muerto anulado" requiere la rotura de un precinto y la actuación sobre un interruptor que genera un "registro de evento" comprobable en el disco rígido (llamado por los periodistas "caja negra") del equipo. En todo caso la pregunta sería :
    ¿Por qué no contaba ese equipo con un sistema de "hombre vivo" actualizado y homologado...?

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  4. Matías Ariel González1 de octubre de 2014, 10:04

    Dalbón fue expulsado por decir la verdad e ir contra la mafia sindical. ¿Cómo se explica el asesinato del motorman Andrada que comprometía más a Córdoba? Robo, dijeron que fue, pero el sueldo lo tenía en el bolsillo y los disparos los recibió por la espalda... Y el accidente de Castelar? El único caso que conozco que un conductor que dice intentar frenar pero el GPS demuestra que aceleró hasta el último momento. Accidente dicen...Mafia sindical y otras caras que no se ven porque actúan desde la oscuridad.

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  5. totalmnete de acuerdo con Matias Gonzalez ,,,,mafiosos y asesinos !!!

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  6. CAGÁRON CIRIGLIANO Y JAIME, SE QUEDARON SIN ABOGADO

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  7. Disculpas por personalizar,pero el sr Gonzalez,apunta bien,aunque de manera no muy correcta,sobre el Asesinato de Andrada,un compañero represariado cesantiado por años,
    pero que declaro al entregar el tren
    que tenia el "freno largo" si entiende sobre ello, nada más que decir.
    El abogado Dalbon, desde el comienzo
    su unico interes "confeso" sacar la mayor indemnización posible,lo más rapido,lo cual no estaria para nada mal,visto los sobrevivientes que quedaron descapacitados,los que no pudieron trabajar por meses,los cabezas de familias desaparecidas etc etc.
    Lo cual, y sin entrar a afirmar como dicen,que representa a los empresarios y a los responsables gubernamentales al momento del echo,que ningun interes tenia en buscar a los responsables del mismo.En cuanto a la mafia sindical, y el posible y tal ves probable "enfrentamiento" de la Frate y la U.F.
    Sus referencias son distintas,los fraternales socios de los empresarios,dejaron de lado años de conciencia gremial y capacidad en el trabajo,"obligando" a conducir aunque no estubieran en condiciones, como nada es gratis
    las responsabilidades sobre la capacidad y responsabilidad de los mismos se Degrado, en sumo grado.Los de la U.F.en su mayoria nuevos trabajadores que venian a suplantar a los trabajadores del desguase, se enfrentaron a la directiva,y se agruparon todos a ese objetivo,(razon subjetiva que ayudo a trabajadores tan sectarios
    a volverse representantes masivos)
    De alli las Denuncias costantes a los empresarios,dirigentes complices y del gobierno, al convertirse en mediaticos,tomaron el rumbo que decian combatir, el viejo y conciente metodo de los ferroviarios, más oscuro, más riesgoso, de impedir la salida de material deficiente, quedo en segunda linea. Aunque la responsabilidad primaria es de los maquinistas,estaban compartidas con los talleres.
    Pero cuando el FFCC se degrada,los sindicatos se transforman en participes, de las tercerizaciones,flexibilizaciones
    etc.Cuando los sindicatos que nacieron para unir a los trabajadores como unico recurso de poder defenderse,se pelean para dividirlos,permitiendo esta diaspora de trabajadores, con trabajos ,precarios, en negro etc con sueldos de miseria,que permiten creerse de "clase media" a asalariados que miden sus sueldos,en comparacion de los sueldos degradados etc.
    Todos tenemos-me incluyo- que comprender la degradación de la sociedad en estos ultimos 30 años particularmente,nos convertimos cada vez más en antisociales, es decir en individuos, que viven en sociedad y casi no se dan cuenta.
    De alguna manera, me siento un poco responsable, de comentar un articulo desconociendo totalmente, al igual que Javier,el origen del mismo (letra P),mis cordiales saludos a todos.

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  8. Para los lectores Javier y Roberto: Les informo que el medio periodístico Letra P, para vuestro conocimiento, ustedes pueden entrar haciendo click en el siguiente link. Saludos
    http://www.letrap.com.ar/

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  9. Al final El motorman va tener la culpa de todo. Ah! Aumento la venta del Perejil!!
    Lo dijo El Amigo Invisible.

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  10. Matías Ariel González6 de octubre de 2014, 10:25

    Roberto
    Excelente argumento y muy esclarecedor tu comentario.

    Saludos

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  11. Esto es como el vuelo 3142 de LAPA, la conducción fue responsable pero la precariedad y la corrupción existente agravaron las cosas: los parachoques no estaban operativos, la estructura de los coches estaba tan oxidada que se produjo el "efecto telescopio"; sin estas dos cosas hubiese sido un accidente menor con apenas heridos leves; tampoco se cumplió con la capacidad máxima de pasajeros por coche.

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